Sergio le comunicó a Aarón que la joven ya había firmado el contrato. «Por lo visto, cumplió su palabra, al igual que yo. Estoy acelerando los trámites de la documentación de ella para sacarla del país. Tengo muchos negocios pendientes. El cargamento está a punto de llegar».—¿Qué planes tiene? —pregunta Josh, detrás de él.— Quiero salir esta noche, necesito divertirme.—Creo que estoy familiarizado con el lugar ideal. —Josh acompañará a Aarón a una discoteca en la ciudad.Después de haber revisado los planos y que todo marchara muy bien, Aarón se duchó y colocó su fragancia favorita, Versace. Se puso una camisa oscura, enrollando sus mangas hasta los codos, y un pantalón de vestir negro. Peinó su cabello a la perfección hacia atrás, dejando caer un mechón rebelde en su frente.Josh le abrió la puerta del vehículo y se dirigieron hacia la ciudad. Al llegar al club exclusivo, Josh mostró las entradas, inmediatamente los dejaron entrar, llevándolos a la zona VIP. Observó todo el panora
Aarón no está nada contento con Francisca, por meterse tanto, ha notado que la joven es agradable, y obediente, solo espera que las cosas no se le compliquen cuando sepa que, durante cinco años, no verá la luz del sol. —¿Tienes sed? —Sara, nerviosa, se acercó a él, solo al recordar que la tiene bajo amenaza. Le tiembla el cuerpo. —Señor, ¿podría permitirme que hablara con ella en privado? —la voz ronca y viril de él le pone los pelos de punta a cualquiera. —No, creo…—la nana quería hablar, con rudeza. —Nana, por favor prepárese unos aperitivos, tengo hambre. —Sara intervino, ya que sabe lo que ese hombre sería capaz de hacerle si se enfadara. —¡Está bien hija! Solo gritas si me necesitas. —Francisca se retiró a la cocina con reluctancia. —Tu nana es impertinente. —la tomó del brazo y la apretó fuertemente. —Ella no tiene idea, por favor no le haga ningún comentario al respecto. —Le agradecería que me pusiera la camisa. —Aarón la soltó bruscamente, lo que provocó que ella perdie
Ella nota que solo ella y el conductor están ahí, eso le extraña mucho, aunque, por una parte, se siente más segura, no estando cerca de él. —¿Dónde está, el jefe? —El jefe se fue a su casa, desde hoy usted vivirá aquí. —Quién más vive en esta casa, ¿Por qué no me lleva a la casa de él? —¡Lo siento! Estas son mis órdenes, de vez en cuando vendrá un vigilante, no se preocupe, está vigilada en todo momento. —Está seguro, que aquí voy a vivir. Es que da miedo, no hay un alma de Dios en todo lo que veo —Así es, señorita. Sara tomó las llaves de la mano del chofer y abrió la puerta, en el interior había una mesa con una silla, una estufa y una puerta a la que Sara se acercó. Al entrar, vio una cama y el chofer le colocó las maletas en el suelo. Le mostró dónde se encuentran las provisiones para los días en los que ella estuviera presente. —¿No hay luz eléctrica aquí? —No, señorita, solo estas dos lámparas, en la mañana regresaré para mostrarle el pozo de donde sacara el agua, aho
Tengo que tranquilizarme y pensar con mente fría, no se me puede caer el negocio de la noche a la mañana, no le puedo dar ese gusto a Gil, ese hombre es capaz de sacarme del negocio, tengo que tener planes sólidos y gente de mi suma confianza. —¡Halo! —mi celular sonó, veo que es el doctor. —Hola, Aarón ya le practiqué los exámenes a la joven. —Erick, es mi doctor de cabecera, le pagué todos sus estudios universitarios, y ahora trabaja para mí. —Dime, cuando inicias con la inseminación. —Tenemos problemas, ¡graves problemas! —¡¡Qué carajos significa eso!! —La chica tiene SOP. —Habla claro. Deja de hablarme en clave de médicos que no entiendo nada. —La chica no puede concebir porque padece de ovarios poliquísticos, eso significa…—le corte la llamada, eso rebasó mi ira, tome las llaves del auto y salí de la casa. Estoy que me lleva el demonio. Durante todo el trayecto, maldije mi suerte. Cuando, por fin, hice planes para mis herederos, me salieron con esto. M*****a sea esa chica
