Sofía casi iba corriendo mientras salía del departamento de Xavier. Necesitaba con urgencia aire. Cuando llegó afuera fue un alivio tomó una gran bocanada de aire, era como si hubiera estado bajo el agua por mucho tiempo y recién saliera a la superficie. Se concentró en respirar inhalando profundamente varias veces para volver a su normalidad y poder conducir. Cuando al fin pudo controlar su respiración se obligó a no pensar en nada más que no fuera conducir ya tendría tiempo cuando estuviera en casa.Una sonrisa se le escapó al recordar el beso que le había dado Xavier. Cuando un hombre se le acercaba las pesadillas eran peores cada vez que eso ocurría, pero anoche había dormido como hace mucho no lo hacía y lo primero que se le vino a la mente cuando despertó fue, Xavier besándola.—¿Hay algo divertido en tu desayuno? — La voz de su madre la sacó de su ensoñación. Sofía la miró con confusión sin entender la pregunta. —Hace rato tienes una sonrisa en tu rostro que no sé cómo descifra
El fin de semana llegó. Estaba emocionada porque había quedado de pasar el día con Xavier, en el mismo lugar en el que se había visto hace unos días, se habían mantenido en contacto todos los días. Le envió un mensaje a su amiga Antonella para que confirmara que estaría con ella en caso que su madre la llamara. Había pensado en todo, aún no estaba preparada para ser descubierta. Le prometió que después le contaría todo y tuvo que asegurarle que estaría bien y tuvo que compartir también su ubicación. Antonella era como una hermana mayor siempre estaba cuidándola.—Se me hace extraño que seas tú quien pase por mí— Xavier había insistido en que fueran en el mismo auto, ella aceptó siempre y cuando fueran en el auto de Sofía.—No hay nada de raro, a mí me gusta conducir— En realidad Sofía aún no se sentía preparada para compartir con su familia su «relación» con Xavier, no quería que los vieran salir juntos, aunque aún no sabía que eran, pero disfrutaría cada momento que pasara con él. Y
Sofía había sido testigo del inmenso amor que su hermano Andrés y Irina se tenían, un amor que sin dudas es de esos que duran para toda la vida, había escuchado que así fue con sus abuelos y la historia decía que con sus bisabuelos también, y podía ver qué era lo mismo con sus padres que a veces hasta olvidaban que su hija estaba presente cuando el amor los hacía olvidar de todo y todos alrededor de ellos, de niña eso le causaba nauseas, pero ahora agradecía poder ser testigo de algo que muchas personas no tienen, Amor. ¿Podría ella experimentar algo igual? ¿Podría encontrar a la persona que la amara y adorara como Su padre ama a su madre, como su hermano ama a su esposa? Por ahora no quería permitirse soñar con algo así, tenía tanto miedo de que las respuestas a esas preguntas nunca llegaran a ser lo que deseaba que fueran. Pero no podía negar que Xavier había despertado en ella algo que no sabía que podría sentir, desde que lo conoció se sintió como un imán atraído por él y eso la
—Vamos a un lugar más privado, quiero decirte algo— Le susurró Xavier a Sofía mientras ella conversaba con algunos de los invitados que estaban considerando invitarla a bailar, pero como Xavier estaba a su lado, no sabían si era correcto hacerlo ya que Xavier no se apartaba de ella. Sofía leyó las intenciones de ellos y agradeció que Xavier no se apartara de ella.Xavier caminó detrás de Sofía quien lideraba el camino, ella conocía muy bien este hotel, fue el último hotel que diseño su abuelo. Tenía varios salones que podían llevarse a cabo varios eventos al mismo tiempo. subiendo por el ascensor llegaron a una especie de Oficina, Sofía abrió la puerta con una contraseña, ella entró y Xavier después de ella.—¿Qué quieres decirme? — Preguntó Sofía mientras caminaba por la habitación para sentarse en un sofá. Xavier la siguió y se sentó frente a ella en la mesita de centro.—¿Estás segura que esto es lo que quieres? ——Anoche te lo dije— contestó ella, sin todavía verlo a los ojos.—¿P
