Las chicas comenzaron una vida distinta, una que nunca imaginaron que existía, sin golpes y sin miedo a ser violadas.

Nunca pensaron que los sueños que tenían, se podrían hacer realidad.

Tenían planes para su futuro y estaban casi seguras que iban a ser muy felices, ellas, de niñas, no conocían esa palabra.

Se acercaron, juntas, al colegio, para pedir el certificado donde constaba que habían terminado la escuela secundaria para poder iniciar los trámites en la facultad.

Ambas se decidieron por la licenciatura en administración de empresas, pudiendo luego decidirse por ser contadora nacional, licenciatura en economía y hasta algunas de las materias de la licenciatura, eran compatibles con abogacía, eso lo decidirán más adelante.

El tema era en qué horario cursarían.

Decidieron repartir las materias que iban a cursar en varios días, los sábados decidieron cursar dos materias, otra la cursarán un día de semana por la tarde y la cuarta, lo harían otro día en el turno noche.

Una vez aproba