Sara estaba deseando abrazarla, pero no quiso parecer una loca, además ni siquiera la conoce. Mientras charlaba con esa amable señora, se sentó sobre la cama. —Eso mismo me decía mi nana, pero me es difícil creer eso. ¿Le puedo pedir un favor? —Dependerá, solo recibo órdenes del jefe. Él es muy delicado. —Tengo hambre, no he comido en varios días, padezco de ansiedad y me da miedo tener una recaída. ¿Podría conseguirme algo de comer, lo que sea? —la señora lo pensó, a ella solo le ordenaron que la vistiera. —Lo único que puedo conseguirte es una manzana, la traeré con una ropa que de seguro te quedara mejor que ese vestido. La mujer salió del dormitorio. Sara sonrió porque, por fin, iba a poder comer algo. Su estómago no le daba tregua y rugía. Se asomó por la ventana y vio a varios hombres armados. Esa visión le erizó la piel. ¿Con quién se había metido su padre? Se preguntaba a sí misma. La señora le dio una manzana, para mitigar un poco el hambre, cosa que le agradeció, sintió
Sara se apresuró a mudarse de ropa, tenía que poner todo su empeño, esta oportunidad no la dejaría ir de sus manos, al menos no sería la amante de él y no se convertiría en una prostituta, lo demás lo soportaría con valentía. —¿Cuál es tu nombre? —Sara se dirigió al hombre que está fuera de su cuarto. —Peter, sígame, primero las habitaciones y los pisos, porque las chicas empiezan a trabajar desde las cinco de la tarde, para esa hora todo debe estar impecable, cuando los invitados lleguen, tienes que estar en el área de lavado lavando toda la muda que cambiaste, si logras agarrar ese ritmo no tendrás ningún problema. ¡Ah, otra cosa, será mejor que ningún invitado te mire, porque algunos tienes unos fetiches muy raros, y no te gustará estar envuelta con uno de ellos! —Haré eso, no estar cuando los invitados lleguen, eso lo comprendí. Peter la dejo en la primera habitación para que se fijara cómo deben estar, Sara entro y checo todo lo que le toca hacer, ya las habitaciones están imp
*AARÓN* Busco la manera de que por fin me salga un negocio bien, he tenido mala racha, desde que traje conmigo a esa chiquilla, a pesar de tener mi mente ocupada, el recuerdo de la chica sigue presente en mí. Cuando Josh entra con las grandiosas noticias de que la embarcación por fin ha llegado, eso me pone de buen humor, ya que habrá mercancía nueva en el negocio, es momento de visitar mis otros negocios y plantear a los encargados de cómo se clasificará la mercancía. Antes de llevar a las diferentes casas donde trabajaran, reciben una charla con nuestra psicóloga Mery Medellín, ella les lava el cerebro para que las chicas voluntariamente trabajen. Se les ofrece un buen salario para que les manden dinero a sus seres queridos, eso sí, el contrato que firman es por tiempo indefinido, hasta que ellas ya no atraigan a ningún cliente, se les despacha. Aproveche para visitar la jaula de oro, es uno de mis negocios VIP que tengo, porque poseo tres que son VIP. Últimamente, me ha dejado b
Él se limitó a conducir, estoy ansioso por llegar a ver qué novedad me tiene Erick, pero en eso Josh mira por el retrovisor y me dice que una camioneta nos está siguiendo, llamo a los de seguridad quienes nos siguen a una distancia prudente, así no caemos todos en la emboscada. —Nos siguen, dennos tiempo de adelantarnos. —Entendido jefe. —¡Aumenta la velocidad! Trata de perderlos al menos hasta que lleguemos al anillo de seguridad. Saco mi arma, el auto es blindado, pero las llantas no, y todos mis enemigos me imagino que saben eso, Josh cambia de calle a modo de perderlos, miro el auto de los nuestros atravesárseles y escuchamos las detonaciones, Josh me alcanza el chaleco antibalas. —¡Creo que los perdimos! —¡Vámonos a la casa!, y si mataron a los nuestros, recompensa a sus familias, hicieron un buen trabajo. —¡Eso haré! Al llegar avisamos a los del anillo de seguridad que no dejaran entrar a nadie a mi territorio, llegamos a la casa, al entrar miro a Erick con una taza de té