—Hannah... —Hannah... —Hannah... Escuchaba que alguien decía mi nombre muy lejos y una presión enorme en mi cuerpo comenzaba a lastimarme —Hannah ¡Maldi ción!—dijeron de nuevo y pronto note que era una voz bonita que me hacia sentir extraña, la presión en mi pecho volvió mas intenta. Parpadee un par de veces, casi todo era oscuro y borroso, entonces fui recibida por una hermosa mirada verde que me observaba con terror, se acerco a mi y sentí como introducía aire de su boca a la mía. Mi cuerpo convulsiono y el agua comenzó a salir de mi boca haciéndome toser. Val me miraba angustiando ayudándome a reincorporarme y así dejar salir todo lo que había tragado sin querer —Lo siento... —dije con la poca fuerza que mantenía, Val no dijo nada en cambio me tomo de la cabeza y la coloco contra su pecho abrazándome con fuerza —gritó Val, yo comencé a toser y con ello el agua comenzó a salir de mi organismo —¡Maldición! ¿Estás bien? — dijo angustiado. Su pecho subía y bajaba con ve
—Fue sólo suerte —Te advertí que tú dabas suerte, además estaba compitiendo por algo bueno —Fanfarrón —dije nerviosa Val se acerco mas hacia mi, llevo sus manos con calma hacia mi cintura y sin esfuerzo me hizo subir en la mesa. Él estaba frente a mí, acarició mi mejilla y llevó su rostro cerca del mío, sus labios llegaron a los míos con prisa pero dando un roce tenue. Estaba a punto de separarse de mí pero no lo permití, Le tome de la camisa atrayéndolo de regreso, comencé a mover mis labios atrapando los suyos; sin pensarlo mordí levemente su labio inferior, dando un sorbido introduciéndolo a mi boca, él soltó un quejido de dolor exquisito. Algo que no logro detenernos sino todo lo contrario, deslizo los dedos hacia mi cadera, encajando la falange de cada punta en mi dermis, atrayéndome en contra cómo si estuviera desesperado por sentirme cerca. Yo por mi parte ya tenía mis brazos alrededor de su cuello, frotando la yema de mis dedos contra la dermis de su nuca, subiéndolos un po
Mario me acerco el brazo insinuando que me sujetara y así entráramos. Me quise negar una vez mas pero cuando estuvimos rodeados de su guardia el miedo me hizo tomarlo. —Sabes nunca nos ha gustado que digan “No” —murmuro mientras caminábamos. —Vaya que mala situación es una palabra que me encanta —me obligue a seguirle la platica aunque sentía que en el baño se me había perdido la lengua —Pronto dejaras de ocuparla sin problema... Entramos al lugar para encontrar un bar bastante lujoso. La gente a su alrededor irradiaba dinero, poder y maldad. Caminamos hasta colocarnos en una extraña mesa parcialmente escondida, me llamo la atención que aun lado de esta se encontraba una extraña puerta que conducía a un pasillo iluminado de rojo. Deje aquel detalle a un lado cuando estuvimos frente a la mesa que nos diríamos, donde estaban cuatro hombres. Dos de ellos eran prácticamente idénticos. De cabellera risada negra al igual que su tono de piel con las facciones algo toscas, otro con un as
No mentía, sentía que las paredes poco a poco se volvían pequeñas y que me quedaría atrapada en ese lugar, comencé a hiperventilar y la respiración volvió a fallarme. Val me tomo del brazo y me llevo fuera del elevador en cuanto llegamos a nuestro destino, intente seguir caminando pero todo se estaba volviendo borroso. —No yo... — Mi lengua se trababa —¡Hannah! —Val estaba poniéndose muy ansioso pues ninguno de los dos sabia que me estaba pasando. Con la fuerza que me quedaba llegamos hasta la habitación, Val me obligo a sentarme sobre el borde de la cama mientras se quitaba el saco me acerco una botella de agua. La tome con rapidez sin importar que la mayoría se me desabordara por las esquinas de la boca. —¿Hannah bebiste algo? —dijo Val acercándose a mi —Un cóctel, me obligo Sebastián y Mario —confesé mientras seguía bebiendo —¡Maldita sea! —grito furioso, para luego dar un suspiro fuerte y tocarme la frente —Estas ardiendo —murmuro inclinándose hacia mi, su rostro den
