Capítulo 3
Ibiza
Estuve un buen rato platicando con mi jefe y su esposa hasta bien entrada la noche, cuando a lo lejos veo a Kate, mi secretaria y única amiga en la empresa, acompañada de Clara quien era la secretaria del área de recursos humanos. Ellas al parecer estaban platicando de cualquier cosa, pero fue ahí que note la oportunidad de escaparme de donde me encontraba y no es porque me disguste estar hablando con mis jefes. Sino más bien lo hice porque después de un rato me sentí incomoda con la mirada de tres de sus hijos puestas en mí; no obstante, a decir verdad, la que más llego a incomodarme fue la de su hijo Alejandro, quien por alguna razón me ponía nerviosa y con los pelos de punta.
Luego de despedirme de ellos alegando que iba a saludar a alguien más, voy directo hacia donde esta Kate, quien me recibe con un fuerte abrazo y una sonrisa. Todo lo contrario de Clara, quien solo mueve su cabeza en forma de saludo, pero para mí no es novedad que no me soporta y sin motivo aparente.
- Por Dios, estas espectacular Ibiza y te envido en este momento. Que suerte tienes mujer – dijo Kate moviendo sus cejas, pero la verdad es que no sabía a que se refería.
- ¿Oye por qué dices eso? Que yo sepa tú también te ves muy guapa.
- Que va mujer, no lo digo por eso. Más bien lo digo porque eres la única que se ha acercar a esos cuatro ejemplares masculinos y encima de eso has compartido con ellos gran parte de la noche. Incluso los inversionistas más antiguos de la empresa han dudado en aproximarse a ellos por el aura de poder tan fuerte que desprenden.
- Oye Kate, no es para tanto. Que yo sepa ellos son simples hombres como cualquier otro y no tienen superpoderes como para temerles tanto - digo en modo de broma para que ella se relaje, pero no parece funcionar.
- Tal vez tengas razón cuando dices que ellos no tienen superpoderes, pero esos hombres son los más codiciados del salón esta noche y de seguro no me creerías si te cuento la cantidad de mujeres que están haciendo fila para estar con alguno de ellos - dijo ahora Clara, quien me hace verla fijamente porque de seguro ella es una de esas mujeres.
La verdad de ella algo como esto no me sorprende para nada, ya que todos en la empresa sabemos que ella es una auténtica zorra que se hace pasar por mosca muerta. Sin embargo, con el tiempo muchos hemos visto como se lanza a los brazos del primer postor que se le aparece y todo para obtener beneficios sin su propio esfuerzo.
Luego de ese comentario tan salido de lugar que había hecho Kate, ella no volvió a decir otra palabra al respecto y solo nos dedicamos pasamos la noche platicando y tomando un poco. Aunque, a decir verdad, no es como si yo hubiese tomado mucho debido a que no sé hacerlo bien y no quería emborracharme para evitar cualquier ridículo que pudiera afectarme. Así que a mitad de la noche cuando unos hombres desconocidos se me acercaron al parecer con dobles intenciones, decline de inmediato sus insinuaciones al no estar interesada. Ellos querían algo más que yo no estaba dispuesta a darles, pero cuando vieron que no obtendrían nada por mi parte, al cabo del rato se marcharon y lo agradecí internamente porque ya me sentía incomoda y al parecer Kate también.
Cuando después de un rato note que mi copa ya estaba vacía, le había informado a Kate que ya no quería tomar mas, pero al notar como Clara traía supuestamente las ultimas copas para nosotras; con tal de no hacerle un desaire la termine acepando. No quería que pensara que era una maleducada por rechazarla después de que había ido por ellas.
Después de esa última copa que me tome para no desencajar, de la nada comencé a sentirme algo mareada y de seguro era porque como no acostumbro a tomar tanto, la última pudo haberme hecho daño. Así que después de informarle a Kate que iría al sanitario para poder refrescarme, me fui caminado a duras penas hasta poder llegar.
Cuando estuve dentro del baño de inmediato me puse un poco de agua en la cara y ni siquiera me importo el maquillaje debido a que según me dijeron las chicas, este era a prueba de agua. Luego de unos minutos sin saber que me pasaba realmente, mi cuerpo se sentía aún más raro y sentía contra la tela del vestido como mis pechos estaban duros y erectos. También sentía mi entrepierna humedecida como nunca y jadeos involuntarios salían de mi bija sin poder evitarlo. Sin embargo, mientras seguía en aquel baño buscando la manera de calmarme, los minutos seguían transcurriendo y todo en mi cuerpo se calentaba cada vez más, haciendo que hasta la ropa me estorbara.
Agarrando mi teléfono y marco pidiendo un servicio de taxi para poder volver a casa, ya que al no sentirme bien no creo que sea buena idea seguir aquí. Así que desidia salgo de aquel baño sosteniéndome de las paredes como puedo hasta llegar a la recepción y una vez ahí le digo a la chica recepcionista que me ayude. Ella solo tendría que aviarme cuando mi taxi llegara, a lo que ella muy amablemente me dijo que no sería un problema.
