Al bajar del avión, Dewey nos estaba esperando, Johan corrió hacía él gritando su nombre. –Bienvenidos –saludó a ambos. –Hola Dewey, ¿y Madeleine?–Madeleine tuvo que ir a un ensayo, estará en casa cuando lleguemos –mencionó –. Quise venir a encontrarlos. –Gracias Dewey. Se llevó a Johan al auto e indicó donde podían dejar nuestras maletas mientras me despedía de Aleks. Él debía ir a su departamento y a su empresa como yo tenía que ocuparme de mi empresa, mencionó que me llamaría por la noche. Johan no paró de hablar en todo el camino con Dewey sobre su viaje, mencionó a Nikolay hasta que tuve que explicarle a Dewey quien era el niño. –¿Estás cansada? –Bastante, pero Jorge me matará si no llegó hoy mismo –respondí. –Fue extraño cuando Johan dijo que regresarían hasta hoy. –Lo sé, tuve que evadir las llamadas insistentes de Sean que seguramente está sacando fuego por las orejas. –Creo que llegó a la casa a preguntar sobre lo que sabíamos, pero ya sabes como es Mads. Reí al i
–¿Qué pasa, Sólnishko?–Nada –murmuré. –¡Mami! ¡Mirá lo rápido que voy! Johan estaba usando su triciclo, lo hemos traído a uno de los parques y varios niños llevan bicicletas, está muy feliz. –¡Cuidado, mi vida! Miré a Aleks que me seguía observando, esperaba una respuesta porque no me creyó el nada. –Johan irá a vivir un tiempo con Sean, yo lo tendré de miércoles a viernes, no se lo he dicho a Johan aún, pero es algo seguro. –Entiendo, lo vas a extrañar. –Si, ya me he acostumbrado al interrogatorio cada noche. –A mi me gustan los gritos. Justo en ese momento Johan gritó el nombre de Aleks para que lo viera y ambos reímos. –¿Confías en Sean para cuidarlo? –Lo ha hecho bien cuando se lo lleva, confío en él. –Supongo que estará bien, aunque yo también lo voy a extrañar –confesó. Dos días después de la cita con el médico, Sean me llamó para aceptar la propuesta de llevarse a Johan, realmente creí que no aceptaría porque solo quería llevarme de nuevo a esa casa donde vivimos
–¡No voy a ir! –reí. –Si lo harás. –¡Aleks! No puedes hacer eso. –Deja de quejarte y ven conmigo. Intento abrazarme, pero retrocedí corriendo hasta la habitación de su departamento, fue más rápido y me tomó por la cintura. –¡No! ¡Aleks! ¡Hace frío!Me arrastró hacía la cama mientras reímos. –Afuera hace frío, aquí dentro no. Llegamos a la cama y me recostó sobre ella, intenté controlar mi risa, pero era demasiado. –¡Báñate tú! –No lo haré solo y quiero usar la bañera… Contigo. Después de risas y besos acepté bañarme con él. Johan llevaba un mes con Sean, lo había acompañado a su cita con él médico, explicó que el tratamiento podía ser agresivo, los primeros días son los más difíciles, la famosa enfermera estaba con nosotros así que el médico le dio las indicaciones a ella. Yo pasaba todo el día intentando mantener tres empresas estables, Richard era un gran apoyo en O’Neill y Jorge en Beauxx, lo más difícil era manejar la empresa Ford, era nueva en todo eso y Richard menci
Terminé en la sala más cercana a las habitaciones viendo televisión, me levanté dos veces para ver a Sean que se quedó dormido al poco tiempo, se veía más delgado y débil, siempre fue un hombre imponente y fuerte, era extraño verlo así, también fui a ver a Johan que no sabía que yo estaba aquí, no me vio entrar y lo vería hasta después de la escuela, por momentos me quede dormida en el sofá y luego despertaba estuve así hasta que amaneció, fui a la cocina a hacerme un café, la cocinera ya estaba ahí, le pedí que le preparará algo a Sean porque debía tomar un medicamento, cuando lo tenía listo fui a la habitación para levantarlo. –Aún estás aquí –murmuró. –Aún estás vivo –respondí –. Es hora de tu medicina, pero debes comer algo. –¿Tú ya comiste? –Ya. –Mentirosa. –Apresúrate que me dejaste sola con tres empresas. –¿Tres? –Eh, la empresa de tu padre vale por dos –evadí –. Es demasiado difícil manejar todo eso –mencioné –. Come rápido que me tengo que ir. –No necesito que me vig
