Amelia.
Había transcurrido una semana desde el enfrentamiento con Clementine, tuve que quedarme en reposo ya que gracias a la caída había tenido algunas contusiones pero por suerte, nada grave. De todas formas los médicos querían estar seguros y una semana en reposo aunque los pude hacer en la casa y no internada en el hospital.
Lo malo de esta semana había sido que no podía moverme para nada, Aaron no me lo permitía y mis cuñados estaban muy al pendiente de mí. Los dos hermanos mellizos de Aaron estuvieron ayudando en la casa cuidando de Archie y de mi mientras me recuperaba. Sin embargo me había aburrido tanto sin tener mucho para hacer, moría de ganas de volver a retomar mi rutina.
Para tranquilidad de todos, ese día se había logrado obtener de las autoridades un documento policial que expresamente le obligaba a Clementine a mantener ci
Aaron. Estas semanas luego del encuentro entre Amelia y Clementine había sido bastante complicado. Intenté junto con mis hermanos mantener a Amelia al margen de todo lo que estaba ocurriendo, simplemente le había dicho que el juez nos había otorgado una orden de restricción logrando así mantener lo más lejos posible a Clementine. Pero lo cierto es que las cosas no habían terminado ahí.Aunque ella no podía acercarse a ningún miembro de mi familia su abogado si lo podía hacer y al parecer estaba más que dispuesta en hacerme la vida a cuadritos. Había presentado una demanda alegando que yo la había alejado de su hijo porque había descubierto que era mío y no de quien es su esposo.Por supuesto que también tuvimos que presentar una contrademanda porque claramente las cosas no se dieron de esa forma, pero las cosas
Amelia. No podía creer lo que Aaron me había dicho apenas llegó a casa, me había quedado estupefacta y a su vez muy nerviosa esperando que la presencia de David Rintoul no altere al pequeño Archie. Luego del encuentro con su madre mi pequeño ha quedado muy afectado, nos ha costado muchas noches de pesadillas para calmarlo y tan solo esperaba que el hombre a quien conoció como padre no le hiciera más daño.— No me gusta la idea de que ese hombre venga a la casa. — Madison se encontraba bastante inquieta, caminaba sin parar dando vueltas por la sala mientras esperábamos que ese hombre llegara — ¿Y si quiere buscar la forma de complicarnos más la vida? No podemos confiar en él.— Ya sé que no podemos confiar en él, pero quiero saber qué es lo que tiene que decir. Quizás tengamos suerte y pueda darn
Amelia. — Buenas noches señor Rintoul, ¿Podemos ofrecerle una taza de café? — respondo señalando el juego de tazas que esperaba en la mesita de té. — O prefiere decirnos de una buena vez a qué vino.— ¡Vaya! — dijo David con una sonrisa socarrona en el rostro mientras miraba a Aaron — Veo que esta vez has elegido a una mujer con mucho carácter.— Amelia tiene razón, David si has venido aquí a decirnos algo, dilo de una buena vez.Madison estaba furiosa y más aún con el comentario estúpido de David, podía ver en ella el rencor acumulado de hace años. Este hombre le había causado mucho daño en su momento a su hermano que estaba claro que ella no
Aaron. Ver a David marcharse aún no me daba la certeza de que lo que escuché sea verdad, no podía creerlo. Con su ayuda la tenencia completa de Archie sería aún más sencilla, mucho más con la declaración del médico que en un primer momento atendió al niño cuando lo diagnosticaron por primera vez.Todos nos encontrábamos atónitos con la gran noticia que nos había dado, luego del recibimiento que tuvo y de sus comentarios poco amables, que nos haya salido con eso fue muy sorprendente.— Aún no puedo creer que haya tenido la buena voluntad de ayudarnos en contra de su esposa. — comenta Madison sin poder creer lo que había ocurrido.Aún recuerdo lo furiosa que se encontraba cuando se enteró de la traición de David con Clementine, y ¿Cómo no? Mi querida hermana había ten
Amelia. — Señor Sterling esto realmente será más que suficiente para poder ganar la tenencia completa de su hijo.La noticia de los abogados nos alegró mucho, finalmente todo terminaría de una buena vez. Clementine había presentado muchos testimonios de amigos suyos donde cada uno de ellos decía que ella sufría por la ausencia de su hijo. Ninguno de ellos había conocido realmente al pequeño Archie porque cuando los abogados de Aaron preguntaron por algunas preguntas muy personales de Archie no sabían cómo responder.Lo más preocupante había sido la nota de una psicóloga donde decía que Clementine se encontraba realmente trastornada porque no convive con su hijo, más aún por no conocer su estado de salud sabiendo que se encontraba muy enfermo cuando su padre se lo arrebató.Sabíamos que
Amelia. Ambos salimos del despacho de los abogados con las palabras de los mismos retumbando en nuestras cabezas, más que nada en la mía. La idea de casarme con Aaron hasta el momento no se me había cruzado porque ciertamente era algo minúsculo en comparación de criar un hijo juntos, pero saber que él sí estuvo pensando en ello es porque de verdad me veía a su lado para siempre y siendo oficialmente la madre de su pequeño hijo.Me alegraba tanto ahora la idea de poder casarme, sabía que nuestras amistades estarían eufóricos con la gran noticia, pero lo que más me alegraba a mí era saber que, a pesar de las condiciones en las que se dan las cosas, Aaron quería hacer las cosas como se esperaban que fueran, una propuesta decente.Tenía mucha ilusión con eso, hasta ahora me había dedicado a hacer realidad los sue&nt
Aaron. Al llegar a la casa todos nuestros amigos y familia sabían del gran progreso de Archie, Madison se había encargado de contar las buenas nuevas a todos. Estaba tan emocionado de ver como nuestros seres queridos disfrutaban y festejaban nuestra felicidad con nosotros, recibimos llamadas de cada uno de ellos sin importar que estuvieran del otro lado del mundo cada quien en sus cosas.— Estoy tan feliz — Amelia estaba recostada en mi pecho mientras veíamos a Archie jugando con su tía, una gran sonrisa en su rostro que demostraba lo feliz que se encontraba, la noticia también lo había alegrado mucho.— Yo también estoy muy feliz, me encanta verlo así tan emocionado y vivaz. Ya falta muy poco para que sea todo nuestro como es debido.La idea de casarme con esta mujer finalmente se haría realidad. ¿Quién lo iba a imaginar? Luego del fi
Amelia. Aaron había logrado sorprenderme y llenarme de felicidad de tal manera que me siento dichosa, su propuesta había sido increíble y perfecta. La noche había sido más que emocionante, un momento solo para nosotros donde nos encontrábamos en una pequeña burbuja sin problemas, sin temores con solo nuestro amor como protagonista.Volver aquella mañana había costado porque sabíamos que debíamos regresar a la realidad, vivir nuestra dicha porque nos casaremos pero sabiendo que con él venía una batalla por la tenencia de nuestro pequeño hijo.Habíamos acordado que ese fin de semana tendríamos un almuerzo con todos nuestros amigos, yo por supuesto esperaba que Marina estuviera conmigo también así que luego de mucho insistir sin que supiera exactamente porqué logré que aceptara venir de forma muy repe