Charlie tomó la barbilla del joven y lo beso, un necesitado beso que deseaba probar, el joven abrió los ojos, no podía creer lo que él estaba haciendo, Charlie profundizo el beso empotrándolo contra la pared, hizo presión en la mandíbula del joven para que abriera la boca y acceder la lengua y explorar la boca del impresionado joven. Después de un buen rato besándose, Fabricio lo empujo con todas sus fuerzas, él se apartó y el joven salió corriendo de ahí, Charlie se pasó la mano por su boca saboreando con la lengua. —Serás mío, Fabricio. —Charlie sonreía al ver por el ventanal cómo el auto se retiraba. Fabricio, siente cosas en su cuerpo, llego a su apartamento, se tiró en la cama, aún está asimilando que fue lo que paso, un hombre lo ha besado, y lo que más lo confunde que no sintió rechazo hacia él, ¿Qué está pasando con él? Se cuestionaba en su interior. «¿Qué me está pasando?, porque de repente ocupas todo mi pensamiento, esto no me puede estar pasando, él es un hombre al igua
Aarón está pasando un buen momento con su organización, ahora es el líder de varios cabecillas y su negocio crece cada día más, organizo una gala para recompensar la lealtad de sus miembros, todo está listo. —Hermano, encárgate de la seguridad, no queremos sorpresas. —Lo tengo cubierto, hermano. Sabes si el señor Charlie asistirá. —Sí, me dijo que vendrá acompañado, ¿por qué la pregunta? —Tengo tiempos de no verlo en las reuniones que haces. —Estaba fuera del país, ¿te interesa ese tipo? —No, qué tonteras dices, solo cuestiono porque es uno de nuestros socios mayoritario. —No importa, haz tu parte, él llegará a la gala. Fabricio sonrió ante sus últimas palabras, se retiró a terminar su trabajo, la hora se acercaba para que los invitados comenzaran a llegar, Aarón se terminó de arreglar, viste un traje a la medida color blanco, mientras se ve en el espejo el recuerdo de Sara se le hace presente. «Realmente deseo que estés viva, te imagino con mi hijo en una cabaña siendo muy fe
Sara Christine, una joven que nació en Londres, sus padres tenían una economía estable, eso les daba la oportunidad de darle de todo a su única hija, quien padecía de obesidad. Los pediatras le aconsejaban que la mantuvieran con una dieta permanente para evitar posibles enfermedades que surgen por el sobre peso.Les dolía el corazón que ella pedía de comer lo que era prohibido, que al final le terminaban dando, siempre decían de vez en cuando no es malo, sin imaginarse que a largo plazo ella sufriría las consecuencias. A su corta edad ella supo lo que es ser despreciada por su propia familia sin saber el motivo que origino ese odio.Sara creció sin complejo por el amor que sus padres le daban, haciéndola sentir siempre bella. Ya que ella había venido a ser una pieza importante en su felicidad, Samanta, la esposa de Oliver, era estéril, después de quince años de matrimonio se dio cuenta de la dura realidad.—Mujer tranquila, la niña será feliz.—Es que no quiero que después se sienta m
En una familia donde eres una amenaza económica, el desprecio y la humillación están en todo momento. Oliver está preocupado por su hija que acaba de perder a su madre. —¿Te preocupa esa arrimada? ¡Es el colmo contigo, hermano! —No te expreses de esa manera Vanesa, a ella le ha dolido la partida de su madre. —Sabes que no es nada de nosotros, no sé por qué te empeñas en seguir teniendo a esa gorda. Mejor concéntrate en tu trabajo. —No te permito que te expreses de esa manera, ella es mi hija, Samanta y yo la adoptamos legalmente desde que nació. —Por favor hermano, sabes que esa chica solamente te estorbara, tú tienes mucho trabajo, debes enfocarte en hacer crecer la herrería. Nuestros gastos han aumentado y queremos que nos subas la tarifa de lo que nos das. —Ese es mi problema, por favor ya párale con ese odio que le estás enseñando a tus hijas. La tarifa seguirá igual, yo también tengo gastos. Además, es lo justo lo que les doy. —Mis hijas simplemente expresan lo que sienten,
