Por fin el ascensor llegó al primer piso todas las demás personas salieron primero, Xavier tenía una media sonrisa en sus labios y no dejaba de verla, entonces Sofía alzó su cabeza para verlo no quería mostrarse afectada por lo sucedido —Ya deja de jugar, vamos a llegar tarde— le dijo mientras se soltaba de su mano y caminaba fuera del elevador, la sonrisa de Xavier se hizo más grande y fue tras de ella.Cuando llegaron al estacionamiento Sofía fue directo a su auto, ni siquiera sabía porque rayos había ido hasta su oficina, él tiene chofer perfectamente se hubieran encontrado en el lugar de reunión, —¡Rayos! — Sofía estaba molesta. —Vayamos en autos separados— le dijo a Xavier sin voltearlo a ver y ella se dirigió a subirse a su auto, cuando se sentó vio a Xavier sentado también al lado suyo. —¿Qué haces? Ve en tu propio auto— le dio ella.—Vienes hasta aquí ¿y ahora quieres deshacerte de mí? — le dijo Xavier que aún tenía la misma sonrisa que le dio cuando estaban en el ascensor. ¿P
Las puertas del ascensor se abrieron Sacándola de sus pensamientos “solo veré si todo está bien con él” trató de convencerse a ella misma, mientras caminaba por el pasillo.Estaba por tocar la puerta cuando esta se abrió, aunque Sofía estaba sorprendida no cambió su expresión seria de su rostro. —¿Se encuentra Xavier en su oficina? — Preguntó a la joven secretaria que salía, por un par de segundos la joven evaluó a Sofía antes de responder.—El señor Burgos no se encuentra— dijo la joven caminando hacia su escritorio.Un hombre como de mediana edad y una mujer como de unos 40 años con trajes pasaban por ahí estos eran antiguos trabajadores de la empresa y cuando vieron a Sofía se apresuraron a saludarla.—Señorita Sofía, que gusto verla por aquí— dijo la mujer.—Sí es bueno verla Señorita— confirmó el hombre.—Señor Rizzo, señora Moretti, igual es un placer verlos——¿Y cómo va la universidad? — Preguntó el señor Rizzo, él era uno de los arquitectos de la compañía.—Bien, todo va bien—
—Mira, parece que le gusto— dijo Sofía a Xavier que se sentaba a su lado, Ella estaba sosteniendo a Louis hijo de Rosalie hermana de Xavier quien también había llegado junto con su esposo para conocer a Irina.—A mí también, y no recibo ni él mínimo cariño que le das a él y eso que apenas lo conoces— Sofía lo fulminó con la mirada.—No empieces— Le dijo ella, y Xavier sonrió.—Te dije que todo saldría bien— Intentando cambiar de tema, Sofía señaló con la cabeza hacia donde se encontraban los demás.—Sí, el viejo resultó ser más fuerte de lo que creíamos.Sofía le dio un codazo —Oye, es tu padre no le digas así— Xavier soltó una risa.—Míralo que feliz. Está loco por Irina.—No es para menos, Irina también lo amó.—Ella se parece mucho a mi hermano.—También… tiene mucho parecido a ti y Rosalie.—¿Tú crees?—Así es— contestó Sofía en tanto miraba jugar al bebé con su collar.—Espero no te haya embaucado— Se escuchó la voz de Rosalie, Sofía levantó su mirada y ambas sonrieron apenas se
El auto de Sofía se estacionó en la villa de su hermano, ese día debía acompañar a Irina a escoger su ramo de novia además de los arreglos florales. Cuando entró a la habitación de su cuñada la vio caminando apresurada de un lado a otro para estar lista a tiempo.—Parece que a alguien se le pegó la cobija— viendo Irina que Sofía había acertado se sintió avergonzada y solo pudo disculparse.—Lo siento— respondió Irina.—Está bien no te agites, tenemos tiempo— la tranquilizó Sofía pensando en su bienestar y del bebé. Luego de unos minutos las jóvenes salieron de la habitación.—Iremos con mi chofer— dijo Irina.—De acuerdo— Sofía sabía que su hermano era sobreprotector con ella no dejaba salir a su esposa sin un chofer. Durante el camino recibieron la llamada de Laura la organizadora de bodas, ella llegaría a la tienda de flores un poco retrasada —Ves te dije que teníamos tiempo——Por cierto, tú y Xavier se ven bien juntos— Dijo Irina y Sofía se giró para verla.—¿Ah? ¿De qué hablas? —