—¡Sofía! — Se escuchó la voz de su amiga. Ella había estado de viaje los últimos días con sus padres visitando a sus abuelos y ayer le había avisado que ya estaba de vuelta.—Hola— Saludó Sofía.—Creí que te habías ido para otro planeta o algo así— Bromeó su amiga.—Estás de buen humor hoy— respondió Sofía.—Como siempre— se defendió su amiga. —¿Y a que debo el honor de tu llamada? ——¿Tienes planes para esta noche? ——No, no los tengo… aún… ¿Por? ——¿Qué te parece si salimos? — —Wow, ¿me estas invitando a salir? ¿Tú? ¿Eres Sofía Ferrandino? — dijo con sarcasmo.—Sí, pero si no quieres…——De acuerdo— La interrumpió su amiga. Con una sonrisa de victoria y después de quedar Sofía se despidió y volvió a entrar al baño. Se tomó su tiempo en la ducha pensando aún si sería buena idea ir a un lugar en el que no se sentía cómoda estar, apartando ese pensamiento de su mente para no darle lugar al arrepentimiento salió del baño para encontrarse nuevamente con su madre entrando a la habitación
Antonella vio a Xavier él Asintió y se acercó sentándose a la par de Sofía.—Sofía— La llamó él. Pero no volteó a ver por qué ella pensó que era producto de su imaginación y que por el alcohol hasta ya escuchaba su voz.Antonella la tomó de los hombros con delicadeza y la acercó a Xavier, él la atrapó en sus brazos e inmediatamente sintió como el cuerpo de Sofía se tensaba, ella abrió los ojos muy sorprendida, no era una ilusión él si estaba ahí sin haber visto su rostro Sofía supo que era él, se giró para verlo y de inmediato sonrió, ella llevó sus manos al rostro de él.—¿Esto es real? — preguntó ella.—¿Estas bien? — Le preguntó Xavier y ella asintió, él la sostenía de los brazos y pudo sentir que la piel de Sofía estaba muy fría. Se quitó su abrigo y se lo puso a ella.—¿Puedes caminar?—Quiero bailar contigo— Contestó ella.—No creo que pueda— intervino Antonella.—De acuerdo, entonces la llevaré— dijo Xavier levantándose con ella en sus brazos. Sofía rodeo su cuello con sus braz
Era casi medio día cuando Sofía despertaba se llevó una mano a su sien frotando en círculos con sus dedos tratando de aliviar el dolor de cabeza que sentía. Se giró para ponerse de medio lado y lentamente abrió los ojos.Era un alivio que estuviera en su habitación, aun no recordaba nada de la noche anterior ni siquiera que había salido con su amiga, apoyó sus manos en la cama para levantar su cuerpo se sentó en el borde y no tardó en darse cuenta del atuendo que llevaba puesto.Se quitó el abrigó y lo llevó a su rostro inhalando el aroma y supo de inmediato a quien pertenecía, las imágenes empezaron a llegarle cuando estaba en el club con su amiga, cuando estaban bailando, en ese momento ya estaba algo pasada de copas, pero aun así vagamente lo recordaba.Hizo un esfuerzo por recordar más, pero nada, no había nada más en su memoria entonces, ¿cómo fue que terminó con este abrigo? se preguntaba mientras buscaba su teléfono no lo miró por ningún lado, pero su bolso estaba en uno de los
Al día siguiente no se levantó tan temprano, sabía que el resto de la familia llegaría alrededor de las diez de la mañana si hacía un buen día pasarían un rato en el jardín o incluso en la piscina, para después almorzar todos juntos. Luego de que la familia creciera estas reuniones empezaron a hacerse más frecuentes, antes eran solo ella, sus padres y su hermano la mayoría de las veces.Bajó para ayudarle a su madre con la comida porque era domingo y ese día la mayoría de los empleados tenían libre, pero no fue necesario el ama de llaves estaba con Aurora preparando lo necesario.—¿Pastel? — preguntó Sofía, cuando se paseó por la cocina en busca de algo para comer.—Sí, tu hermano me pidió que les hiciera uno.—Debe seguir queriendo celebrar su boda.—O talvez celebremos otra cosa— Eso no tenía ningún sentido, así que se quedó cayada y no dijo nada más. Después de desayunar volvió a su habitación.Cada minuto que pasaba se sentía más ansiosa —Todo está bien, actúa normal— se repetía u