Cuando el concierto terminó y nos despedimos del público que nos dio una gran ovación antes de salir, todos dieron un grito de alegría de lo bien que había salido, estaban emocionados diciendo que fue perfecto, además de abrazarse entre ellos comenzaron a decir que era hora de celebrar y finalmente romper con la sequía que estaban por las presentaciones, todos tenían prohibido emborracharse todo este tiempo, no mencioné nada de lo que hacía Madeleine en casa, era muy buena con el violín y creo que lo tocaba hasta dormida, tampoco hablé de lo que había hecho en mi día aunque todos creían que me mantenía en casa con mi hijo, no me gustaba hablar sobre mi vida, no es que pasará algo interesante. –¿Irás Maggie?–No lo creo –sonreí –. Ya tengo planes. Aleks me dijo que pasaría por mí al terminar, está vez él escogería el lugar a donde iremos. –No seas así, ven con nosotros, será divertido. –Estoy muy segura de que ustedes se divierten. –Si es por el señor Kostov que venga con nosotros
Me sacudí para que Sean me soltará, retrocedí y Aleks se colocó en frente de mí. –¡Maggie!–Señor Ford, le voy a pedir que trate a Margareth con el respeto que merece. –No me venga con respetos de nada Kostov, se nota que está demasiado ebria y usted intenta aprovecharse de ella. –¡Lárgate Sean! No entiendo qué haces aquí.–Gracias al cielo que estoy aquí, así que ahora vendrás conmigo. Intento acercarse, pero Aleks se lo impidió, como un reflejó me sujete a él y parece que entendió que no me quiero ir con Sean. –No se meta en nuestros asuntos, Kostov. –Se nota que usted también ha bebido señor Ford, será mejor que se vaya por su cuenta. –A mi no me va a decir que hacer. Sean se colocó cerca de Aleks, no entendía muy bien qué era lo que estaba pasando porque mi pobre cerebro alcoholizado procesaba lento, entrelacé la mano de Aleks con la mía. –Me quiero ir, por favor.–¿Qué sucede aquí? – preguntó un guardía de seguridad al acercarse a nosotros. –Que este completo desconocid
–Mi cabeza –murmuré al levantarme de la cama. Me di cuenta que está no era mi habitación y definitivamente no era mi casa, al mirar mi cuerpo no era mi ropa, al menos si tenía ropa, intenté recordar lo que había pasado anoche mientras buscaba mi teléfono en mi bolsa que estaba sobre la mesa cerca de la cama. El reloj marcaba las diez de la mañana, tenía ochenta y nueve llamadas perdidas de Sean, y algunos mensajes, me levanté mirando la habitación al fijarme un poco más en los detalles pude deducir que era la habitación de Aleks, un recuerdo vino a mi mente de Sean y él hablando, luego que salí con Aleks del bar. Abrí una puerta que dio hacía un baño, entre y comencé a arreglar mi cabello, lave mi rostro y coloque un poco de maquillaje al menos para no parecer un zombi salido de the walking dead, no podía colocarme mi vestido de nuevo porque estaba roto. ¿Cómo pude estar así anoche? Cuando estuve lista tuve que enfrentar lo inevitable, ver a Aleks. Al salir de la habitación el o
Pase los siguientes dos días metidos en la empresa de maquillaje, recibiendo y enviando los materiales, cada día tenemos más clientes, incluso habíamos recibido una llamada de una empresa en Berlín interesados en nuestros productos, Jorge quería hacer el trato de inmediato, pero eso implica viajar y conocer a nuestro cliente en persona, es un viaje muy largo. El miércoles por la mañana tomamos el vuelo hacía Nueva York, pasé al hotel a dejar a Johan con Elda y luego fui a la sucursal, la reunión con los jefes era hasta mañana temprano, pero preferí llegar antes para verificar y recordar todo sobre las instalaciones, además de presentarme con el personal. La mañana fue agitada, fueron muy amables y hospitalarios, pero prefería hacer todo el trabajo rápido para poder llevar a Johan al Empire State como se lo prometí. A la una de la tarde iba de regreso al hotel cuando recibí una llamada que me sorprendió mucho.–Hola Aleks.–Hola Margareth, ¿cómo estás? –Bien, acabo de salir de la em
