María José muy sorprendida le preguntó: - ¿Qué dijo el médico?- Está mucho mejor y pronto le darán el alta. También me gustaría hablar con usted.- Por supuesto, vamos a la cafetería que está cerca.Ambas caminaron hasta el final del pasillo y subieron al ascensor para ir al primer nivel. En el trayecto se percibió una incómodidad al no saber cuáles temas tocar. Al llegar se sentaron en una mesa a la orilla de la ventana. - Dime Elizabeth ¿De qué deseas hablar? María José rompió el silencio - Sra. quiero hablarle de mi situación, su opinión influirá en decisiones próximas. No pertenezco a una familia acaudalada o poderosa.- Te agradezco que compartas esta información conmigo, pero no intervengo en las relaciones románticas de mis hijos.- Juan Pablo me privó de mi propia libertad, me ha agredido física, sexual y mentalmente. Me enamoré genuinamente de él, tuvimos una breve relación y la consecuencia fue un embarazo. Un par de lágrimas rodaron por sus mejillas.- ¿Estás embarazada
Elizabeth y Juan Pablo se dieron un dulce beso, se separaron al escuchar los pasos entaconados de María José que se acerba a la habitación.- Hija acompáñame al Centro Comercial y hagamos compras juntas, dijo mientras los observaba como si supiera que algo pasaba entre ellos.- Claro que sí solo acomodo a Juan Pablo en la cama y nos vamos, respondió Elizabeth con una sonrisa.Elizabeth ayudó a Juan Pablo a recostarse, le acercó su laptop y cargador. Cuando dejó la laptop sobre sus piernas, él le susurró al oído: -Puedes venir mañana y desayunas conmigo.Con una sonrisa nerviosa le dijo: - Está bien, procura descansar.- Amor antes de irte dile a Santos al Sr. que nos trajo que necesito hablar con él. Elizabeth sin darle una respuesta desde la puerta le guiñó el ojo, asintiendo a su última petición. Cuando bajó las escaleras vio a Santos parado a un lado esperando indicaciones.- ¿Santos? Preguntando incrédula si era él ya que hacía muchos meses que lo vio por última vez- Sí diga Sr
Juan Pablo es un médico, empresario y uno de los hombres más poderosos de la ciudad. Es un hombre que se enamoró a primera vista de Elizabeth; una mujer que vio cuando iba de camino al aeropuerto. Esta misteriosa mujer lo cautivo con su belleza sin saber nada más de ella, solo el ver el reflejo de su belleza Iluminado con la luz de la noche, bastó para idealizar una vida junto a ella. Juan Pablo llegó al aeropuerto y tomó su vuelo y mientras se dirigía a Ciudad Mónaco, no dejó de pensar en la mujer que vio caminar justo al lado de su camioneta. Elizabeth es una mujer hermosa, inteligente que se dedicaba a la decoración de interiores, no era de una familia distinguida pero con su talento había ganado reconocimiento en la ciudad. Ella se crío con su nana Susan ya que sus padres murieron cuando ella era una niña. Pasaron un par de semanas y Elizabeth recibió una llamada del director del Hospital San Jerónimo, llamado Zacarías. - Zacarías le dijo, un gusto Srita. Elizabeth Sotomayor e
Juan Pablo camina y siente que algo más allá a su voluntad lo guía y mientras avanza paso a paso siente que su corazón sale de su pecho. Y cómo un hombre tan poderoso, influyente, codiciado y envidiado cae ante los encantos de una hermosa chica desconocida. Zacarías, observa la actitud de Juan Pablo y algo confundido se atreve a preguntar - ¿Todo bien Juan? ¿Hay algo particular en ti el día de hoy? Juan Pablo no respondió y solo lo miró de forma evasiva y frunciendo el ceño. Ambos bajan desde el nivel 8 hasta la recepción para encontrarse con Elizabeth, quien estaba perdida en sus ideas y emocionada porque su trabajo estaba siendo reconocido. Ella escuchó unas fuertes risas de unos pacientes y no pudo evitar voltear, cuando su mirada se cruzó con los ojos penetrantes de un hombre alto, con un semblante misterioso y muy guapo. Éste iba acompañado de un médico de edad avanzada y supo de inmediato que eran las personas con quienes se reuniría. Elizabeth sonrió y al ponerse en pie,