De camino a sentarme en uno de los muebles cera de un ventanal para refrescarme, los jadeos salían de mi boca con más rapidez y un dolor insoportable recorría todo mi cuerpo haciéndome temblar. Hasta mi vista se estaba nublando por completo y yo ya no sabía ni por donde iba caminando. Únicamente sabia que esto no era normal, pero cuando casi caigo al suelo en una de las veces que intente dar un paso, de la nada unos brazos fuertes me sostienen antes de que me haga daño contra el duro suelo.
- ¿Se siente bien señorita? ¿Qué le pasa? - escuché que dijo esa persona que me sostuvo con un tono de voz muy varonil y a su vez, muy sexy.
Aunque no pude distinguir bien quien era la persona que me sostenía, en el fondo la verdad es que no me importaba. Yo en lo único que estaba pensando en este momento eran en besar esos labios, esos que se veían tan carnosos y jugosos como una manzana. Así que sin dudar un segundo en si estaba bien o mal lo que haría, de un solo movimiento me encontraba besando a este hombre extraño. Ese que estaba provocando que mi piel se estremezca por completo al corresponder a mi osadía y sinceramente debo reconocer que no me apetece separarme de él para nada. Siento que si dejo de besarlo en cualquier momento se ira y de paso dejare se sentir esta sensación delirante que no me deja pensar.
Capítulo 4AlejandroSi les digo la verdad y me presento, diría que yo no soy un hombre amante a estas reuniones sociales que organizamos los ricos, aunque en ocasiones sean por una buena causa. Sin embargo, a diferencia de mí, a dos de mis hermanos les pasa exactamente lo mismo y la única excepción es mi hermano mayor, Salvador. Él y mi cuñada si disfrutan en todo momento de los eventos que organiza nuestra madre y creo que de los cuatro Salvador es quien más se parece a ella.Cuando se trata de protestar para ver si podemos librarnos de vez en cuando de ciertos eventos, ni mis hermanos ni yo ganamos la partida. Siempre que nuestra madre se pone en plan seria, en ese instante sabemos que es mejor obedecerle y callar. Es por eso que aquí estamos todos esta noche delante de muchas personas, siendo presentados como los herederos del imperio de nuestro padre. Quien a lo largo de su vida no solo se a dedicado a la construcción de hoteles, casas y de más; sino también a la decoración de pa
Capítulo 5IbizaAl levantarme de la cama no puede evitar sentir como mi cabeza dolía como nunca, me sentía horrible sin razón y mi cuerpo lo percibí diferente a otras veces. En un momento dalo, cuando intenté ponerme de pie, un terrible temblor recorrió mis piernas y una punzada en mi intimidad se hizo presente. Así que me volví a recostar tratando de acordarme de que me había pasado para estar así y como si fueran flash mis recuerdos me inundaron de pronto dejándome saber la razón.Recuerdo…- ¡Dios! Me duele todo el cuerpo, no puedo más - me quejo de inmediato removiéndome en la cama.- Qué bueno que ya estás consciente ¡Bien! El doctor dijo que estarás bien, pero debes calmarte y relajarte - dice una voz a mi lado y es ese tipo de voz sexy que te hace mojar hasta las bragas.- ¿Qué me pasa? ¿Por qué un doctor me reviso? Me siento muy mal.- ¡Cálmate! Si te reviso un doctor es porque te drogaron, pero pronto pasará todo. Solo debes relajarte y descansar. Si quieres puedo llamar a a
Capítulo 6IbizaDespués de calmarme estaba en silencio buscando en mi mente las respuestas a las miles de preguntas que tengo ahora mismo en mi cabeza y simplemente no encontraba nada ¿Qué se supone que iba a hacer yo ahora después de haberme acostado con él? De seguro Alejandro debe de estar pensando que yo soy una zorra, una que se acostó con él solamente por su dinero y para acabarla de empeorar, todo lo que pasó entre él y yo me resulta confuso ¿Qué hacía yo con Alejandro en esa habitación del hotel? ¿Cómo se supone llegué yo ahí? Lo mas claro que recuerdo es haber hablado con la recepcionista para lo de mi taxi.Cuando mejor amiga toca mi mano tratando de hacerme reaccionar, yo lo único que hago es poner mi cabeza en su hombro para esconder mi cara en el debido a que sinceramente no tengo muchas ganas de hablar. Solamente quiero quedarme en silencio lamentándome por haber sido tan tonta,- ¿Ya te encuentras mejor? - pregunta Cristal acariciando mi cabello.- Si a estar mejor te
