~~~Adele.La solicitud de Noah me ha dejado iracunda, algo que parece ponerlo en alerta, así que trata de buscar las palabras correctas para que no estalle en ira.―La hubiera dejado en mis mazmorras hasta que pudiera recibir un juicio justo, sin embargo, pensé que era mejor que fuera juzgada en la manada en donde se encuentra su familia―me señala Noah, al tiempo que sigo sin recuperarme de la impresión que me han causado sus palabras.“No voy a encarcelar a mi propia madre, Noah”, le digo mentalmente, lo cual hace que trague en seco.“Confía en mí, corazón”, me responde y respira profundo, “tu madre tiene unas ideas suicidas que solo nos traerán problemas, si le permitimos que los lleve a cabo”, añade y yo sigo en asombro.―Solo lo permitiré, hasta tanto me explique de qué se trata todo esto, después de todo, se trata de mi madre, alfa Noah―le digo molesta, pero él trata de darme una sonrisa condescendiente, la cual ignoro deliberadamente, una cosa que no se le escapa.― ¿Podrían de
~~~Punto de vista neutro.Lorena sabía que las palabras de Boris había que tomarlas en serio, en especial, una amenaza tan directa como esta.Sí, ella sabía que sus palabras no estaban vacías y que debía estar urdiendo algún plan, uno que debía estar en marcha en este instante.Entonces, miró su mano de repente y se dio cuenta que estaba temblando, con un frío que la calaba en los huesos.Porque a este hombre no le temblaba la mano, cuando se trataba de matar, aunque fuera a su propia familia.“¡Ja!”, se decía mentalmente Lorena, ante la ironía de recordar que Adele era de su propia sangre, que ella era sobrina de ambos.Pero de seguro que el amor no era igual, desde luego, ya que, si fuera por Boris, Adele y Clío hubieran muerto el mismo día que nacieron.Entonces, pensaba en el hijo de Adele, el fruto que todavía estaba en su vientre y saber que podría morir sin conocer la luz del sol o respirar el aire por sí mismo jugaba con sus nervios.“¿Qué estará maquinando?”, le decía su lob
~~~Adele.¿Cómo resistirme a este hombre?¡Mi hombre!¿Cómo evitar que me separe los labios con la lengua, mientras toma mi derrier para volverme a colocar en su regazo a horcajadas?¿Que con su otra mano recorra todo el camino que va entre mis senos y mi centro, el cual toma entre sus dedos, masajeando con firmeza, pero gentilmente, haciéndome gemir con la sola idea de que la tome como sabe que me gusta?Y la sola idea hace que mi cuerpo tirite de puro deseo, que mi centro se moje como si fuera un río y que mis gemidos inunden el despacho.Si, me vuelvo una loca que no razona ni le importa nada, solamente me queda sentir el genuino placer que me da mi Noah, quien solamente está jugando conmigo.Y todavía no ha empezado a penetrarme.¿Cómo me pondré cuando empiece?Pero me parece que él está a punto de despejarme la duda.Y me acomoda a su asta, la cual está erguido y fuerte como el acero, tan grande como siempre está, cada vez que él y yo nos perdemos en la llama abrazadora en la cu
~~~Noah.Mi lobo se siente intranquilo con toda esta gente inoportuna que solo ha venido a fastidiarnos el rato a Adele y a mí.Pero, a pesar de que también me enoja la invasión, hay una cosa que me emociona y eso es que Adele y yo hemos hecho el amor.Sí, porque eso es lo que hemos hecho, amarnos sin medida ni contención, superando las dudas y obstáculos que nos separaban.De seguro que ahora sí que cree que mi arrepentimiento es sincero.Y eso es algo que me hincha el corazón, a tal punto, que creo que pasaré por alto la invasión y el drama que está a punto de venir por parte de mi hermano y Mariah, su pareja destinada.~~~Punto de vista neutro.Mariah está molesta con Noel.Sí, ella sabe que su propuesta es un poco indiscreta, pero ¿qué más da?, después de todo, no hay nada más que ella quiera en este momento que estar con su Noel.Pero está mucho más clara en otra cosa.Que la prioridad en este instante es que los Darkmoon se deshagan de la sombra de Boris, su padre, una que est
