Aisha lo miró con frialdad, su corazón estaba herido pero su determinación estaba intacta.— Ya es demasiado tarde para disculpas, Aryeh. No quiero saber nada de ti.En ese momento, Aryeh decidió jugárselo todo. Se acercó a Aisha y la besó con desesperación. Fue un beso cargado de emociones y arrepentimiento, pero para Aisha, no cambió nada.Justo en ese momento, Alejandro apareció en la escena. Había seguido a Aisha desde lejos, lleno de remordimiento por haberla dejado así abandonada, él decidió que era hora de tomar una decisión, así que llamó a su asistente personal y le dio instrucciones de cerrar el trato. Pero ahora veía a su esposa desde la distancia besarse con otro hombre, su corazón se apretaba en su pecho de una manera dolorosa.— ¿Qué he hecho? — él susurró para sí mismo — así que ella me quería hablar de esto, que tonto que fui.Alejandro se fue a la casa, él no podía soportar la culpa que sentía. Ignorando las advertencias de su nana, se dirigió a un bar y comenzó a beb
Aisha, aún atónita, se apoyó en la mesa cercana, intentando procesar la supuesta traición de Alejandro.— No puedo creer que haya llegado a esto, aunque sinceramente algo dentro de mí me dice que no es así — ella miró a la nana — es cierto que no llevo tanto tiempo de conocerlo pero pongo en tela de duda lo que esta señorita me dice.La nana y Ana la miran, esperando alguna indicación de cómo debían proceder. La mansión está sumida en un tenso silencio.— Quiero que te vayas a tu habitación — Aisha miró a Ana — hablaré con mi esposo de esto y escucharé la versión de su historia, en caso de que él te hiciera lo que dices te digo que no tienes de qué preocuparte ya que pienso levantar una denuncia en su contra para que pagué por lo que hizo. Pero en caso de que nada de esto sea verdad, vas a tener que soportar una demanda por injurias y calumnias que le estás levantando a Alejandro.— Pero señora Aisha, yo…— Ya has escuchado a tu patrona — la nana interrumpió a la mujer y habló con fir
La empleada movía su cabeza de un lado al otro, sus ojos estaban llenos de terror y acariciaba su vientre con fuerza. Aisha al ver la reacción sonrió disimuladamente y también Alejandro.— Espero que estés contenta, has destrozado a una familia.En el momento que Aisha se iba a ir, la empleada la detuvo con un llanto desgarrador, ella abrazó su vientre y se arrodilló delante de la mujer.— Se lo suplico, no me quite a mi bebé — ella juntó sus manos a modo de súplica — no quiero que lo hagan. Jamás me acosté con su esposo y esta criatura no es de él sino de la persona que me pidió que hiciera esto.— ¿Quién te lo pidió? ¿Acaso fue Mel Ortega? — ella negó — ¿Quién fue entonces?— Aryeh Lancaster — Aisha se quedó helada — fue él, quería arruinar la relación que tenía con su esposo entonces me utilizó a mí y a mi bebé que de paso es su hijo.— Espera un momento — Aisha la tomó de los brazos y la levantó — no te arrodilles, lo que hicimos fue para sacarte la verdad porque sabía bien que mi
La sala de operaciones estaba llena de tensión y concentración. Mientras los médicos y especialistas trabajaban arduamente para salvar la vida de Christopher, María permanecía en un balcón alto desde donde podía observar todo lo que estaba sucediendo.Desde su posición elevada, María observó a Aisha, la experta cardióloga, delicadamente reparando el corazón de Christopher junto a un equipo de cirujanos. Las manos de Aisha se movían con destreza, mientras todos los demás especialistas se concentraban en curar anónimamente las múltiples heridas de Christopher.— ¡Necesitamos más pinzas! Rápido, el corazón está colapsando.— Aquí están, toma.— ¡Vamos, todos trabajen en equipo! No podemos perderlo.— ¡Por favor, por favor, Christopher, aguanta! — María suplicaba desde arriba.— ¡La herida en su cabeza está controlada! Siguientes pasos, cerrar las demás heridas.— Vamos, corazón, aguanta. Christopher necesita que vuelvas a latir fuerte — Aisha estaba enfocada en reparar las heridas — no
