Había pasado una semana desde que Lucas sorprendió a Sofía con la cena romántica a la luz de las velas y con la exquisita comida casera que había preparado, y claro, el postre…Habían hecho el amor con suavidad y cariño, con muchas caricias, besos suaves y repitiendo lo mucho que se amaban, Sofía lo había querido así, si iban a concebir un bebé esa noche, quería que el momento fuera mágico.La castaña se podía imaginar muchos años después contándole a su hijo o hija el día en que lo concibieron, sin entrar en detalles claro, pero el relato sería romántico, como en las novelas románticas.Ahora estaba en el baño exclusivo para los empleados del hotel, sentada sobre la tapa del inodoro y con la puerta del cubículo abierta, alrededor de ella estaban sus amigas de la recepción, esperando con impaciencia que Sofía revelara el resultado del test que acababa de hacerse.Hace tan solo unas horas, la joven se había sentido mareada y con náuseas, las chicas no dudaron en animarla para que se hi
-Señor, me acaban de informar que lo esperan en la sala de eventos- sentenció el secretario, manteniendo la seriedad para que Lucas no sospechara de la sorpresa que le tenía preparada su amada.-¿A esta hora? ¿Quién?- preguntó con fastidio, odiaba las reuniones y más las de último momento, no le daban tiempo a prepararse.-No lo sé señor, me acaban de informar de recepción eso.- mintió, mientras enviaba un mensaje a Sofía de que ya estaban entrando al hotel.Lucas bufó y fue directo a la sala de eventos sin pasar por su oficina.“Que no sea mi padre ni ninguna de sus locuras, por favor” Suplicó a sus adentros.Abrió las puertas del salón y casi se infarta por los gritos de sus empleadas que salieron de detrás de una gran mesa llena de dulces.-¡Sorpresa!- exclamaron y tiraron globos dorados al aire.-Creo que aún falta para mi cumpleaños- exclamó aún con el corazón latiendo con fuerza contra su pecho. Las chicas rieron divertidas, pero nadie le dijo nada.Miró el cartel que estaba c
Sofía se levantó temprano por la mañana para un nuevo día de trabajo. Aún un poco dormida entró a la cocina, encontrándose con su amado y no con su típico traje empresarial sino con unos pantalones holgados color marrón y una camisa informal color oliva. -¿Qué haces así vestido? ¿Es sábado?- preguntó frotándose los ojos.-No, es miércoles- dijo sonriente, sirviéndole un vaso de jugo de naranja y unas tostadas a la castaña.-¿Es día de vestirse informal?- bromeó-En realidad nos pedí el día.-¿Pediste el día? ¿A quién? Si tú eres el dueño- exclamó en broma.-Bueno, es una forma de decir ¡No lo arruines!-Lucas, no sé si sea buena idea…-Basta de trabajo, estoy empezando a pensar que eres una Workcaholic.-No sé qué es eso- exclamó tomando un poco de jugo.-Una adicta al trabajo- sentenció cruzándose de brazos- lo busqué en internet y es justo lo que eres.-Eso no es verdad…-Deberías hacerte el test-Basta- sentenció con fastidio- Vístete como corresponde y nos vamos al hotel.-¡Mi a
Lucas se encontraba mirando el horizonte a través del ventanal de su oficina, aunque sus ojos miraban los edificios que se cernían delante de su hotel, el joven estaba muy lejos de ahí, recordando que hace un mes había escapado con su amada al mar.El joven cerró los ojos y viajó a ese día, rememorando cada detalle una vez más.Recordó su risa mientras se adentraba al frío e inmenso mar, recordó cuando ella se colgó de su cuello y ambos cayeron juntos al agua. Recordó su hermosa sonrisa y su cabello lleno de arena y agua salada volando en el viento.“Te amo” había dicho la joven, con sus ojos llenos de vida y tocando su vientre.Lucas había viajado a muchos lugares durante toda su vida, conocido miles de países y miles de culturas distintas, pero jamás creyó que una escapada de un solo día y a tan solo tres horas de la ciudad se convertiría en su lugar favorito en el mundo, junto con los ojos llenos de ilusión de Sofía al ver por primera vez el mar, sintiendo en sus pequeños pies la a