~~~Adele.Las palabras de Noah me encienden.Supongo que no es una cosa que pueda controlar, a pesar de que sé que no me puedo llevar por la pasión, pero tengo tanto tiempo de estar conteniéndome ante su presencia, que ahora que he permitido que me regale sus caricias, no puedo controlar el hecho que resulta lo mucho que me gustan.Unas a las cuales no puedo ni quiero resistirme, sin embargo, no estamos solos.―Luego―le digo, para la pregunta tan tentadora que me acaba de hacer, una que me enciende y que hace que mis bragas se mojen, solamente de recordarnos a él y a mí juntos y desenfrenados.―Pues, tú te lo pierdes―me dice con una sonrisa pícara, una que termina de despertar todo mi lívido, el cual trato de disimular.―Les recuerdo que ustedes no son lo más importante por aquí, sino yo―nos espeta Mariah de lo más molesta―así que dejen de mostrar el pan delante de los pobres―señala, al tiempo de que ahora mira a Noel con una ceja levantada―y hablando de parejas, Noel, ya te lancé mi
~~~Punto de vista neutro.Las palabras de Mariah se sienten como un puñetazo en el centro del estómago para Boris, al sentir el dolor de la traición de manos de su propia hija.Una a la cual quiere con toda su alma, a pesar de que le ha clavado un puñal en la espalda, como nunca pudiera haber esperado.Y Mariah sabía como se debía sentir su padre en este momento, ya que, si estaba segura de algo, era del amor que le profesaba a ella y a Mario, su difunto hermano, en honor al amor a su madre, su concubina más amada.Pero él era cruel y déspota y no podía gobernar nunca más en esa manada.―Si te han obligado a ello, solo dime y lo mataré, para que quedes libre de esa marca de una buena vez―le dice a su hija, en un último intento porque ella recuerde ese amor de padre e hija que ambos se tenían.―No quiero que hagas una cosa como esa, padre―le confiesa―yo le he pedido a Noel que me la haga, justo antes del juicio que tendrás, puesto a que te conozco y si es por ti, de seguro que durará
Adele.― Recuerda todo lo que te acabo de decir, Adele― me dice papá todo preocupado, como las últimas cien veces que ya lo ha hecho, mientras vamos de camino a la casa de la manada― no quiero que nos vuelvas a traer problemas con alfa Boris, por discutir con Mariah, ¿está claro? ― me canta la cartilla, pero es que no le estoy prestando mucha atención. Hoy es la fiesta de La Luna, la más importante en mi manada, Darkmoon, en donde todos los lobos van a festejar y a encontrarse con su pareja destinada, pero eso no es lo más importante. "Nos haremos la marca en la próxima fiesta de La Luna", me dijo Mario hace seis meses, cuando nos hicimos novios. No es algo que le vaya a decir a papá, después de todo, luego de que nos marquemos, tendremos nuestro primer encuentro íntimo y ya nos uniremos para toda la vida. Algo que le partirá el corazón y estará muy triste, pues soy su hija favorita. ― El alfa Boris está muy raro últimamente y cualquier indiscreción hará que me eche como su beta―
― ¡Adele, espera! ― me grita, pero a mí no me interesa nada que venga de su boca, sin embargo, él es más rápido y ágil que yo y me da alcance en poco tiempo, tratando de abrazarme para consolarme, pero su agarre me asquea.― Estabas con esa tipa, Mario― le espeto molesta― ¿desde cuándo me estás viendo la cara de tonta? ― le grito con la sangra golpeándome la cabeza― se suponía que tú y yo...― trato de seguir hablando, pero me quedo sin aliento y ahora siento espasmos por todo mi cuerpo. ― ¿Quieres calmarte, eh, Adele? ― me dice y se pasa la mano por la cabeza― además, tú tienes la culpa de todo eso― me acusa y yo quedo perpleja. ― Yo no te dije que te revolcaras con esa rubia cabeza hueca― le digo toda cabreada― se suponía que tú y yo nos haríamos la marca hoy― le recuerdo, pero él solamente sabe reírse de mí. ― Pues, yo no te dije que eso iba a pasar hoy, solamente que podía pasar― me responde, burlándose de mí― todo porque eres una testaruda que no quiere acostarse conmigo. ― Sa