Hoy tendrán la mini historia de Ron completa. Mañana nos vamos con los "vacíos" de la historia de Val y Adrián.
__ Si eso le borra la sonrisa a ese desgraciado, acepto hacerlo. - contestó Marla, decidida a hacer justicia por el hombre que le robó la vida entera. No contento con hacer que su difunto abuelo la casara a la fuerza con él, le robó todo lo que heredó y la dejó sin nada más que lo que vestía y dos mudas que tenía en uno de los baños públicos. Era un tipo sin escrúpulos que se paseaba con su nueva novia por la ciudad, mientras a ella prácticamente la obligaba a vivir en la calle. Todos le dieron la espalda, incluso su familia. Cada uno tenía más motivos para seguirlo, que tratar de darle al menos un trabajo de limpieza para que se pudiera mantener con lo básico. Sin embargo, ese día al parecer la vida le estaba dando una oportunidad de descolocarlo. Sabía cuánto odiaba que las cosas no salieran como quería, por lo que accedió a hacer lo que sugirió. __ Claro que puedo contarte todos sus oscuros secretos. - se puso de pie. - Pero le pongo una condición a tu condición.__ Astuta. -
Ron caminó entre los invitados, tratando de perderse entre los invitados del salón o siendo uno más de ellos. Lo que mejor se le diera en ese momento, pues lo único que quería era ver a Ricardo Vargas en ese lugar antes que toda su careta de hombre de negocios intachable se cayera.Vio a los Springsteen en una esquina, tomando una copa con suma calma con algunos de sus socios comerciales o unos que estaban en sus posibilidades aceptar.Steve Wilson reía con el sujeto que estaba junto a él, sus hijas y sus yernos, congeniando con los que querían saber más de ellos. El resto estaba como él, mezclado entre la gente que los abordaba y debían soportar con sus preguntas nada disimuladas sobre el capital que manejaban.Hasta que lo vio. Ricardo Vargas iba entrando al salón con sus dos hombres de seguridad, quienes se movían al compás de su jefe, siendo muy obvios en que no confiaban en nadie. Este por su parte, se paseó del brazo de la curvilínea modelo que ahora era su pareja, la cual tam
Cada palabra que emanó de la garganta de Marla indujo a Ron a no detenerse, ni cuando llegaron a la habitación del hotel que ella había alquilado días antes. Caer ante la necesidad de poseer su cuerpo y sus gimoteos candentes que solo le sumaron urgencia al acto, volvió de Ron el hombre que no quedaba con las ganas de nada. Tenerla bajo él, admirando la capacidad para soportar la falta de delicadeza que este le ofreció.Cada embate contra su cuerpo. Cada caricia llena de posesividad y cada beso arrancado de lo más profundo de su ser elevó la lívido del Ron. Mientras Marla por primera vez en toda su vida podía sentir lo que era desear algo como jamás creyó. Las yemas de sus dedos se hundieron en las espalda de Ron cuando este volvió a embestir su cuerpo dominado por el placer que lo tenía al borde.Sus dedos se escogieron al sentirlo pulsando con fuerza en su interior, pero Ron la distrajo con los labios que reclamaron hasta su último aliento. Perdidos en la fricción que los mantuvo
Las chicas que abrirían el show por la noche estaban ensayando como era habitual verlas, enfrascadas en las instrucciones de su coordinador, mientras movían las caderas al ritmo de la música que resonaba en las bocinas. __ Que no sea un ritmo rápido, sino lento. Eso cautiva. - instruyó el sujeto que se subió a la especie de escenario que tenían para ellas. - Querida ven tú.Todas vieron hacia la mujer a quien le hablaba, la cual se dio cuenta de ello un poco más tarde que el resto. __ No, pon a otra. - exclamó Marla cuando se vio siendo observada por todas. __ Quiero poner un ejemplo y quiero que todas vean. - alegó el tipo extendiendo su mano. - Si queremos que esto atraiga mucho más, debemos reinventarnos cada semana al menos. __ Bien, que sea rápido. - dijo entregando su tablero a una de las chicas, subiendo al escenario con ayuda de uno de los guardias que cuidó que no se cayera. Ron tenía los ojos fijos en ello, mientras vio al guardia con algo aniquilador en ese par de ojos
