—Tiene 17 años y es hija de una prostituta, el año pasado la salvé de una fuerte pulmonía, su madre me la vendió prácticamente por dinero para comprar heroína, y eso hice, después la traje aquí y ahora trabaja para mi —me explica y me muerdo el labio inferior.
—¿Y sueles follar con las mujeres que trabajan para ti? —pregunto con cautela.
—Claro que no, jamás toco a mis empleadas ¿Celosa? —un brillo de diversión se aloja en sus ojos.
—No, ¿por qué debería estarlo? No siento nada por ti, y lo que comenzaba a sentir, tú lo mataste —bufo—. ¿Qué ha pasado con mi primo?
Alguna vez leí en un libro que a veces las personas nos sentimos como barco sin navegante, como náufrago sin a donde llegar, o como aquella hoja que se lleva el viento sin rumbo ni dirección, bueno, pues si a eso le sumo el hecho de saber que conozco a Lenin desde que era una niña, y que al parecer hay una historia llena de secretos que desencajar de mi pasado, para obtener las respuestas, creo que mi resultado sería; persona blanca, como una hoja virgen en la que nadie ha escrito, así me siento yo en estos momentos en los que Isac me cuenta cosas que no entiendo, bajo la mirada inquisidora de Lenin.—¿Y bien? —Inquiere Isac sin perder de vista mi rostro—. ¿Qué dices a todo esto?—Pues no lo sé, tengo que procesar… según lo que me
-¡Llévensela Isac, él sabe que hacer! -Exclama Lenin-. ¡Hagan llamado, un nuevo juicio inicia mañana!Toso y él me lleva de inmediato al baño, me echa agua en el rostro, creo que incluso he olvidado como se respira, luego me hace beber agua y lo hago haciendo gárgaras y escupiéndola misma agua tratando de que no quedara rastros de la leche, sea lo que sea que tuviera, se sentía mal.-¡¿Qué mierda?! -la voz de Ryan llega a mis espaldas.-Llama a Cayetano, necesito que la revise y que le haga estudios, quiero descartar que tenga en su sistema veneno -le informa Lenin y siento un miedo que te cagas cuando lo escucho hablar de veneno.-Ahora mismo.
Luego de que el doctor de cabecera de los Hoffman me revisará y mandara hacerme pruebas de sangre, se retiró dejándome sola en la habitación, una que se sentía enorme, el frío comenzó a colarse en mis huesos y por más intentos que hice por dormir, no pude, tenía hambre pero ahora me negaba a probar alimento alguno, suficiente tuve con saber que Agatha quería envenenarme como para ser confiada de nuevo.El ruido de mi estómago es insoportable y me hundo en la oscuridad, cierro los ojos y me hundo en un sueño pesado, o al menos eso es lo que intento.Todo a mi alrededor es borroso, solo distingo un par de paredes blancas, un pasillo estrecho por el que corro en busca de alguien, pero me detengo frente a una puerta que permanece entre abierta, la voz de
PASADOEnocSteely Albus Hoffman eran amigos desde que eran adolescentes, crecieron siguiendo las normas que les obligaban sus respectivas organizaciones, mientras el primero era un científico muy importante que había nacido bajo la influencia de una de las organizaciones más sanguinarias del mundo: la mafia roja, el segundo había sido educado desde muy corta edad para ser el líder de la mafia italiana, su lema era sencillo: la familia es primero, mientras que la ley de la mafia roja le dictaba un sangre por sangre.Ambos se habían conocido en una de las tantas reuniones de la pirámide para que los clanes trataran acuerdos sobre la organización, fue cuando se dieron cuenta de la compatibilidad que tenían, y
LENINLa sangre se me pudre cuando Anelys me cuenta todo, Enoc Steel, había escuchado hablar de él en algún momento de mi vida, haciendo memoria creo haber escuchado ese nombre de la boca de mi padre hace años, pero no le presté en su momento la atención requerida porque estaba más interesado en eliminar a nuestros enemigos, que andar a hurtadillas escuchando las conversaciones, pero saber que fue mi padre quien la secuestró llevándola un mes entero con su progenitor, me llena la cabeza de dudas y esas mismas comienzan a aventarme respuestas. El ardor en mi garganta cuando me paso el tequila en silencio, no ayuda en nada.—Si gustas puedo conseguirte una puta —ríe Ryan soltando el humo de cigarrillo.
Sin pensarlo dos veces, entro de golpe y salivo con lo que veo, Anelys está abierta de piernas, masturbándose, sus mejillas están rojas, me ve e intenta sacar su mano de sus bragas pero cierro con pestillo y antes de que incluso lo haga, dejo el arma sobre la mesilla de noche y la detengo.—Lenin…—¿Necesitas ayuda?—Yo… no…—Ya había escuchado que las mujeres embarazadas se vuelven cachondas, pero nunca pensé que esto sería tan sexy —ronroneo en su oído subiéndome encima de ella, abriendo sus piernas con una de mis rodillas.—¿Qué haces? —se agi
DIABLOTodo mi cuerpo arde, la piel me pica y he estado tanto tiempo hundido en la oscuridad, que creo que se ha adherido a mi cuerpo como una segunda piel, padre me había castigado por haber entrado en contacto con mi hermanaAnelys, la niña rubia de ojos azules que me cautivó desde que la vi, y es que detrás del vidrio me sentía lejano al verla jugar con sus muñecas, por lo que ayer en la tarde, al saber que nuestro padre estaba en una conferencia por video llamada, aproveche al verla llorar en un rincón, abrazando sus rodillas y descansando su barbilla en una de estas.Llevaba puesto un vestido rosa y era difícil no obviar sus zapatos rosados con brillos, su cabello oscuro caía sobre sus hombros y sus ojos azules denota
Bajo el arma pero no mi defensa, y al igual que él, me pongo esa máscara de hipocresía e indiferencia que tanto le gusta usar con el mundo entero.—No sabía que vendrías de visita, nunca lo haces —digo cerrando la puerta—. Has venido solo.—¿Acaso necesito venir armado o con hombres para ver a mi propio hijo? —toma mi rostro entre sus manos y detalla mis ojos, para luego darme un casto beso en cada una de mis cienes.—Por supuesto que no, padre.—Lo supuse.Gira sobre sus talones y comienza a ver con ojo analítico cada cosa a nuestro alrededor, mantiene el silencio que tanto me inquieta y que m