Oliver por fin pudo ponerse en contacto con una de sus hermanas, estaba tan preocupado que no le puso cuidado a una punzada que le dolía en el pecho. Al escuchar la voz de su hermana se alegró de que por fin cayera la llamada. —¿Qué quieres? Habla que no tengo mucho tiempo, estoy por irme al Spa. —Hermana, he tratado de llamar a mi cuñado y mi hermana y ninguno me contesta, no sé qué les está pasando. —¡Ah! Ellos se fueron del país por motivo de vacaciones, ahora viven en Europa, es que acaso no te dijeron nada. Hermano, estás muy alejado de la familia que no sabes nada de nosotros. —No lo sabía. ¿Cuándo se fueron? — el dolor aumento. —Hace unas semanas se fueron, no se dé donde agarraron dinero, porque para esos lujos hay que gastar mucho billete. Oliver, escucha la voz de su hermana muy lejos, no puede creer lo que está escuchando, colgó la llamada y con ayuda del empleado, quien lo ayudo a subirse al auto, condujo despacio hasta su casa. El dolor cada minuto era insoportable
Buscó en sus cosas a ver si había algo de valor que podría vender, para poder comprar comida, por lo menos para esta semana, pero cada objeto le recordaba a su difunto padre, y se le hacía difícil deshacerse de ellos. Ahora su vida se ha complicado aún más, y no puede recurrir a sus tías, porque sabe que la odian a muerte. «Que haré, tengo que pensar en algo, no puedo perder lo que mi padre me ha dejado, jamás perderé esta propiedad, juro que haré lo que sea para mantenerla, te lo prometo papito» —pensó, mientras busca cosas de valor. Al final no encontró nada, bajo a cenar y le contó a Francisca que no encontró trabajo, La mujer mayor la animo, que esperará unos días y después lo intentará de nuevo. Nunca se sabe cuándo la suerte les cambia a las personas, en estos momentos se reprende no haber aceptado las joyas que su padre le ofrecía en el pasado, siempre ella se negaba, porque no salía a ningún lado. Después de un mes las cosas se complicaron más, por el hecho que les cortaron
*AARÓN* Le tomo del cabello, le doy un beso agresivo mordiéndole el labio inferior, y tirándola con fuerza lejos de mí, bien sabe que cuando quiero algo lo tomo sin preguntar, no necesito que se me ofrezcan. —Ahora vete y haz tu trabajo. —Me rompiste el labio, con que me dijeras que no, era suficiente. —Para la próxima medita muy bien tus palabras y movimientos. Ahora lárgate a tu trabajo, dentro de dos semanas viene otro cargamento de chicas, te quiero alerta, ya que al principio se quieren escapar. —Bien sabes que a mí no se me escapa una, soy tu mejor empleada. —Eso espero, porque ya tengo compradores potenciales, por eso quiero viajar esta semana antes de que llegue ese cargamento. —Cuando regreses las chicas ni parecerán pueblerinas. —Ya sebes el discurso, a cada una se le dará una cuota para que ayude a sus familias, así las mantenemos contentas haciendo mejor el trabajo. —Ya tengo cubierta esa parte, mejor me voy, no dejo de sangrar por tu culpa. —Ya lárgate. Me enfer
*AARÓN* Al encender la laptop lo primero que hago es revisar el correo, en cuanto lo abro una foto me llama la atención, “quien lo iba a decir la gordita sexi es la deudora”, qué casualidad, aunque no creo en las casualidades, pero esa chica no me conoce. Llamo a Sergio. —Halo, dígame, señor. —Sergio, tráeme a esa chica a mi casa, vendales los ojos porque no quiero que me vea. Quiero escuchar lo que tiene que decir. —Entendido, señor, ella se pondrá muy contenta. —ya veremos si las casualidades existen y hasta donde es capaz de llegar por pagar lo que su padre me debe. Al día siguiente, Sergio me avisa que viene con ella, y ha hecho lo que le he ordenado, de alguna manera ella me devolverá mi dinero, aún no sé nada de ella. Una de las sirvientas toca la puerta de mi despacho, le digo “Adelante” —Señor, el abogado llego. —ordeno que pasen. —Buenos días, señor. —lo miro entrar solo. —¿Vino la chica? —no me gustan los rodeos. —Si señor. Ella espera en la sala. —¡¡Porque carajo