Sofía quedó en el mismo lugar miró el pañuelo que tenía en sus manos, seguía preocupada por su cuñada, pero no podía negar que Xavier la había reconfortado un poco y aunque su desesperación no disminuyó, ahora sentía esperanzas y eso hacía que pudiera mantener la calma, nunca había experimentado ese temor, la posibilidad de perder a alguien, peor aún por sentirse culpable por eso.Repasó en su mente las palabras que Xavier le había dicho, se abrazó así misma aún podía sentir los brazos de Xavier alrededor de su cuerpo, un abrazo que fue muy corto para su gusto, cuando él se separó sintió la necesidad de volver a abrazarlo se sentía tan cálido igual la forma en como la miraba, en cómo le habló, iba a confiar en él.El sonido de un radio de comunicación de la policía la sacó de sus pensamientos, entonces se acordó que debía de hacer algo. Miró por la venta y había mucho movimiento afuera. Buscó al jefe que estaba a cargo de la operación para pedirle que no difundieron los nombres de su
Sofía casi iba corriendo mientras salía del departamento de Xavier. Necesitaba con urgencia aire. Cuando llegó afuera fue un alivio tomó una gran bocanada de aire, era como si hubiera estado bajo el agua por mucho tiempo y recién saliera a la superficie. Se concentró en respirar inhalando profundamente varias veces para volver a su normalidad y poder conducir. Cuando al fin pudo controlar su respiración se obligó a no pensar en nada más que no fuera conducir ya tendría tiempo cuando estuviera en casa.Una sonrisa se le escapó al recordar el beso que le había dado Xavier. Cuando un hombre se le acercaba las pesadillas eran peores cada vez que eso ocurría, pero anoche había dormido como hace mucho no lo hacía y lo primero que se le vino a la mente cuando despertó fue, Xavier besándola.—¿Hay algo divertido en tu desayuno? — La voz de su madre la sacó de su ensoñación. Sofía la miró con confusión sin entender la pregunta. —Hace rato tienes una sonrisa en tu rostro que no sé cómo descifra
El fin de semana llegó. Estaba emocionada porque había quedado de pasar el día con Xavier, en el mismo lugar en el que se había visto hace unos días, se habían mantenido en contacto todos los días. Le envió un mensaje a su amiga Antonella para que confirmara que estaría con ella en caso que su madre la llamara. Había pensado en todo, aún no estaba preparada para ser descubierta. Le prometió que después le contaría todo y tuvo que asegurarle que estaría bien y tuvo que compartir también su ubicación. Antonella era como una hermana mayor siempre estaba cuidándola.—Se me hace extraño que seas tú quien pase por mí— Xavier había insistido en que fueran en el mismo auto, ella aceptó siempre y cuando fueran en el auto de Sofía.—No hay nada de raro, a mí me gusta conducir— En realidad Sofía aún no se sentía preparada para compartir con su familia su «relación» con Xavier, no quería que los vieran salir juntos, aunque aún no sabía que eran, pero disfrutaría cada momento que pasara con él. Y
Sofía había sido testigo del inmenso amor que su hermano Andrés y Irina se tenían, un amor que sin dudas es de esos que duran para toda la vida, había escuchado que así fue con sus abuelos y la historia decía que con sus bisabuelos también, y podía ver qué era lo mismo con sus padres que a veces hasta olvidaban que su hija estaba presente cuando el amor los hacía olvidar de todo y todos alrededor de ellos, de niña eso le causaba nauseas, pero ahora agradecía poder ser testigo de algo que muchas personas no tienen, Amor. ¿Podría ella experimentar algo igual? ¿Podría encontrar a la persona que la amara y adorara como Su padre ama a su madre, como su hermano ama a su esposa? Por ahora no quería permitirse soñar con algo así, tenía tanto miedo de que las respuestas a esas preguntas nunca llegaran a ser lo que deseaba que fueran. Pero no podía negar que Xavier había despertado en ella algo que no sabía que podría sentir, desde que lo conoció se sintió como un imán atraído por él y eso la