Aisha se sentía ansiosa, ella no quería estar lejos de Alejandro y menos en esa propiedad.— Por favor, detén el carro — ella le súplica al chófer pero éste ignora sus súplicas y continúa el viaje en silencio. Al llegar a la residencia Ébano, el chófer detiene el auto y baja para abrir la puerta de Aisha.— No me dejes aquí, por favor, es peligroso...El chófer baja todas las pertenencias de Aisha y luego regresa al auto sin mirar atrás. Arranca y se aleja, dejando a Aisha sola y desamparada en la entrada de la residencia.Alejandro regresa a la mansión, con una sensación de vacío en su interior. Su nana lo mira con preocupación.— ¿Cómo estás, mi niño? ¿En dónde se encuentra Aisha?— La envié a la residencia Ébano. Necesitaba un tiempo lejos.— Hiciste lo correcto, Alejandro. A veces, es necesario tomar distancia para aclarar las cosas.— Espero que esto ayude.Ella mira a Alejandro con una mezcla de compasión y comprensión. Sabe bien lo que pasó ya que con los papeles que estaban d
Alejandro terminó por salirse de la habitación y siente su corazón a punto de salirse del pecho, la angustia hace que los minutos sean eternos y piensa en lo idiota que fue.— ¡Que los doctores se apresuren! — Maria gritó a todo pulmón — ¡Necesito manos aquí, por un demonio!Los doctores llegaron y vieron a Maria atender a Aisha, ella ya la tenía con varios aparatos conectados y miraron la picadura de cascabel.— ¡Necesitamos el antídoto lo antes posible! — un doctor se acercó y miró el piquete entonces Maria, con la serpiente en la mano, se acercó al médico.— Aquí tiene la serpiente. Por favor pide el antídoto cuanto antes. Necesitamos salvar al bebé que la doctora Martínez carga. Haga el favor de llamar al doctor Salvatierra que necesito demasiadas manos aquí, él sabe más de serpientes que nosotros.El médico asiente y toma la serpiente, agradecido por tener el antídoto a mano.— Gracias, esto puede hacer la diferencia. Iré a llamar al doctor Salvatierra, no tardó en llegar, doctor
Alejandro soltó a su asistente personal y en el momento que intentó acercarse a Aisha fue que Christopher se interpuso en el medio.— Ella me pidió que no dejará acercarte, lo mejor es que guardes tu distancia.— Aisha, por favor no me hagas esto. Perdóname por lo que te hice, fui un estúpido.— Christopher, por favor llévame a mi cuarto — la voz de Aisha era tranquila pero dolorosa — no me siento bien.Christopher decidió cargar a Aisha y Alejandro se mantuvo al margen, luego miró a Mel que estaba siendo sujetada por los guardias de seguridad.— Maria — Alejandro miró a esta mujer — ¿Me puedes explicar por qué dices eso?— Sencillo, el paparazzi que tomó la foto que se alteró me dijo toda la verdad y que Mel estaba involucrada. Ella le pagó una suma fuerte de dinero para que alterará la fotografía y cuando le amenacé con demandarlo me dió la original que te mostré.— ¿Cómo fue que él tuvo acceso a esa habitación?— Las consecuencias de pagar un hotel de paso, supongo que eso es mi cu
Maria dejó a solas a Aisha con Aryeh. Él permaneció de pie en el cuarto hasta que ella lo invitó a sentarse en un sofá que estaba cerca.— ¿Qué es lo que quiere, señor Lancaster? Sinceramente su visita me tomó por sorpresa.— Me di cuenta lo que le sucedió, venía nuevamente a reiterarle mi oferta de que si necesita algo no dude en pedirmelo.— Le agradezco su oferta pero por el momento tengo todo en orden — Aisha se puso a pensar en algo — aunque sabe algo, quizás si me pueda ayudar después de todo.— Claro, dígame.— En caso de que se llegue a dar cuenta de algún apartamento en alquiler o casa, le agradecería mucho si me avisa y da buenas referencias de mí.— De hecho sé de un cuarto que están alquilando en una muy buena zona, si desea puede ir una vez que le den de alta.— Necesito los informes, ¿Cuántas personas viven ahí? ¿Los conoce? ¿Cuáles son los términos del contrato y los servicios que hay?— Ahí viven dos personas, el dueño y una empleada, los conozco muy bien, los términos
