-Si necesitas hacer una pausa, respirar o algo puedes salir un momento.- me concede Rafael señalándome la entrada del comedor.
Tomo una respiración profunda contando hasta diez mentalmente mientras cierro los ojos. Al abrirlos Rafael me mira con curiosidad y sus ojos verdes parecen brillar mientras me analiza pero no dice nada. Verlo tan tranquilo me hace enojar, por lo que vuelvo a cerrar los ojos y aun sentada repito el proceso de respiración profunda por lo menos tres veces más.
-Ok… está bien… puedes seguir explicando.- le digo en medio de un suspiro a Rafael viéndolo tranquilamente después de calmarme.
-¿No vas a hacer un escándalo y preguntar miles de cosas hasta ser tremendamente molesta?-
*Chamuel*-Acabo de ver a Luna corriendo velozmente como si huyera de una asesino en serie. ¿Qué le hiciste ahora?- le pregunto a Rafael cuando lo veo saliendo del pasillo que conduce a las salas de entrenamiento.-Yo no le hice nada. Tuvo una especie de ataque y vomitó por todo el lugar.- dice el maniático de la limpieza, dirigiéndose a la lavandería donde además se encuentran algunos implementos como escobas, cubetas y trapeadores que sólo él y el personal especial que convocaban de vez en cuando utilizaban, considerando lo que odia el desorden y el desastre entiendo hasta cierto punto su desagrado.-Entonces ¿qué fue lo que lo originó? Pude percibir que estaba bastante confundi
La sorpresa de ver a Gabriel llorando sobre mí me paraliza en mí lugar. Mientras mis lágrimas siguen escurriendo por los bordes de mis ojos hacia mis sienes veo como las lágrimas de Gabriel siguen cayendo copiosamente sobre mi rostro hasta que cierra los ojos y se inclina completamente sobre mí poniendo su cabeza a un lado de la mía. Su respiración está agitada y pequeños sollozos que no creí posibles que salieran de un hombre de su tamaño se escuchan a través de su garganta llegando hasta mis oídos. Su llanto triste y melancólico me está dando aún más ganas de llorar.¿Por qué pareciera que todo en este momento está destinado a ser triste y doloroso?No sé por qué Gabriel está llorando de esa manera sobre encima mío, sólo sé que sus sentimientos se h
Las revelaciones que Gabriel acaba de hacer ante mí me dejan de piedra en el sitio. De pronto parece como que he estado dirigiéndome a una trampa desde el inicio. ¿Toda la amabilidad, coqueteo y caballerosidad que me han mostrado hasta ahora ha resultado ser una fachada para después darme un golpe de gracia?Mi corazón no puede entender ese planteamiento. Mi mente me dice que huya lejos para preservar la vida. Pero ese estúpido órgano sentimental ubicado en mi pecho que dirige mi vida cada día con más fuerza haciéndome confiar en Gabriel, Chamuel y Rafael me hace creer que todo lo que acabo de oír debe ser simplemente una mentira, una mala broma o alguna clase de prueba de algún tipo.Simplemente no puedo entender por qué ello
Me quedo viendo a Gabriel de rodillas en el suelo frente a mí. Mantiene sus ojos cerrados enseñando no sólo su cuello del lado izquierdo sino también su herida, roja y sangrante sobre su hombro, ésta atrae mis ojos a ella aun cuando ni siquiera deseo mirarla.Rafael suelta mis hombros y soy por fin capaz de moverme. La muñeca aún me duele y a cada momento parece que la lesión se volviera más molesta al punto de que mi piel palpita donde Gabriel puso su mano, recordándome lo poderoso que es y lo frágil que puedo llegar a ser yo.Miro a Chamuel buscando una explicación de lo que acaba de decir Rafael. No entiendo cómo morder a una persona es sinónimo de dar un perdón. Sin embargo Chamuel apenas me mira pues tiene sus ojos pues
Gabriel, Rafael y Chamuel me ven fijamente con una expresión en el rostro que me hace temblar de expectativa.Todo ha sido tan repentino que verlos así es un gran contraste con el desastre que los tres estaban generando en torno a mí.-¿Se encuentran bien?- me atrevo a preguntar con voz insegura mientras me pongo de pie poniendo algo de distancia con ellos. Tengo la impresión de que si me quedo demasiado tiempo tan cerca de ellos puede que termine haciendo algo que no debería.-Pérdoname por mostrarte un lado de mí cruel hacia mi hermano.- contesta Chamuel cerrando los ojos y ofreciéndome su cuello tal como había hecho Gabriel.Me le quedo viendo con ojos grandes.-Yo en realidad sólo quiero que me muerdas como a Gabriel.- expresa Rafael con el rostro levemente sonrojado a pesar de su tono de piel.Y en ese momento lo co
Siento los brazos de Rafael a mí alrededor brindándome calor y seguridad y desearía no tener que apartarme de él en ningún momento hasta que mi corazón y mi mente se pongan de acuerdo respecto de lo que siento.Pero su calor dura poco cuando me aparta sutilmente sosteniéndome por los hombros, haciendo que lo mire a la cara. Sus ojos verdes parecen resplandecer bajo la luz solar que se filtra entre las hojas del bosque en que estamos y siento mi rostro caliente al ser demasiado consciente de sus manos en mi cuerpo y como hace unos pocos segundos me besaba como si quisiera devorar mi boca y yo la de él.-Luna, mírame.- me dice cuando aparto los ojos de él con vergüenza y toma mi mentón suavemente- No tienes nada de qué avergonzarte. Tod
Los ojos de Chamuel me miran con sorpresa pero una respuesta de parte de él no llega de forma inmediata.Voltea a mirar a Rafael que está tan sorprendido como él y luego ambos fulminan con la mirada a Gabriel, quien a su vez los mira molesto.-Ya no puedo mantener más tiempo esta mentira.- declara Gabriel viéndome a los ojos y mi corazón se encoge ante sus palabras.-¿Por qué le dijiste eso?- arremete Rafael contra él dándole un empujón.-¿Es todo cierto? ¿Gabriel decía la verdad?- les grito soltándome de la mano de Chamuel.-Espera, Luna. Hablemos esto con calma.- dice Chamuel intenta
*Gabriel*Nunca me había dolido tanto como en este momento ver la espalda de la persona que adoraba mientras se alejaba llena de ira por mi causa y la de mis hermanos.Chamuel y Rafael intercambiaron unas palabras en cuanto a las nuevas habilidades que inconscientemente estaba adquiriendo Luna antes de voltear a mirarme exigiendo explicaciones.Todos teníamos diferentes posiciones cuando se trataba del destino de nuestra amada. Sólo nosotros cargábamos con la responsabilidad, dolor y consecuencias que implicaba en cada vida ser los verdugos de la misma persona que amábamos.Esto desde el inicio más que un castigo parecía un retorcido juego sacado de la