Por la tarde pasé por Johan a la escuela, Dewey ya nos estaba esperando en los videojuegos, era su lugar favorito, a mi me daba dolor de cabeza, se la pasaron bien casi toda tarde y al final fuimos por unas hamburguesas.–¿Qué pasó con Claire? –dudé –. Creí que la traerías. –No, está trabajando y este era nuestro día, ya sabes con Johan, quiero decir…–Entiendo –lo detuve –. No quieres que la conozca aún. –Si, exacto –afirmó –. Estamos empezando y es muy pronto para esas cosas, no creo que sea tiempo aún, pueden suceder muchas cosas, ya sabes. –Entiendo. Dewey parecía pensar demasiado las cosas, Aleks me pidió matrimonio al tercer mes de estar saliendo y recuerdo que Sean aceptó casarse conmigo en el momento que su padre se lo dijo, me alegra que al menos hay un hombre sensato de todos los que he conocido. –¿Cómo se conocieron?–Oh, bueno, ella está en la empresa –respondió.–Trabaja para el restaurante.–Mas o menos.–¿Cómo que más o menos? No entiendo.–Es la hija del jefe.–Oh
Johan pasó a despedirse de Sean, solo lo abrazó y me hizo esa mirada que hace para intentar detenerme, hace muchos años me hubiera convencido, ahora solo espero que pueda mejorar solo. –Vamos a venir la próxima semana –avisé. –Maggie, por favor… –Te llamaremos –lo interrumpí. Miró a Johan y luego a mí, no podía decir nada frente a él, ya era demasiado tenerlo mudándose de casa todos estos meses. –Bien, los estaré esperando. Salimos con las maletas de Johan hacía la casa, Elda se fue en su auto, le coloque la tablet a Johan en el camino, pero creo que aunque intentará fingir sabía que algo no estaba bien. –Mami, ¿Por qué no vivimos con papá? –Papá tiene su casa y yo tengo la mía, mi vida –respondí –. Ya lo hemos hablado. –Los papás de mis otros compañeros viven juntos. –Cada familia es diferente.–¿Y si se viene a vivir con nosotros? –Él tiene su casa, es grandota para él solo, en la nuestra no van a entrar sus cosas. –Si, pero se quedó solo –murmuró –. No quiero que se que
El señor Ford no volvió a la empresa, esperaba una llamada de Sean reclamando sobre lo sucedido, pero nunca la recibí, creo que tomó una buena decisión, tomé una rutina y horarios específicos para cada empresa, tenía ayuda de todos, Elda llevó a Johan a casa de Sean, pero regresó el mismo día, se limitó a mencionar que Sean estaba indispuesto, pero sospeche que Marlen tenía que ver en eso, Richard me hizo un interrogatorio de lo que había pasado. Sean y sus mujeres. Eso fue todo lo que dije, ya estaba cansada de la misma situación y no pensaba discutir con eso. El sábado es noche de película, había mandado a arreglar una de las habitaciones para que fuera una pequeña sala de cine, podíamos conseguir las películas que queríamos y así fue como terminamos en un tipo de ritual con los sábados de noche de películas. –Maggie se queda dormida en diez minutos –mencionó Dewey. –Yo apuesto que en cinco –habló Madeleine. –Ahora me convertí en una apuesta –murmuré recostada en el hombro de
Me lleve a Johan para recoger a Sean, el hospital quiso dar una ambulancia, pero preferí llevarlo en el auto, ellos aún eran responsables sobre lo que había pasado, se supone que habían enviado a las enfermeras más capacitadas con el dinero que se les estaba dando.Leti había pasado la noche en el hospital, le pedí que me ayudará y nos acompañó hasta la casa, Sean no dijo ni una palabra desde que salió, se veía mal aunque le sonriera a Johan. Leti me ayudó a colocarlo en la habitación, Johan se quedó con él viendo televisión en lo que hablé con ella. –Gracias por estar aquí. –Es mi trabajo, señora Ford. –O’Neill. –¿Qué?–Soy Margareth O’Neill, el señor Ford es mi ex esposo. –Lo siento. –Está bien, voy a necesitar que sigas viniendo preferiblemente en el turno de la mañana te seguiré pagando lo mismo y el auto te irá a recoger. –Por supuesto, lo que usted ordene. –Hoy puedes irte a descansar, nosotros nos quedaremos aquí. Leti salió, me fui a la sala más cercana y tomé lugar e