Por la tarde pasé por Johan a la escuela, Dewey ya nos estaba esperando en los videojuegos, era su lugar favorito, a mi me daba dolor de cabeza, se la pasaron bien casi toda tarde y al final fuimos por unas hamburguesas.–¿Qué pasó con Claire? –dudé –. Creí que la traerías. –No, está trabajando y este era nuestro día, ya sabes con Johan, quiero decir…–Entiendo –lo detuve –. No quieres que la conozca aún. –Si, exacto –afirmó –. Estamos empezando y es muy pronto para esas cosas, no creo que sea tiempo aún, pueden suceder muchas cosas, ya sabes. –Entiendo. Dewey parecía pensar demasiado las cosas, Aleks me pidió matrimonio al tercer mes de estar saliendo y recuerdo que Sean aceptó casarse conmigo en el momento que su padre se lo dijo, me alegra que al menos hay un hombre sensato de todos los que he conocido. –¿Cómo se conocieron?–Oh, bueno, ella está en la empresa –respondió.–Trabaja para el restaurante.–Mas o menos.–¿Cómo que más o menos? No entiendo.–Es la hija del jefe.–Oh
Johan pasó a despedirse de Sean, solo lo abrazó y me hizo esa mirada que hace para intentar detenerme, hace muchos años me hubiera convencido, ahora solo espero que pueda mejorar solo. –Vamos a venir la próxima semana –avisé. –Maggie, por favor… –Te llamaremos –lo interrumpí. Miró a Johan y luego a mí, no podía decir nada frente a él, ya era demasiado tenerlo mudándose de casa todos estos meses. –Bien, los estaré esperando. Salimos con las maletas de Johan hacía la casa, Elda se fue en su auto, le coloque la tablet a Johan en el camino, pero creo que aunque intentará fingir sabía que algo no estaba bien. –Mami, ¿Por qué no vivimos con papá? –Papá tiene su casa y yo tengo la mía, mi vida –respondí –. Ya lo hemos hablado. –Los papás de mis otros compañeros viven juntos. –Cada familia es diferente.–¿Y si se viene a vivir con nosotros? –Él tiene su casa, es grandota para él solo, en la nuestra no van a entrar sus cosas. –Si, pero se quedó solo –murmuró –. No quiero que se que
El señor Ford no volvió a la empresa, esperaba una llamada de Sean reclamando sobre lo sucedido, pero nunca la recibí, creo que tomó una buena decisión, tomé una rutina y horarios específicos para cada empresa, tenía ayuda de todos, Elda llevó a Johan a casa de Sean, pero regresó el mismo día, se limitó a mencionar que Sean estaba indispuesto, pero sospeche que Marlen tenía que ver en eso, Richard me hizo un interrogatorio de lo que había pasado. Sean y sus mujeres. Eso fue todo lo que dije, ya estaba cansada de la misma situación y no pensaba discutir con eso. El sábado es noche de película, había mandado a arreglar una de las habitaciones para que fuera una pequeña sala de cine, podíamos conseguir las películas que queríamos y así fue como terminamos en un tipo de ritual con los sábados de noche de películas. –Maggie se queda dormida en diez minutos –mencionó Dewey. –Yo apuesto que en cinco –habló Madeleine. –Ahora me convertí en una apuesta –murmuré recostada en el hombro de
Me lleve a Johan para recoger a Sean, el hospital quiso dar una ambulancia, pero preferí llevarlo en el auto, ellos aún eran responsables sobre lo que había pasado, se supone que habían enviado a las enfermeras más capacitadas con el dinero que se les estaba dando.Leti había pasado la noche en el hospital, le pedí que me ayudará y nos acompañó hasta la casa, Sean no dijo ni una palabra desde que salió, se veía mal aunque le sonriera a Johan. Leti me ayudó a colocarlo en la habitación, Johan se quedó con él viendo televisión en lo que hablé con ella. –Gracias por estar aquí. –Es mi trabajo, señora Ford. –O’Neill. –¿Qué?–Soy Margareth O’Neill, el señor Ford es mi ex esposo. –Lo siento. –Está bien, voy a necesitar que sigas viniendo preferiblemente en el turno de la mañana te seguiré pagando lo mismo y el auto te irá a recoger. –Por supuesto, lo que usted ordene. –Hoy puedes irte a descansar, nosotros nos quedaremos aquí. Leti salió, me fui a la sala más cercana y tomé lugar e