En cuanto Valentina bajó del vehículo que la llevó hasta su casa, la pregunta de Adrián no se hizo esperar, quería saber si le habían hecho algo, pues fue avisado del suceso en cuánto salieron del hotel. __ No lograron nada. - aseguró mirando a Marcelo rodeando el auto. - Gracias al gobernador. __ No deberías salir sola. - le dijo a la rubia que asintió. - Últimamente no hay muchos en quiénes confiar y demasiados de quienes alejarse. __ Gracias por la ayuda. - la sonrisa dedicada fue respondida con un leve movimiento de cabeza. Le entregaron los llaves del auto, que recibió muy agradecida con quién las regresó. __ Desde hoy tendrás seguridad siempre contigo. - le dijo Adrián, no estaba proponiendo nada, solo avisando la forma en que se harían las cosas, pues no estaba nada contento de saber que pudieron haberla atacado. Marcelo charló unos minutos con su sobrino, quien lo puso al tanto de todo lo que este se había perdido, pues sus obligaciones no eran algo que podía dejar de lad
La pesadilla recurrente era algo que para Valentina tuvo un inicio, pero no veía el final. Algo dolía cada vez más y si no averiguaba rápido lo que pasaba, no podía tener la paz que se había perdido casi del todo. Tenía tres noches sin dormir y la sola idea de cerrar los ojos se volvió algo no deseado. Bebió dos aspirinas y fue en búsqueda del regalo que le llevaría a la pequeña que ya se daba una idea de qué podría gustarle. No le costó encontrar que le daría, pues reconocía esa ilusión y tenía claro como mantenerla. Volvió con el tiempo justo para darse un baño y salir, encontrando a Adrián en la entrada, quién venia con una llamada en curso y una cara tensa que supo de los problemas que podían avecinarse. Pensó que se trataba de los resultados de la autopsia que le practicarían, pero cayó en cuenta que no sería tan rápido, pues apenas habían hecho el acuerdo sobre tal situación. Ella debía viajar a Canadá obligadamente, viaje que aprovecharía para finiquitar lo de la herencia q
__ No estoy para juegos. - Valentina trató de no tomarlo en serio, sin poder lograron, pues Adrián tenía esa mirada sería de que no era una broma. - ¿Quien es el verdadero ladrón? __ Las armas, una parte de ellas fue encontrada en una casa que está a tu nombre. - le dijo encendiendo el auto. __ ¿Cual casa? - quiso saber al verlo tan tenso. __ La del lago. - exclamó y ella recordó vagamente cuando su padre le mostró ese sitio. - Si estaba a su nombre, pero no tenía ni idea de ella ¿cómo se iba a enfocar en propiedades cuando Renzo había muerto? Será absurdo que ella le robara a los Crown. No era un novata en la mafia y sabia cual era la paga por ese pecado. __ Te juro que no lo hice. Es más, no recordaba esa casa desde...__ Te creo. - le dijo Adrián y ella se quedó sin palabras. - Sé que no fuiste tú, pero todo de apunta y el concejo pendiente de regular eso está pidiendo una reunión con la familia principal. ¿Le creía? ¿porqué? Podría fácilmente serlo. Se supone que es su enem
__ ¿Cual sería la otra opción? - Adrián giró su cuello hacia su mujer, la cual tenía la mano apoyada en la ventanilla. - Sé que hay otra. Este detuvo el vehículo y apagó el motor, a un lado de la carretera. __ Aceptar que eres tú conlleva a tu expulsión, exilio obligatorio por parte del líder. Abandono al apellido y muchas consecuencias que dudo quieras saber. - se quitó el cinturón. __ ¿Cual es tu solución? __ Encontrar al ladrón. Ellos son leales, pero muy apegados al reglamento. - miró sus dedos tamborilear. - ¿Quien podría tener interés en perjudicarte?