Bajamos del bote unos minutos después, caminamos hacía el tobogán donde se encontraba Johan, Aleks entrelazó nuestras manos, ese simple gesto se sentía muy bien. –Gracias por el paseo, lo disfruté mucho.–Sabía que lo harías.Bajo una pequeña roca que estaba al frente, se dió la vuelta y quedamos frente a frente, él miro mis ojos y luego mis labios, se inclinó acortando nuestra distancia, cerré los ojos y en un instante sentí el roce de sus labios, fue un poco difícil atrapar sus labios por la barba que picaba, pero Aleks fue muy tierno y despacio, se separó sonriendo, seguramente ya estaba cambiando de color, me habia encantado el momento, el paisaje y hasta el clima era perfecto.–Será mejor que nos demos prisa.–Si –sonreí caminando junto a él de la mano.Johan estaba emocionado con los juegos y con los otros niños, fuimos a comer en un restaurante cerca del Empire State y al terminar subimos a ver la hermosa vista, la admiración que tenía Johan por el lugar era increíble, sus oj
Busqué mi teléfono cuando escuché la alarma, tenía un leve dolor de cabeza por el desvelo y haber bebido anoche, me levanté y me di cuenta que aún tenía el vestido de anoche, tengo que dejar de beber, Aleks lo hace y no parece afectarle en nada, pero yo no estoy acostumbrada, fui a darme una ducha y prepararme para ir a la reunión de la empresa, cuando salí mi sorpresa fue que encontré a Aleks con Johan desayunando.–Buenos días –saludé.–¡Mami! ¡Aleks trajo hotcakes!–Gracias Aleks.Le di un beso en la frente a Johan y cuando iba a salir a Aleks me extendió un vaso de café con un beso en la mejilla.–Te traje Café.–Gracias.–Mami, ¿sabías que hay un zoológico en el parque que fuimos ayer?–Si, cariño –respondí –. Te iba a decir que fuéramos, trataré de salir temprano.–Aleks me quiere llevar.–¿Qué?–Pensaba que podía llevarlo mientras tú estás en el trabajo y cuando salgas podemos pasar a almorzar –explicó.–Eso es muy amable, pero…–¿Puedo ir mami? Por favor, por favor.–Johan es
El regreso a casa fue más fácil y relajado, le agradecí a Elda por todo y me disculpe por el cambio de horario que habíamos tenido, cuando viajamos le mencioné que el viernes estaríamos de regreso y fue hasta el sábado por la mañana, cuando llegamos a casa Madeleine estaba tocando su violín. En ese momento mi teléfono se escuchó, el nombre de Thiago apareció en la pantalla y recordé que no lo había llamado. –Hola Thiago –saludé. –Buenos días señorita O’Neill, le informó que los documentos ya están corregidos y puede pasar a verificarlos. –Déjalos en mi oficina y llegaré el lunes. –Está bien.–Espera –lo interrumpí recordando que debo ir a Beauxx el lunes –. Sí déjalos en mi oficina y voy a llegar mañana, te los dejo en el mismo lugar para que los recojas. –Como usted diga. –Gracias Thiago.Ahora tengo que ir a la empresa en domingo, pero lo único que perderé será la comida con mi madre que estoy segura que me va a reclamar muchas cosas, alguien ya debió decirle que su hija est
Después del desayuno fui a la oficina para revisar los documentos que Thiago me había dejado, solamente estaba el guardía de seguridad debido a que es fin de semana, al llegar al escritorio me concentre en los papeles, está vez tenía el tiempo necesario para revisarlos y el silencio del lugar era tranquilizante, aunque era un trato nuevo y algo apresurado todo estaba en orden y está vez incluía todos los datos de la empresa que le había mencionado a Sean la última vez. Estaba a punto de terminar cuando la puerta de mi oficina se abrió. –¿Qué haces aquí, Sean?–Thiago me dijo que vendrían –respondió –. Es demasiado arriesgado que estés aquí sola.–La empresa es segura. –Es segura cuando el personal está aquí. –Mira, ya estoy terminando, no hay necesidad de quedarse –mencioné –. Todo parece estar en orden. –Revisé de nuevo los documentos y volví a investigar la empresa para cubrir todos los espacios.–Me di cuenta –murmuré continuando con la lectura, hubo un pequeño silencio, pensé