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Punto de vista neutro.

Alfa Noah se encuentra de rodillas frente a la cama de la niñera con una mezcla de sentimientos, que van desde la preocupación hasta ese regusto agrio al imaginarse que está traicionando el recuerdo de su Clío, a la cual extraña desde que la muerte se la llevó.

Sin embargo, esta chica, Adele, se ha encargado de meterse poco a poco en su pecho, no porque su lobo se la pasa pregonando a los cuatro vientos que ella es su pareja destinada, no, sino debido a ella misma, quien es fuerte, valiente, con un carácter indomable y, sin embargo, tiene un gran corazón, quien defiende tanto sus ideales, con la misma fuerza con la que defiende a su propio hijo.

Pero ahora se nota pálida, debido a toda la sangre que ha perdido, por culpa de ese miserable hijo de alfa Boris, quien la ha apuñalado en la pierna con saña.

Sin embargo, eso no es lo más preocupante, sino que ese poder de curación que mostró cuando le había donado la médula a su hijo parece que la ha abandonado.

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