Dos semanas después
Las cosas no estaban dando los resultados que se esperaba. Aunque quería que las cosas sucedieran rápido, lamentablemente, no es así. No se ha encontrado algún rastro de Louis, ni de Danell.Nadie sabe si están vivos o muertos, porque no han dado una sola señal de vida. Eso, al menos no ha causado problemas grandes con el funcionamiento del negocio, ya que, solo me hacen parte de las reuniones y todo está bien.Sin un cruel Castagnoli vivo o dando señales de ello, los problemas son solo con la competencia y cada uno tiene su ruta y manera de jugar rudo. Un juego que es solo algo de niños, en comparación a todo lo que hemos pasado por la venganza entre ellos y ambición de la herencia.— ¡Señora, hay noticias! — dice Gerald entrando a la casa. Todos los hombres a cargo de mi cuidado, los observan con seriedad mientras empu&ntilTres días despuésLas cosas, no han cambiado siquiera un poco. Cada cierto tiempo en el noticiero se muestra la foto de Louis, pero sigue sin haberlo capturado o al menos, tener un indicio de su ubicación.Estábamos tan mal como el principio y lo peor era que el tiempo pasaba y los chicos exigían que me hiciera cargo del puesto de mi esposo. Causando eso un estrés innecesario en mí. Por lo que, constantemente paso tiempo con mis hijos intentando despejar mi mente de todos los problemas que me rodean.No sé si es por el estrés de tanta presión que ellos ejercen sobre mí con su insistencia, pero las inversiones recientemente que he realizado, no me han dado los resultados esperados y apenas he podido recuperar mi capital.— Todo es un desastre últimamente, ¿No es así, niños? — le pregunto a los pequeños que están golpeando sus juguetes
Todos se mueven bastante rápido y con organización, mostrando que han estado muy bien entrenados. Por ello, me siento segura aunque no sabemos quién puede ser la amenaza que se acerca.— Equipo A, encárguense de seguirnos de cerca y equipo B, no disparen si no han identificado a la amenaza. Quizás sea un pequeño susto, deben verificar si están perdidos o son enemigos de la señora. — informa el líder de la vigilancia.— Sí, señor. — dicen todos al unísono, mientras los mejores hombres se colocan en el asiento de conductor y copiloto del auto en el que me encuentro.Todos sacan sus armas, colocan sus huellas en un panel en medio de los dos y al poco tiempo se giran para los dos mirarme.— Señora, por su seguridad y la de los bebés, colocaremos una división. Usted podrá ver lo que sucede aquí, pero, nadie podr&aac
Uno no sabe cuán importante es alguien, hasta que algo grave le sucede. Con Danell siempre he tenido preocupaciones con su trabajo, amándolo o ahora que no lo amo, pero, nada se compara con esto.— Cálmate, por favor. Me destruyes por dentro escucharte llorar así por mi culpa. — dice Danell y yo no me detengo.Sin embargo, me alejo de él para calmar a los pequeños que lloran como si supieran lo que aquí sucede. Sabiendo que nadie más que yo puede calmarlos, arrullo a los dos en mis brazos, intentando calmar los tres el llanto desconsolado.Uno que ha tocado el corazón de los presentes, porque también lloran, al punto que se giran para que no sean vistos llorando. Después de todo, tienen la fama de ser hombres rudos y es por ello, que deben conservar dicha fama.— Lo siento tanto, nuevamente los lastimo. — dice Danell en medio del llanto.— Te odio
Como lo ha pedido Danell, avanzamos hasta ese lugar donde los chicos colocan un poco de tela en el suelo y con la ayuda de ellos, los bebés son colocados sobre esa tela y los tres sentados, vemos como con cuidado, colocan a Danell sobre la tela.— Iremos a buscar un poco de comida, señores. Los demás nos quedaremos revisando que no haya una sola amenaza. — dice Darwin y Danell asiente.Todos se marchan y yo me quedo observando como los pequeños juegan con sus dedos o con las manos de su padre. La imagen es demasiado hermosa, al punto que no puedo evitar desviar la mirada para que él no me vea con los ojos nublados por las lágrimas acumuladas.— Lo siento, Dove. — dice Danell y yo limpio mis lágrimas con disimulo— ¿Por qué pides disculpas? — pregunto confundida.— Lo arruiné todo. Perdí la oportunidad de tener algo tan bueno como ustedes con