__ Llegaron estas flores para usted. - Le dijo una de las chicas de intendencia a Marla. Ella rodeó el escritorio para recibirlo. __ ¿Quién las envió? __ Creo que trae una tarjeta, porque no dijeron nada. - contestó retirándose de su oficina. La pelinegra lo observó con desconfianza buscando la dichosa nota que encontró en el pie del arreglo floral, el cual estaba firmado por uno de los socios de su difunto ex esposo. Giró los ojos, pues aún cuando eran esposos él no escondió su interés por ella. Un tipo nefasto que había dado con su lugar de trabajo y como cada año le enviaba flores y un collar en la base de este con lo que ya sabía que era. Después de tanto, olvidó esa fecha. Además, una lluvia comenzó a caer, la cual no se veía que iba a mermar pronto. ¿Algo peor que eso? Claro que lo había, era ver a su jefe como lo hacía y saber que era solo una atracción momentánea. Tenía solo días de conocerlo. Casi tres semanas en las que lo veía siendo un tipo con menos empatía de l
__ Es una fiera muy peligrosa. - le dijo el hombre que soltó la cadena del felino de pelaje oscuro que Adrian observó desde su lugar. - Lo mejor es dejarlo libre.__ Este no es su hábitat. - alegó él. - Podría morir en el camino. __ Conservarlo es un riesgo grande. Lo expusieron a un ambiente que no lo volvió menos salvaje. - mencionó viendo al animal pasearse de un lugar a otro. __ Esa mirada es la misma que puso Leonardo al ver a King y Queen. - dijo Joseph. - Mejor decide si la quieres llevar contigo de una vez. __ Nunca dije que lo quería. __ Es que ustedes hablan por los ojos. - expuso su hermano viendo la jaula. - Pero tendrás que mostrarle que los amigos no se comen. __ Andando. Nos vamos de aquí. - dijo Leonardo saliendo con una hoja manchada de sangre en la mano. __ Vas. - el empujón en su hombro de parte de Joseph lo obligó a moverse, escuchando el gruñido del animal que estaba caminando de un lado hacia otro. Leonardo se detuvo y todos estaban con las armas listas pa
La fotografía de una rubia con una bebé en brazos rodó por la mesa del escritorio del hombre que la observaba desde su cómoda silla. Luca Ferrer la tomó entre sus dedos recordando cuando se casó con ella décadas antes con el fin de procrear. Pero no fue posible ya que se negó a hacerlo. Le puso las cosas muy difíciles, reiterando que no era tiempo o poniendo excusa tras excusa. __ No pudiste domar a una simple mujer y le terminó por parir a otro. - reprochó Cárter Hamilton. - Hubiese sido tan fácil todo si tú hubieses sabido hacer las cosas desde el principio. __ Si hubiese logrado embarazar a Vanessa tú no estarías aquí. - soltó la imagen de nuevo. - Tuviera el control de Harmonía yo solo y tú no tendrías ni la posibilidad de creer algo. __ Pero no lo hiciste y eso te obligó a aceptar mi ayuda. - se llevó el puro a su boca. - Ahora haz un buen trabajo porque está vez no es como con Vanessa. __ Si el imbécil de Aarón no hubiese metido sus narices donde no debía, Luisa en est
Todos temían tan solo la posibilidad de que existiera un ser con la sangre de una heredera de Harmonía y un Crown, pues no se hablaba de algo común o que pudiera pasar regularmente. Si siendo un hijo de un Crown aseguraba una vida siendo parte de los hombres y mujeres con más poder de la ciudad e incluso más allá. Que en sus venas corriera sangre de un clan dicho extinto, pero que tenía más fuerza de la que en verdad se conocía, sería digno de adorar. Que Valentina haya estado en riesgo solo le hizo ver a Adrián cuánto necesitaba de ella. Estar a punto de colapsar por saberla a nada de morir lo tenía abrumado aún. Ver actitudes que jamás creyó en su madre lo desconcertó, pero haberla visto atacando a su esposa directamente…No supo qué hacer. Era su madre. Le debía mucho y sobre todo la quería por ser quien era, solo que debía anteponer el bienestar de su esposa e hijo sobre ese afecto que tenía por Silvia.Por ello la decisión de sacar a una de esa casa fue una buena opción.__ Pod