Sofía fue arrojada con fuerza dentro de la habitación, por suerte cayó sobre la cama suave y Premium del vip y no contra el duro suelo, protegió con sus manos su pequeño vientre y se arrastró hacia atrás, lejos de ese hombre. -¿Qué haces aquí?- exclamó nerviosa- ¿No te dije que ya no quería saber nada más de ti? La castaña observó cómo Víctor cerraba la habitación con cerrojo y bebía del pico de la botella el contenido de una sola tomada. La joven lo miró de arriba hacia abajo con miedo, su ex esposo estaba vestido con un traje gris de dos piezas y una camisa blanca que tenía casi todos los botones desabrochados, de forma vulgar. Sofía jamás lo había visto usando un traje, Víctor simplemente no era una persona formal, pero aún así, con el traje puesto, se veía desaliñado, como si su papel de hombre de negocios y con clase no le hubiese durado ni dos segundos. -Dijiste que habías dejado de tomar- exclamó mientras observaba alguna manera de escapar o algo con lo que defenderse si la
-Víctor…- exclamó en un hilo de voz, alejando su propio rostro y aplastándolo contra la pared, tratando de que la boca de su ex esposo no tocara su piel- No hagas esto, tu no quieres hacerlo- Intentó convencerlo desde la piedad.El hombre rio muy cerca de su cara y apoyó sus manos contra la pared, a los costados de la castaña, como si fuera una jaula humana.-Sofía, quiero luchar por tu amor, quiero que veas en mí a tu esposo- suplicó arrastrando las palabras por el alcohol. - Quiero que volvamos a estar juntos.-¿De esta forma quieres que te perdone? ¿Violentándome? ¿Haciendo que te tenga miedo?El hombre se sintió humillado, gruñó y oscureció sus ojos, haciendo que Sofía realmente comenzara a pensar que no iba a salir viva de esa habitación.-Si no es por las buenas va a tener que ser por las malas, tú eliges- sentenció.-Si me haces algo esto va a terminar muy mal para ti, no vas a salir sano y salvo de este hotel- advirtió la joven- No falta mucho para que sepan que algo está pasa
“Un piso más, solo uno más, resiste” Lucas se dio ánimos mientras subía los últimos escalones que lo separaban de su amada. Llegó al piso y corrió con todas sus fuerzas en largas zancadas a través del pasillo que se sintió interminable, como en una pesadilla de esas en que no puedes moverte de tu lugar, aunque lo intentes, pero finalmente el magnate llegó a la puerta, que intentó abrir con la manija, dándose cuenta de que estaba cerrada desde adentro. Escuchó unos quejidos que estaba seguro de que eran de Sofía y después algo de vidrio rompiéndose, para que luego reinara el silencio. Un silencio que fue peor que cualquier otra cosa, porque no significaba nada más que lo peor. -¡Sofía!- gritó desde sus pulmones, dio unos pasos hacia atrás y de una fuerte patada rompió la puerta junto con el cerrojo, abriéndola de par en par. Entró rápidamente, temiendo lo peor y haber llegado demasiado tarde. Había prometido que protegería a su amada de todo mal, que nunca más nadie le pondría un
-Resiste mi amor, ya estamos por llegar- exclamó el magnate, quien tenía la cabeza de su amada sobre sus rodillas. -¡Más rápido por favor!Sofía tenía una expresión de dolor en su rostro y Lucas no sabía qué hacer para que ya no le doliera.-Tengo miedo- las palabras salieron de los labios temblorosos de la castaña como un suspiro. Lucas quería decirle que él también tenía mucho miedo, que no sabía que iba a suceder y que no podía hacer más nada que entrelazar sus dedos con los de ella.Finalmente, la patrulla llegó a la entrada de emergencias de la clínica privada de la ciudad, los paramédicos ya estaban en la entrada esperando a Sofía, ya que los policías se habían adelantado avisándoles que estaban yendo con una mujer descompensada.Lucas salió de la patrulla y con mucho cuidado sacó en brazos a su amada, que tenía toda su parte inferior cubierta de sangre.Sofía ya estaba semiinconsciente por el dolor tratando de mantener sin éxito la cabeza levantada. Rápidamente llegó la camil