Danell y yo hablamos de todas las experiencias que él experimentó en la selva y como pensó en los bebés y en mí para no perder la cordura, como sabe que no me gustan los detalles violentos, me cuenta desde el enfrentamiento con Flavia y Louis hasta que regresó a nosotras.En su relato, podía verse el resentimiento que tiene por ambos, pero, la satisfacción que se ve en su mirada cuando narra el momento en que la vio en silla de ruedas, asusta. Muestra cuan vengativo puede ser y lo sabía perfectamente, porque casi hace que aborte.Pero, ella era el amor de su vida, su amor hacia ella en comparación conmigo, era demasiado grande para hacerle algo así. Pero, Danell es alguien que ama de una manera extraña, una que es capaz de lastimar sin intención o con intención.— La comida ha llegado, señores. — dice el Gerald.Los chicos se muestran dócile
Terminamos de comer y nos marchamos, me despido de todos los que me cuidaron hasta ahora y me marcho en uno de los autos, con la gente de Danell. La preocupación del nuevo lugar donde estaré, hace que me asuste, pero, es mejor estar así que siendo prisionera de Louis.—Nos quedaremos en mi tiempo de descanso donde todo empezó. — dice Danell y yo lo observo en busca de algún indicio de broma.—Debes estar bromeando. — Digo de inmediato y Danell niega.—Iremos a mi propiedad, donde nos casamos. Así, estaremos en un lugar conocido, un lugar donde el viejo Danell se unión a ti. Uno donde cada uno de nosotros tuvo una idea de lo que sería este matrimonio.>> Pero, ahora, después de varios meses de habernos casado, regresaremos con dos bebés que son la prueba de como las cosas no salen como uno espera y en mi caso, fue mucho mejor de lo que planee. — Di
Danell me observa seriamente y suspira profundo, retrocediendo en su silla de ruedas, como si se diera por vencido. Pero, no me confío, no puedo hacerlo, porque cuando menos creo que va a hacer o decir algo malo, lo hace.— Está bien, no voy a obligarte. — dice Danell y yo no bajo mis defensas.— Detén el auto, voy a quedarme aquí.— No van a protegerte más, Dove. El acuerdo se ha acabado. Han ayudado por mucho tiempo, ya no van a hacerlo más. — dice Danell y yo comienzo a asentir comprendiendo ello.— Está bien, no importa. Puedo arreglármelas como pueda sola. — digo y él suspira profundo.— Intenta calmar a los bebés. — dice Danell y yo miro a mi alrededor.— Saldré. Solo así puedo consolarlos. — digo con seriedad.Danell asiente y yo comienzo a arrullarlos hasta que se calman. Todos miran a s
Danell, tensa su mandíbula por mis palabras, pero, asiente. Siendo eso algo que me preocupa, porque no es el hombre calmado que no les da importancia a las cosas, si no, el Danell calculador y jefe de un negocio retorcido.Hay varias formas de calmarse o lucir calmado, uno es estar calmado, porque lo que pasa no le toma mucha importancia o no lo perturba, pero, la calma de Danell, me dice que no está cómodo con lo que sucede y mucho menos, le agrada lo que le he dicho.— ¿Qué esperas de mi realmente, Danell? — pregunto curiosa.— No me agrada mucho lo que me estas pidiendo, Dove. No me siento cómodo tenido a una persona desconocida cerca de nosotros. — dice Danell y yo asiento.— A mí tampoco me agrada estar rodeada de personas que lógicamente, no van a respaldarme si algo sucede. Ya que, ellos deben obedecerte, así que, creo que es bueno que estes de mi lado, uno donde n