Pero al intentar salir de la habitación, su nana lo detuvo con una mano firme en el hombro. — No tan rápido, Alejandro. Antes de ir a ver a Aisha, necesitas hacer algo importante. Ve a visitar a un psicólogo. Necesitas comenzar con terapias para abordar todo lo que te ha afectado.Alejandro frunció el ceño, renuente. — Nana, no sé si eso vaya a…— Alejandro, escucha bien — la anciana lo interrumpió con una mirada seria — si no haces esto, es muy probable que pierdas a Aisha. Ella es una mujer maravillosa y hermosa, y no tardará en encontrar a alguien que la ame como se merece. No querrás verla feliz en brazos de otro hombre solo porque no pudiste enfrentar tus demonios.Las palabras de la nana resonaron en la habitación, pesadas y llenas de verdad. Alejandro finalmente asintió, aceptando la necesidad de buscar ayuda.— Ten — ella le dió una tarjeta — ve con ese doctor, dile que vas de mi parte. Me debe un favor y te recibirá sin problemas.— Está bien, nana — él tomó la tarjeta — mu
Aisha parpadeo, aún adormilada, pero la mirada de Alejandro la despertó por completo.— Alejandro... ¿Qué ha pasado? — su voz es suave pero con un toque de cautela — no entiendo qué haces aquí.— Te prometí un cambio, Aisha, y lo haré — habla con ternura — María estará aquí para cuidarte cuando no pueda estar a tu lado.Aisha asiente, con una mezcla de emoción y prudencia en sus ojos. Siente el peso de la promesa de Alejandro y la sinceridad en sus palabras pero hay algo que no deja confiar del todo en su esposo.— Quiero creer en nosotros pero mucho me temo que está vez necesitaré algo más que palabras de tu parte, deseo ver un cambio entre nosotros.— Te juro que voy a demostrarte con hechos que cambié. Entiendo tu desconfianza y volveré a recobrar todo aquello que perdí con mis malas decisiones.— Eso espero, no creas que no te amo — su voz se quebró — pero te digo que mi amor por mi hijo y por mí es superior al que te tengo a ti.— Lo entiendo, prometo ser alguien diferente para
Ella no esperaba tan pronto la visita de Alejandro y menos que trajera sus cosas, un sentimiento de amargura surgió en su pecho al pensar que estorbaba en la vida de su esposo pero trata de calmarse.— Quería asegurarme de que tuvieras todo lo que necesitas. No puedes estar haciendo desmanes en viajar tan lejos, así que lo que necesites puedes llamarme.— Gracias, Alejandro. No te hubieras molestado — ella intentó tomar sus cosas pero él no las dejó — ¿Qué sucede?— Las subiré a tu habitación si me lo permites, no quiero que cargues tanto peso.— Claro, puedes subir. Ya sabes donde esta mi cuarto.Alejandro subió las escaleras y colocó suavemente las cosas en la habitación de Aisha. Miró alrededor, asimilando que este será el nuevo espacio de su esposa.— Aisha, traje algunas cosas para ti — él habló bajando las escaleras — supuse que no habías hecho compras así que me tomé el atrevimiento de hacerlo.Aisha lo esperaba abajo, con una sonrisa de gratitud en sus labios. Cuando él está d
Aisha llegó al apartamento, con el corazón aún agitado por la conversación con Mel. Las lágrimas empiezan a brotar y se derraman por sus mejillas.— Aisha, cariño — María la mira con compasión — ¿Qué fue lo que pasó?En ese momento Aryeh pasaba por ahí, se notaba que iba de salida ya que sostenía unos documentos en sus manos pero se detuvo en seco-— Aisha, ¿Qué sucedió?Aisha por un impulso se derrumbó en los brazos de Aryeh, sollozando con fuerza. Ella a pesar de que no se sentía del todo cómoda decidió hacer esto.— Fue... Fue horrible, Aryeh.Mientras Aryeh la consolaba, la puerta se abrió y Alejandro entró, él observó la escena con preocupación y tristeza en sus ojos. Quiso acercarse a Aisha para brindarle consuelo, no le importaba lo que hubiese pasado, sin embargo, se detuvo ya que pensó que solamente iba a sobrar.— ¿Qué sucedió? — le habló a María en un susurro — ¿Por qué está llorando así? ¿Acaso sucedió algo malo con ella o el bebé?— Fue a ver a Mel a la prisión — María mi