Elizabeth sin decir nada subió al coche de Juan Pablo y con una le sonrisa nerviosa le hizo preguntas sobre el proyecto que tenía en mente para la Villa. - No nos apresuremos Elizabeth, disfrutemos esta hermosa velada, contestó a sus preguntas Juan Pablo. Elizabeth un poco confundida no dudó en pensar si la velada era para discutir el proyecto o solo era una invitación casual. Ella miraba entretenidamente a través de la venta y Juan Pablo admiraba su rostro de perfil. Cuando llegaron al Restaurante, él tomó su mano para ayudarla a bajar y dio la indicación al camarero - Acompaña a la Srita. Los alcanzaré en unos minutos solo haré una llamada. - El camarero movió la cabeza dándose por enterado de las indicaciones de Juan Pablo. Juan Pablo llamó inmediatamente a Santos - Diga jefe - Ayúdame retirando un regalo que ya está preparado para mí en la joyería y lo traes al Restaurante. - Enterado Jefe. Juan Pablo entró al salón privado y se disculpó con Elizabeth por demorarse. Él se
Elizabeth no tomó importancia a las palabras de Juan Pablo y le pidió a Susan que enviara a la dirección de la Villa. Que agregara la nota que está haciendo en el momento para disculparse nuevamente. Se retiró a su oficina y cuando ella llega, le dice su asistente - Elizabeth te llegó arreglo hermoso, el guardia de seguridad lo recibió y dejó en tu oficina. Elizabeth revisó la tarjeta y en ésta decía: No acepto un NO por respuesta. Te ves particularmente hermosa esta mañana. Asustada, tiró la tarjeta y decidió buscar en la droguería en donde Juan Pablo fungía como Presidente. Al llegar a las oficinas, se acercó a recepción - Quiero hablar con el Presidente Juan Pablo Montenegro, sabe si podría atenderme. Preguntó - No, el Dr. Montenegro no ha venido aún, quién lo busca? - Soy Elizabeth Sotomayor y estoy en proceso de remodelar su villa. La recepcionista sin dudar le dio un pase para que subiera hasta el nivel 11 y le dijo - El Dr. viene en camino, favor espere en la
Elizabeth salió a toda prisa y sintiendo las miradas de la secretaria en el lugar, sintió más presión en el pecho y presionó fuertemente los botones del ascensor. En el ascensor no dejaba de pensar en las palabras de Juan Pablo: "Voy a conquistarte" Los nervios se apoderaron de Elizabeth y salió apurada del edificio de la droguería. Se dirigió a su oficina y ya estando en su oficina, recostada en su silla estaba contemplando la idea de solo terminar la remodelación del Hospital y mandar un correo a Juan Pablo desistiendo tomar la remodelación de su villa. Pero su profesionalismo le impedía hacerlo porque buscaba un renombre, un legado, reconocimiento de su talento, ya que una chica de clase media baja solo podía lograrlo con mucho esfuerzo y trabajo. Juan Pablo en su oficina indicó cancelar sus citas de la mañana pensando porqué Elizabeth no podía salir de sus pensamientos y deseaba a toda costa estar con ella. Por la tarde, éste estuvo ocupado en reunión revisando y aprobando
Elizabeth entró a su casa y un poco desaliñada se recostó en la puerta y dio un largo suspiro. - Susan: ¿Todo bien Eli? ¿Qué te pasa? - Juan Pablo Montenegro ha estado enviando arreglos de flores a la oficina y hoy estaba esperándome afuera. - Y tú tienes interés en él? preguntó Susan - Nana Juan Pablo es muy atractivo pero siento que él busca solo una noche conmigo y no quiero jugar su juego. - Son mundos opuestos hija Elizabeth no comentó sobre el beso porque Susan podría preocuparse, pero en realidad su mirada fría y en el tono que preguntó si le gustó el beso, le daba escalofríos. En cambio, Juan Pablo conduciendo hasta su villa se reía y tocaba sus labios, su sangre ardía como lava de volcán, deseaba con locura a Elizabeth y no sólo quería poseerla sino también quería poseer su corazón. En la mañana siguiente, Santos dejó en su escritorio el reporte de quien vigilaba a Elizabeth; Juan Pablo lo revisó antes de salir y notó que ella era muy exacta en sus horario