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Punto de vista neutro.

Salamanca está enloquecido.

Ni siquiera puede racionar bien, puesto a que solo tiene un objetivo en este momento.

Adele.

Quiere estar con ella, arrancarle la ropa y hacerla suya, sin importarle nada ni nadie.

Hasta se le ha olvidado que es la Luna de la manada y que en el momento que el alfa se entere de lo que piensa hacer, de tomarla como si él fuera un animal lujurioso, lo destrozará en pedazos pequeños, solamente por haber pensado en Adele de manera tan lasciva.

O de ponerle una sola mano encima, como le están pidiendo sus instintos.

Así que avanza hasta ella, sin importarle el cuchillo que tiene en la mano, puesto a que es capaz de dejarse herir, si con eso logra tomarla y darle rienda suelta a sus más bajos instintos.

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Adele.

Estoy temblando de pie a cabeza, sin embargo, no pienso bajar la guardia, puesto a que no soy yo solamente, también temo por la vida de mi bebé, quien solamente me tiene a mí para defenderlo.

―No te atrevas a dar un paso más―le