__ Comencemos por quienes no y la lista será más pequeña. - quiso tomarlo con diversión, pero no pudo esconder que eso era un complejo que llevaba con ella. __ Que te valga un carajo el mundo, tú no necesitas de ellos. - atrapó su barbilla. - Un Crown solo necesita de dos cosas, conocimiento y poder. Tienes ambas, tienes todo. Siempre con las palabras justas para no dejarla decaer en ese momento. Sabía cuan afectada estaba po
El ambiente tenso y la percepción de ser observada en todo momento no dejó de sentirla a medida que avanzó en la clínica a donde se dirigieron. Valentina contaba siempre con gran fortaleza, pero en ese instante todo desapareció, con cada pie que se adentró cada vez más, solo pudo escuchar su corazón bombeando a una velocidad que la hizo temer a que estallara de un momento a otro. Ideas inclementes. Pensamientos arrasadores. No pudo saber que era lo que en verdad sentía, pero sí entendió lo aturdida que podía dejarla si no tomaba medidas. Quedó frente a la puerta y tomó una bocanada de aire, puso su cabello atrás de las orejas y caminó adentro de la habitación cuando Adrián abrió la puerta para ella. Ahí se encontraba el hombre de traje celeste, lentes transparentes y guantes cubriendo sus manos. Los saludó en cuanto los vio y ella correspondió como pudo para no ser una maleducada, aunque en ese instante lo menos que quiso saber era si perdía modales con alguien. __ Tomé una muestr
_ Quizá si se descubre primero la finalidad de esto, tendremos un quien. - acudió Joseph. - Piénsalo. Después de la boda se produjo esa rivalidad entre ustedes dos. Eso distrae así si quiera evitar. Lo que intensificó los robos. __¿Eliminar a Renzo para robarnos a nosotros? - cuestionó Leonardo. - Es muy complejo. No tan funcional. __ O quizá lo que se necesita es tener a uno de ellos aquí...en este punto de las cosas es cuando podríamos tomar a uno de los Bassett y hacerlo hablar. - propuso y Adrián lo miró con los ojos entrecerrados. - No me refiero a tu mujer. Pero si a alguien a quien Marcelo estuviera satisfecho de devolverle sus ofensas. __ Larry ahora es el líder. De capturarlo lo que se quiso evitar, se hará posible. - alegó Adrián. - Darles gusto es lo que no queremos. __ Entonces, enfoquemos todo hacia el robo. Es lo que menos importa ahora, pero veamos quién es el del chiste de robar muestras armas. Todo estaba ligado, de eso estaban convencidos, sin embargo, apresurar
__ ¿Cual es tu tarifa? - le preguntó Fabrizio una vez más. Valentina se removió, aclaró su garganta e hizo uso del interés de su padre porque aprendiera otros idiomas. __ Non puoi pagare quello che valgo. - dijo en un perfecto italiano, con un tono más chillón y forzoso. __ ¿Italiana? - se acercó más, pero ella no se giró. - Follar a una italiana siempre es un placer distinto. Te pago el doble si vienes conmigo. __ Mediocre non mi va bene. - exclamó y Fabrizio enfureció, yendo por ella, al tiempo que está se apresuró a la salida, sintiendo la presión de los pasos que la siguieron a la misma velocidad. Un mesero se atravesó en el camino de Fabrizio. Una chica lo hizo en el de Valentina, quién la puso atrás suyo causando un disturbio que entorpeció aún más el recorrido en su persecución.__ Esta hija de perra. - farfulló Fabrizio viendo que se le cayó la capucha. __ ¿A quien sigues? - le preguntó Grayson temiendo que haya visto a su herman. - Estás actuando como un enamorado imbéci
La antigua orden de los Bassett siempre estuvo ligada a los crímenes perfectos. Nadie se atrevió jamás a cuestionar su efectividad porque él trabajo nunca quedó incompleto o con un resultado negativo. Los antecesores a Renzo lo hicieron conocer a quienes lo comandaron, pasando por un entrenamiento similar al que se supuso obtuvo el primero de ellos. Valentina tuvo parte de dicho entrenamiento también, por lo que fue instruida por uno de los antiguos integrantes. Conocía parte del lenguaje, señales y algunas formas de comunicación de ellos, por lo que lo le fue difícil reconocer lo que estaba viendo. __ ¿Cuántos son? - quiso saber, caminando a la par de Adrián, el cual entró a dicha bodega con una finalidad. __ Dos. - la puerta fue empujada para darle paso a los hombres que tenían amordazado a un sujeto, el cual yacía encadenado al tubo que estaba pegado a la pared. __ Se han negado a hablar, señor. - informó el sujeto que se limpió las manos con el trapo húmedo que sacó todo rast