— Muy bien, Ana se quedará aquí si es lo que quiere. En caso de que usted esté dispuesto a llevársela y ella quiera irse, no nos vamos a oponer.— Claro que vendrá conmigo — el señor Lancaster la miró fijamente — ¿Verdad? Obviamente ya no será en calidad de empleada sino como la madre de mis nietos.— ¿Y mi mamá? — Ella también dejará de trabajar, pienso acogerlas a las dos como mi nuera y como mi consuegra. Sé que eres una buena muchacha, Ana.Ana preparó sus cosas con ayuda de Aisha y se fue directo a la casa del señor Lancaster. — Bueno, ahora solo falta que Christopher pueda despertar y decir quién le dió semejante golpiza.— Amor, no quiero que te estés estresando por eso. Vamos a descansar que hoy fue un día lleno de emociones.Aisha y Alejandro se fueron a su cuarto, ella estaba tan cansada que bastó con el hecho que su cabeza tocó la almohada para dormirse al instante.— Buenas noches, mi amor — Alejandro la besó — que descanses.Aisha al día siguiente se levantó bastante te
— Necesito que tengas paciencia, hablaré una vez que la policía venga aquí. Mientras tanto ven a acompañarme que todo esto se va a poner color de hormiga.Aisha llegó a la sala de urgencias y miró a Aryeh haciendo planes con un arquitecto, él sonrió con total victoria en el momento que vió la mirada triste de la directora de uno de los hospitales más prestigiosos del país.— Te agradezco por haberme dado el hospital a tan buen precio. No todo mundo corre con tanta suerte.— ¡Seguridad! — los guardias llegaron — quiero que detengan a este hombre, él solamente está alucinando y dice un poco de incoherencias.— ¡No se atrevan! — Aryeh miró que los guardias se acercaban y les mostró el documento de compra-venta — soy el nuevo dueño del hospital y si me tocan se van a meter en serios problemas.— No le hagan caso — Aisha miró con confianza a Aryeh — escucha, grandísimo loco. Ese sello tiene ciertas limitaciones para tu información, el documento que tienes en la mano te digo que como mucho
Alejandro extendió su mano hacia Aisha y ella la tomó, uniendo sus fuerzas en medio de la tragedia. Se abrazaron con fuerza, y ella se dejó llevar por la seguridad que encontraba en los brazos de su esposo. Las lágrimas caen en cascada, liberando una tormenta de emociones que la han abrumado.Aisha, afectada por la magnitud de la situación, siente cómo el mundo a su alrededor se desvanece. Sus piernas flaquean y, finalmente, cae en un desmayo. Alejandro la sostuvo con cuidado, procurando no hacerle daño, y la llevó a una habitación cercana.Una vez que están en la habitación, María verifica que Aisha esté bien y miró como Alejandro la recostó con delicadeza en la cama. Él la observaba con amor y preocupación, su corazón se encontraba partido por el sufrimiento que veía en su rostro.— Ella se encuentra bien — María se quitó el estetoscopio de sus oídos — también la bebé.— Gracias, María.Alejandro con movimientos suaves y precisos, limpió la sangre de las manos de Aisha, procurando n
Alejandro se acercó a Aisha, su expresión era seria y determinada.— Aisha, iré a la comisaría. Esto es crucial. Necesito que me des el alhajero para llevarlo a la comisaría.— Está bien — Aisha asintió, sosteniendo el alhajero cerca de su corazón y luego se lo dió a su marido — por favor, asegúrate de que sepan todo lo que encontramos y capturen a mi tío.— No te preocupes, lo haré. Confío en que esto nos va a acercar al paradero de Antonio.Mientras se dirigía hacia la puerta, Alejandro se detuvo junto a su nana, quien observaba la escena con preocupación.— Nana, estoy contando contigo para cuidar de Aisha. Este es un momento difícil para ella.— No te preocupes, estaré aquí para ella.Alejandro se sintió agradecido y se marchó con paso decidido. Aisha y la nana quedaron solas en la sala, el silencio llenando el espacio.— Estoy aquí para lo que necesites, querida.Aisha le dedicó una pequeña sonrisa, agradecida por la presencia reconfortante de la nana.— Gracias, nana. Significa