Volví a meter las cosas al auto y regresé al MC. Shelly me hizo señas de que entre a la casa club y así lo hice. J.T estaba sentado en el sillón con cara de preocupación mientras hablaba con otros miembros.
—Hola nena, ¿Dónde te habías metido? —preguntó mientras se paraba y se acercaba a mí para besarme en los labios.
—Tuve que ir a hacer unas compras, además Snake me ha corrido de mi negocio —rió, pero la sonrisa no le llegó a los ojos, podía notar que estaba preocupado por algo y eso me angustió.
—¿Almorzaste?
—Sí, comí algo de paso ¿Qué ocurre?
—No te preocupes por eso nena.
—Vamos Jessy, cuéntame, confía en mí.
—Lo siento, pero son cosas del club y no puedo compartirlas c
Daban cerca de las 10am cuando llegué al negocio, las paredes ya estaban casi listas, sólo faltaba pintarlas, e instalar el piso y las molduras, la verdad Snake hacía un gran trabajo y en poco tiempo. Le dejé un café como ofrenda de paz, pero volvió a decirme que me largue y lo hice, me crucé al taller.—Tengo una muy mala noticia —dijo Shelly ni bien crucé el portón—¿Qué ha sucedido? ¿Jessy se encuentra bien?—Sí, no es eso. Pero los cupcakes han desaparecido.—Oh por todos los santos Shelly, me has dado un susto de muerte.—Lo siento, no pretendí asustarte. Pero los chicos los han devorado.—Al menos han tenido éxito, no te preocupes hay tiempo para hacer más, pero esta vez lo haré en mi casa, así no corren riesgos.Volví al
El resto de la semana pasó tranquilo, Snake casi había terminado por completo el negocio y se veía de maravilla. Prometió que el viernes me entregaría las llaves. Cuando llegó el miércoles llamé a Brian, necesitaba saber si había averiguado algo. Y cuando Jessy se marchó al taller, y me quedé sola en mi apartamento lo hice.—¿Brian?—Hola cariño. ¿Cómo te encuentras?—Bien ¿y tú?—Todo marcha bien por aquí.—¿Cómo esta Josie?—¡Embarazada!—¿Es enserio? ¡Al fin tendrán un pequeño! Felicitaciones cielo, dile a Josie que le mando todo mi cariño.—Lo haré. Escucha no conseguí demasiado. Caleb Turner tiene un prontuario extenso, pero trabaja para
Aún el negocio no estaba terminado por lo que no tenía mucho que hacer, decidí limpiar un poco la casa de Jessy, pero la empleada había estado el lunes y sólo había que repasar. Me di un baño y me fui al taller. Me encontré con Clare y me pidió que la acompañara a dejar unas cosas al albergue y allí pasamos la mayor parte del día, todo el dinero recaudado sirvió para comprar comida, y ropa para la gente sin hogar. Volvimos al MC y Jessy estaba en una reunión con los miembros del club, me quedé sentada en la barra mientras Lee me servía una cerveza.—¿Y tú por qué no estás allí con el resto? —pregunté intrigada.—Aún no tengo el parche, soy un prospecto, sólo los miembros del club pueden estar.—Entiendo. ¿Y cuánto falta para qué te gan
—¿Qué está pasando Clare? —pregunté aún más desorientada que antes.—No lo sé cariño, Jessy llamó y dijo que reúna a todos aquí.—Me ha pedido que recoja mis cosas del apartamento y las lleve a su casa, y que me quede aquí hasta que vuelva.—Quizás recibió una amenaza de los Soul.—¿Has hablado con Caleb?—No cariño, desde que asesinó a mi esposo, él ha muerto para mí, y luego atentó contra Jessy, jamás podré perdonárselo, la ambición y el odio lo ciegan.—Debe ser muy duro para ti.—Lo fue. Al principio creí morir y no podía creer que fuera obra de Caleb, mi propio hijo. Pero luego lo enterré en el fondo de mi pecho. El niño que yo
Rápidamente llegó Halloween, y el local estaba listo para su gran inauguración, Sam la hija de Hammer y Paige la novia de Harley comenzaron a trabajar en el local. Habíamos hecho muchísimos cupcakes, algunas tartas, muffins y también teníamos cafés especiales, moca, capuchino, ristretto y frappes. Oficialmente “Sweet Delicious” estaba abierta. El lugar se llenó de inmediato, regalamos muestras de todo y algunos dulces para los chicos aprovechando la ocasión.Los días y semanas pasaron, todo estaba demasiado tranquilo, no habíamos tenido noticias de Caleb, que parecía que se lo había tragado la tierra. La tienda funcionaba maravillosamente bien, todos adoraban mis dulces. La vida con Jessy era perfecta, estábamos cada día más enamorados y yo me había integrado por completo al MC como la Old Lady del presidente.
Metí el auto en el garaje y sentí voces que provenían de adentro de la casa y no me resultaban familiares. El presentimiento se agrandó y sentí un nudo en el pecho. Todos mis viejos instintos de policía se despertaron, me quité los zapatos para no hacer ruido, tomé los guantes de la guantera y me los puse, luego el arma, la cargué, le puse el silenciador, le quité el seguro y martillé. Estaba lista para cualquier cosa. Entré por el lavadero sin hacer ningún ruido. Las voces se intensificaron, provenían de la sala.—Me las pagarás todas Jessy, tu suerte se terminó. ¿Creíste que me había olvidado de ti hermano? —era Caleb, había regresado, mi instinto jamás me había fallado, lo sentí durante todo el día. Maldito seas, esto hoy se termina.—No te tengo miedo Caleb, has lo que d
Con todo el dolor de mi alma me marché, me saqué los guantes y los metí en una bolsa junto al arma, cerré la guantera, me puse los zapatos y arranqué. La ruta se veía solitaria y tranquila, no sabía a donde ir, no tenía donde ir, mi hogar quedaba atrás, eso era Flat Salts para mí, mi hogar, mi familia, mi vida. Todo se iba alejando a medida que avanzaba. Hasta que se perdió de vista.Conduje por más de cinco horas hasta que me detuve en Chula Vista al sur de california, busqué un motel y entre lágrimas y sollozos me dormí.El sol de la mañana me despertó y me recordó que lo había perdido todo otra vez, otra vez me quedaba sola en el mundo, otra vez perdía a la persona que más amaba y por Caleb Turner.No sabía qué hacer, Jessy necesitaba tiempo, quizás luego entendería por
Entraba casi en el 7 mes de embarazo, mi querida amiga me había dicho que podía usar la cuna que había sido de los chicos y así ahorraba para otra cosa, solo necesitaba una buena mano de pintura. En mi día libre fui a comprar la pintura, sería oscura y cuando sepa si esperaba niño o niña le agregaría la ropa de cama rosa o celeste.Volvía a mi auto para llegar a casa cuando alguien me sorprendió desde atrás, puso un paño en mi boca, y todo se oscureció.—¡Despierta maldita! —decía la voz de una mujer bastante enojada. Y un cachetazo me dio en la mejilla, eso terminó de devolverme a la realidad. ¿Qué estaba pasando?—¿Quién eres tú? —pregunté aún aturdida.—Cállate perra, las preguntas las hago yo —dijo una mujer bajita de pelo negr