Para el principio de la siguiente semana y luego de que Luke diera su aprobación, volví al trabajo y a mi rutina diaria. Dorian ya estaba a punto de abrir su firma, su cuñada Kara se había encargado de la decoración, y él había contactado con otros dos abogados conocidos para que se unieran, junto a Scott y una secretaria. Una mañana, mientras desayunábamos me había dicho que le gustaría que yo tome el trabajo, pero que no se podría concentrar si me tenía ahí, que sólo pensaría en cogerme a cada momento y eso dificultaría su trabajo, reí divertida y le agradecí, pero estar en una oficina no era lo mío. Luego de mi jornada en la cafetería me iba a la universidad y luego Dorian pasaba por mí y terminábamos en su casa, cada noche era una nueva experiencia y poco a poco fui convirtiéndome en una mejor sumisa. Todo lo que
Al mediodía Blake entró a la cafetería acompañada por Chase que dormía en su carrito. —¡Hola preciosa! —me saludó con euforia mientras nos abrazábamos. —Hola cariño. ¿Cómo están? —respondí con el mismo interés. Nos habíamos hecho muy buenas amigas, hablábamos a diario y cada vez que podíamos nos juntábamos a almorzar o a tomar un café. Tomé mis cosas y nos fuimos a un restaurante cercano. Hacía mucho frío y pronto comenzarían las nevadas. Nos sentamos, ordenamos y de inmediato nos pusimos al día. —¿Hablaron del collar definitivo? —preguntó Blake ansiosa. —Sí, me dijo que cuando me entregue por completo a él y ceda mi voluntad lo tendría. —¿Más? —Así es, es que aún hay algo a lo que no me animo… —Las sesiones múltiples ¿verdad? —Es más sobre cederme. —¿A qué le tienes miedo Sam? —Con Dorian soy capaz de cualquier cosa, confió en él, por más que m
Desde el momento que conocí a Samantha supe que sería mía. No había otra opción posible. Todo en ella me fascinaba, su simpleza, su belleza, incluso su timidez me resultaba encantadora.El hecho de que no supiera lo maravillosamente sexy que era, y lo deseable que me resultaba, era incluso enloquecedor.A medida que fui conociéndola, y entrenándola, me sorprendía cada día más.Había visto en sus ojos una pasión contenida, y sin dudas sabía que era sumisa, algo en su mirada me lo confirmaba. Pero no creí que pudiera convertirse en una sumisa tan educada y complaciente, a veces llegaba a asustarme su entrega, de que fuera sin ningún límite, que jamás me dijera que no, que esté dispuesta a darme cualquier cosa que le pidiera. Temí haberlo llevado demasiado lejos.No quería quitarle todo, por el contrario, me encantaba qu
Glosario 24/7: Término conocido como la relación BDSM las veinticuatro horas, los siete días de la semana. Amo/a: Es una más de las acepciones con que se designa al dominante en una relación D/s -en las relaciones S/M no es tan usual, aunque también se utiliza. En los juegos de rol, especialmente en la escena angloamericana, se habla de top. Otras referencias son Maestro, Dueño, Señor o Master. Arnés: arnés, de cuerpo o corporal: un tipo de prenda, muy usada y apreciada en escenarios S/M y D/s, consistente en tiras de cuero y/o metal que enlazan el torso, con ciertas reminiscencias de la imagen que se tiene de los gladiadores romanos y de un atuendo "esclavista". Se basa en enlazados de cuero y cadenas finas de metal, que dejan libre los senos. Los varones sumisos también los suelen usar, con algunas variantes. Puede ir acompañado o no de u dildo adosado en la zona genital, de doble penetración o simple.
Las personas tienden a dejarse llevar por primeras impresiones. Muchas veces al conocer a alguien, su aspecto, sus primeras palabras para con nosotros, sus actitudes, definen nuestra relación.Pero, ¿cómo juzgar un libro por su portada? Eso es algo inaudito, es rehusar la oportunidad de que alguien te sorprenda, es dejarse llevar por un momento, por un instante… ¿Y si te equivocas? ¿Y si todo lo que crees saber, desaparece en un segundo?Durante toda mi vida, fui víctima de las impresiones, la mayoría equivocadas, de quién soy o quién creen que soy. Al presentarme y decir mi nombre, enseguida la gente relaciona a mi familia conmigo, y no podríamos ser más diferentes. O, al saber mi profesión, se hacen una imagen errónea de mí, de mi moral, de mis valores. O tal vez, me conozcas en otro ámbito, algo más… oscuro, por así decirlo, y te imagi
Como siempre a mi amada familia que siempre me apoyan cariñosamente y me alientan a seguir mis sueños. Sin ustedes nada de esto sería posible. Y sin su entendimiento, mi vida no sería lo mismo. ¡Gracias!A mis amig@s por el apoyo contínuo. A Cat por incentivarme a seguir escribiendo, por mostrar el amor por mis historias. Por su entusiasmo cada vez que lee uno de mis nuevos proyectos.A todos los seguidores de mis libros. Gracias por mostrarme su amor, me llenan el alma.
—Señorita Clark. Señorita Clark —una voz femenina rompió mi concentración, llegó mi turno.—Sí, aquí estoy —contesté con la voz aún temblorosa, las manos me sudaban, las rodillas me temblaban, mi cabeza era un completo desastre, no podía parar de pensar en todo lo que podía salir mal. «Ley de Murphy Sami» me repetí a mí misma. Si algo va a salir mal, saldrá, no puedes manejarlo, ya déjalo, decía la voz de mi conciencia. Respiré hondo y me llené de valor, tomé mi estuche y caminé hacia el auditorio.El lugar se encontraba casi vacío, excepto por cinco personas que integraban el jurado. La luz me cegó y casi no me dejaba distinguir la cara de ellos.—Señorita Clark, ¿Qué nos interpretará? —el Señor Kembrich. Recon
Me desperté sobresaltada, bañada en sudor. Sentí la humedad de mi entrepierna y una sensación nueva se apoderó de mí, ansias… estaba a punto de venirme y ni siquiera me había tocado. Había tenido una pesadilla, iba por un callejón oscuro, sola, caminaba bajo la luz de la luna en una noche fría de neblina espesa. Sentí que alguien me seguía y apuré el paso, mi corazón comenzó a latir con fuerza y mi respiración se volvió dificultosa, pesada. Apenas podía ver, pero noté la silueta de un hombre detrás de mí. Quería gritar y correr, pero no podía, tropecé y caí al suelo, mis rodillas ardían contra el pavimento y entonces el peso de un cuerpo sobre mi espalda me impidió ponerme de pie.—Si gritas, te lastimaré… mucho —susurró de manera amenazante una
Llegamos a la cafetería donde trabajo medio turno en la avenida Lexington y la 72nd este, en Upper East Side. Me despedí de Jason con un beso cariñoso y me metí al local.July, la encargada de la cafetería y mi mejor amiga, ya estaba acomodando las cosas cuando llegué.—Buenos días July.—Buen día Sami. ¿Y bien? Cuéntame ¿Cómo te fue en la audición?—Lo sabré en una semana —respondí mientras dejaba mis cosas en la oficina y me ponía el delantal negro.—Es demasiado tiempo. Deberían decírtelo en el momento.—Eso sería genial, pero no funciona así.La cafetería se llenó inmediatamente como cada día. Decenas de hombres de traje y mujeres elegantes comenzaron a desfilar. De pronto mi amiga me dio un codazo en las co