Capitulo 7IbizaSentía mi corazón latir a mil por horas, ya que Alejandro Galle estaba parado justo en frente de mí y yo estaba que ni siquiera sabía qué hacer o decir. Solamente se que él me miró fijamente por unos segundos y luego subió junto conmigo al ascensor en total silencio. Sin perderme ningún movimiento suyo debido a lo nerviosa que estaba, veo como presiona el botón hasta el último piso, para luego colocarse detrás de mí.Mientras él estaba detrás de mí yo podía sentir claramente como su mirada estaba fija sobre mi cuerpo y como el suyo estaba cada vez más cerca, pero sin rozarme. Por lo que debido a eso comencé a ponerme aun más nerviosa y todo empezó a darme vueltas anunciando que en cualquier momento podría darme un ataque de pánico.Como si fuera una advertencia en menos de dos de segundos sentí un fuerte mareo, el cual me hizo balancearme y justo antes de caer sentí como Alejandro me tomaba por la cintura evitando así que me diera algún golpe. Sin embargo, y sin saber
Capítulo 8AlejandroYa era sábado por la mañana y estaba en casa de mis padres junto a mis hermanos para pasar tiempo con ellos. Estábamos todos en la sala y mis hermanos platicaban entre ellos de temas que ni siquiera entendía debido a que estaba inmerso en mis pensamientos. Es que por alguna razón no podía dejara de pensar en Ibiza y mucho menos podía olvidar lo que había pasado entre nosotros.¡Es que, Dios! Seguramente esa mujer debe estar odiándome porque le quité su virginidad cuando ni siquiera era consciente de ella misma. Me aproveché de Ibiza al dejarme arrastrar por ese beso que me removió hasta el alma y aun recuerdo cada expresión, cada gemido, cada caricia que recibí de su parte bajo el efecto de esa droga. Sin embargo, he de admitir que por encima de la culpa que siento en este momento por haberme aprovechado de ella y el hecho de haber engañado a mi novia, no me arrepiento. Es que de verdad si disfruté haciéndola completamente mía y si no me hubiese topado con esa bar
Capítulo 9Alejandro10:00 p.m.Ya ha pasado un mes desde lo sucedido y desde que escuche aquella conversación tras aquella puerta. En todo este tiempo Ibiza no me ha dirigido la palabra y ni siquiera me ha reclamado algo aun cuando sé que se siente mal por eso. Tal y como lo dijo ella ha fingido que no pasó absolutamente nada entre los dos, pero por alguna razón eso me ha molestado bastante sin saber por qué. Cada vez que me ve me ignora o me trata de usted delante de los demás sin salirse de la línea y eso solo lo hacia si era estrictamente necesario debido al momento.Con respecto a la repartición de la empresa, esta fue una muy justa por parte de nuestro padre y todos lo aceptamos sin problema alguno. Era obvio que Salvador al ser el mayor se quedaría en el país con la presidencia, mientras que Iván ocuparía un cargo directivo siendo su segundo al mando y yo dirigiría la sede de New York al vivir haya. Ahora y con respecto a Max, el también dirigirá la cede que papa tiene Londres,
Capítulo 10IbizaEl mismo día horas antes …Ya ha pasado un mes desde lo ocurrido y yo no había cruzado más palabras con Alejandro Galle a no ser solo necesario por cuestiones de trabajo. Hoy no había podido ir a trabajar debido a que llevaba muchos días sintiéndome mal, por lo que me reporté enferma con mi jefe y él me dio el día. Me había pasado la semana con muchos mareos y vómitos, a tal punto de que casi pierdo el conocimiento la noche de ayer en el baño.Al contarle a Cristal lo que me estaba sucediendo para que me ayudara, ella hizo un mal chiste por la situación, el cual luego de burlarnos por unos minutos nos dimos cuenta de que tal vez eso podía ser verdad. Así que ahora me encuentro esperando en la sala a mi mejor amiga, quien llegó muy temprano y me trajo mi encargo de la farmacia como se lo pedí.- ¿Cuántas de esas compraste? - pregunto mi hermana que no había ido hoy a la escuela para estar conmigo y cuidarme.- Pues traje cinco – dijo como si nada.- ¿Tantas? - pregunt
Capítulo 11Ibiza- ¿Qué piensas hacer Ibiza? ¿Se lo vas a decir al padre de los bebés? - pregunta mi hermana, pero yo no digo nada.La pregunta resuena en mi cabeza como un eco a lo lejos y yo no sabía que contestar ¿Acaso tendría el valor para decirle? No lo sabía; hasta ahora eso era en lo único que no me había puesto a pensar y sinceramente no me veo en ninguna escena diciéndole a ese hombre que iba a ser papá de dos bebés.- Ibiza ¿Acaso escuchaste lo que te pregunté?- Si, Gi, si te escuché, pero sinceramente no estoy muy segura de hacerlo ¿Qué tal que piense que me acosté con él y me embaracé solo para sacarle dinero? No sé si soportaría que me tratara mal.- ¡A no, amiga! Eso sí que no – dijo de inmediato Cristal viéndome fijamente – Aquí el único culpable es él por no cuidarse aun cuando supo que era tu primera vez. Debió suponer que no tomabas o usabas algún método anticonceptivo.- Sí, eso es verdad, pero a mí tampoco se me ocurrió tomar la píldora del día después cuando es