No deje de correr por ningún motivo, recordé de inmediato el lugar que Val me había indicado hacia unas noches atrás. No preste ningún tipo de atención al lado al que me dirigí, lo único que sabia era que tenia que seguir y seguir mientras que las lagrimas me recorrían las mejillas sin fin. Aunque ya no deseaba llorar, me sentía inútil e indefensa cuando lo hacía, me enojaba que desde la llegada de Val a mi vida lo único que hacía era llorar. No obstante lo peor era que todas esas veces lloraba por frustración e impotencia, no cómo ahora que sentía algo diferente que no sabía explicar, Sin embargo eso tendría que acabar ya, aunque mis ojos dolían, aunque el nudo en mi garganta la desgarrara y ahogaba. Ne aseguraría de ya no derramar ni una sola lágrima más. No sabía en que estaba pensando, desde un principio él solamente me había usado. 《¡Por dios que me estaba pasando!》 Qué podía esperar de alguien que pasaba se acostaba con cualquier mujer que deseara, que pasaba sus parejas, una tr
Noté que si estaba lejos del hotel pues tardamos más de cuarenta minutos en llegar, en la entrada vi a Val que caminaba de un lado a otro como desesperado, presionaba con fuerza su celular en el oído, gritando como loco, dando de manotazos y golpes a los botes d basura. Jeremy apago el auto y salió de él, indicándome que lo mejor era esperar un momento. Literalmente dijo "Se puso muy mal así que es mejor que primero lo calme". Relajado camino hacia Val y le dijo algunas cosas, posiblemente explicándole la situación, Val lo ignoro y en cambio le dio una seña; Jeremy miró a su jefe con miedo y se fue, Val camino a toda prisa hacia el auto y abrió la puerta, me tomó del brazo y sacó del vehículo de un sólo jalón—¡Oye que te pasa me lastimas! —reclame a lo que él ignoro y me acorraló contra el auto y su cuerpo—¿Que me pasa a mi? ¿Que te pasa a ti? ¡Aparentemente tienes mierda en el cerebro! ¿Cómo se te ocurre aventurarte sola en un lugar que no conoces? —.Estaba furioso, más de lo que
Para cuándo regresamos a la habitación ya era de noche, estaba muy cansada tanto en cuerpo como en mente. En cuánto mire la cama me dirigí hacia ella dejando caer mi cuerpo entre las sabanas, Val entro detrás mio diriginedose hacia la pequeña nevera que teníamos, tomó una botella de agua y se acerco a la cama mientras bebida me la extendió pero me negué —¿Estas cansada? —preguntó dando otro trago. Yo me limite a mirarlo, aún me sentía apenada por el malentendido y la verdad se me estaba complicando mucho el hablar con él. Val noto mi pesada mirada sobre el por lo que de inmediato giro a mirarme con la misma intención que yo lo hacia —¿Qué pasa? ¿Quieres algo?— pregunté —Si yo te pido algo ¿Me lo darás? —cuestione nerviosa mientras jugaba con mis dedos y me arrodillaba sobre la cama —Si puedo, claro que lo haré —.Sonrió malvado —Háblame de ti, de tu historia —respondí dudosa. Carraspeo al mismo instante en que enderezaba la espalda como si le hubiera aventado agua helada —M
—Oh por Dios, es el Americano sexy —dijo una chica, de casi metro y medio de estatura, con un bonito cuerpo delgado y bien formado, haciendo perfecto juego con unos grandes ojos oscuros como su cabello que contrastaban con su morena piel. cuando llegamos hacia unas puertas enormes de color azul —Hola bonita —dijo Val saludándola con un beso en la mejilla — Ay no, pero si también trajo al misterioso, es mi día de suerte —dijo la mujer animada saludando también a Jeremy —Ya ves, una vacaciones de vez en cuando no están nada mal —dijo Jeremy animado —¿Y tu preciosa de cual de los dos guapotes eres?—dijo la mujer acercándose a mi —No claro que no, yo no le pertenezco a nadie —dije algo molesta por su comentario —¡Uy no guapo esta es muy ruda aquí si no puedo ayudarte —dijo acercándose a Val quien solo se reía por toda la situación. Jeremy muy amistoso alejo con la chica mientras se decían cosas que los ponía a reírse como locos, Val se acerco a mi aun sonriente —¿Estas lista? —m