–¿De qué querías hablar? –Bueno, yo… –titubeé bajando la mirada –. No sé cómo decirte esto, Aleks es que yo… –Quieres terminar. Cerré los ojos cuando escuché sus palabras, sentí la presión en mi pecho y el dolor en mi alma, me resistía las ganas de llorar. –Si –murmuré. –¿Puedo saber por qué? –Pasaron muchas cosas y no puedo tener una relación contigo, no sería justo. En serio lo intente, han pasado tres semanas desde que estamos viviendo en la casa de Sean, la clínica envió unas enfermeras que entreviste personalmente, pero siempre me recordaban a Marlen, Leti llegaba en el día cuando yo tenía que partirme en tres para manejar todo, regresaba muy tarde, la mayoría de los días Johan ya estaba durmiendo, Elda se encargaba de él la mayor parte del tiempo y por más que intentaba ver a Aleks era muy difícil, incluso un fin de semana me organicé para poder salir juntos, pero fue inutil, estuve recibiendo llamadas de todos. Sean pasaba estable, pero cuando llegaba el médico con su tr
Terminé de trabajar muy tarde, Sean trabajó un par de horas conmigo, pero después de su medicina lo obligue a ir a descansar con el pretexto de que tenía que seguir las indicaciones del médico, en realidad, tenía que terminar el trabajo de Beauxx y enviarlo, me sentí fatal cuando llegue a la cama, recordé lo que había pasado y lo más decepcionante es que no tenía tiempo ni siquiera para sentirme mal, me levantaba y salía por obligación, la comida me empezó a saber mal, estaba demasiado cansada para ver a Johan, le había prometido que el domingo lo llevaría al parque, le pedí a Elda que organizará la salida, hablé con Johan y le mentí acerca de que tenía trabajo, pero en el momento que se fueron fui a mi habitación a meterme en la cama, levanté la blusa tocando el tatuaje. –¿Qué haces? –Me gusta, lo voy a besar todos los días. –Entonces, me hago más. –Con o sin ellos te voy a besar.Lo extraña mucho, mi pecho aún dolía solo al pensar en su nombre, apenas había pasado una semana, no
Con el nuevo sistema en la empresa Ford me dio un poco más de espacio y podía llegar a casa a la hora de la cena, tenía un día específico para pasar en cada empresa, los asistentes habían tomado en cuenta mi rutina programando reuniones los días que llegaba, salía de un lugar a otro solo por alguna emergencia y Madeleine programaba las condenadas salidas familiares los domingos, me comprometía a salir, al final era divertido, Johan se la pasaba bien y la idea del perro no fue tan mala, lo hacía muy feliz. –No hemos hablado de los regalos de Johan –cuestionó Sean. Diciembre llegó con la fiesta de Navidad, Johan anda pidiendo todo lo que se encuentra en el camino.–Yo ya le he comprado algunas cosas y te aseguro que le van a gustar –sonreí. –Creo que mis regalos serán mejores que los tuyos está vez. –No lo creo. –No estés tan segura, O’Neill –sonrió –. Ahora está conmigo más tiempo que contigo. Sonreí al escucharlo decir mi apellido, es la primera vez que lo hace en años, a pesar
La cena de Navidad llegó, le dimos unos días a los trabajadores para que disfrutarán las fiestas con su familia, Dewey y Madeleine vinieron está mañana y hemos estado ocupados preparando la comida para la cena.–¿Quién come pescado en navidad? –dudó Sean.–Es más común de lo que crees.–Ni lo intentes –respondí –. Cuando se trata de comida, Sean no se atreve a probar algo nuevo.–No es cierto –bufó.–Edimburgo –le recordé.–¡Eran tripas de animales!–En Alemania hay un platillo que sirven las entrañas…–Mejor no sigas. –Sean interrumpió a Dewey sujetándose el estómago.Fue extraño que hiciera eso, así que le pedí a Madeleine un momento para ir a verlo, pero cuando llegue a la sala ya estaba jugando con Johan con su nuevo videojuego, algo que había aprendido, regrese a la cocina para continuar con la cena. –¿Qué pasó?–Nada, solo creí que se sentía mal –respondí. –¿Sigue enfermo? ¿Es grave lo que tiene?–No, de hecho ya está muy bien –comenté –. Incluso estaba pensando en volver a la