*—Layonel:Pasó casi toda la película, recto en su asiento y tratando de ocultar de Damien la erección que tenía presionando sus pantalones. Agradeció la oscuridad que había, pero cuando fuera el final de la película y tuvieran que salir, iba a ser vergonzoso. Al final, la película pasó por encima de él y no pudo concentrarse en esta, sin embargo, había calmado sus ganas y cuando salieron de la sala, se sentía mejor, esperando no volver a excitarse por la cercanía de Damien en público. —¿Te gustó la película? —preguntó Damien mientras caminaban fuera de la sala. —Fue maravillosa, había visto películas en la tele, pero verlas en el cine es otra experiencia —respondió Layonel con una sonrisa mientras mentía, pero Damien no pareció haberse dado cuenta de su mentira, pues sonrió ampliamente.—¡Me agrada que te haya gustado! —expresó Damien para luego acercarse a un bote de basura y dejar la misma en este—. Iré al baño, espérame aquí, ¿sí? —le hizo saber y no espero respuesta de Layonel
*—Damien:Estaba siendo un idiota.Desde lo que pasó el jueves pasado en su cita, Damien estaba actuando como el idiota más grande del planeta y Layonel lo odiaba, ahora con una razón.Ese día de la cita, Damien estaba emocionado, lo admitía. Cuando estuvo pensando en qué podría hacer para darle de comer a su madre, la cita llegó a su mente. Lo que había hecho con Layonel ese día eran cosas que hizo una vez con Gray; sin embargo, con Layonel fue diferente. Aunque su chico se mantuvo tranquilo, pudo ver de vez en cuando cómo se sorprendía por cualquier cosa y cómo le encantaba tener su mano entrelazada con la suya.Sabía que le estaba dando muchas ilusiones, pero Damien había querido que Layonel pasara una agradable noche con él y lo habían hecho, pudo ver una faceta diferente de su regio asistente y del chico que siempre estaba en control, y podía decir que le encanto, pero lo había arruinado todo.Cuando hicieron el contrato, habían establecido varias reglas y una de ellas había sido
*—Damien:No podía creer que Layonel tuviera el descaro para vestirse como un prostituto en el club.La sorpresa y la indignación se mezclaban en su mente mientras Damien lo observaba con una intensidad feroz. La noche había tomado un giro inesperado y peligroso, y lo que había comenzado como una simple cita se transformaba en un enigma inquietante. Damien sintió que cada paso hacia el rincón más oscuro del club no solo revelaba más sobre Layonel, sino también sobre los secretos que ambos ocultaban. El peso de lo no dicho, de lo no planeado, se hacía más palpable, y Damien sabía que esta confrontación apenas era el preludio de una revelación que podría cambiarlo todo.—Umm, yo… —tartamudeó Layonel viéndose muy nervioso.—Creo que le estás haciendo daño al muchacho, Damien —murmuró Ross y Damien volvió la vista hacia él, encolerizado.Ahora podía comprenderlo todo. A Ross le había gustado Gray desde que lo vio una vez al lado de Damien y por eso Ross estaba interesado en Layonel, por s
*—Damien:Lo había insultado y por eso paso lo que paso.Los ojos de Layonel brillaron enfurecidos al escucharlo y el derechazo que vino después le sorprendió en el momento, pero se lo tenía merecido. Layonel impactó su puño en su mejilla derecha con mucha fuerza, tanta que Damien tuvo que dar varios pasos hacia atrás mientras se tambaleaba hasta que se detuvo unos pasos de Layonel y lo miraba asombrado por el golpe. El área golpeaba, comenzó a palpitar y Damien maldijo.—¿Me acabas de golpear? —exigió saber Damien alzando una mano y cubriéndose la mejilla lastimada. Había sido un fuerte puñetazo el que le había dado. —Te lo mereces —lanzó Layonel hacia él, viéndose muy enfadado ahora—. Has sido un imbécil y estoy cansado de ti —espetó hacia él, logrando que Damien lo mirara más sorprendido todavía. ¿A qué venía este arrebato de rabia suyo? No comprendía.—Layonel escucha…Layonel bajó la mirada y sus puños se apretaron.—Estoy cansado de que hagas lo que quieras conmigo y que tenga
*—Damien:Unos toques en la puerta y Damien se puso de pie de mala gana, sabía que Layonel no iba a volver y que quizás se vieran en la casa, así que cuando abrió la puerta y se topó con Gray, su decepción creció. —Hola —saludo Gray, muy animado.—Hola —le devolvió el saludo Damien con cordialidad y lo dejó pasar para luego volver hacia el minibar, pero recordó que no había hielo y le daba flojera notificar a la barra para que trajeran, así que solo se sentó en el mueble y miró aburrido hacia Gray, quien se sentaba frente a él.—¿En verdad me quieres aquí? —preguntó Gray sonriendo con incomodidad y las cejas de Damien se arquearon—. Es que me encontré raro tu comentario de antes —murmuró el chico y entendió a lo que se refiere.—Lo siento, es que…—O sea, sé que andas con Layonel —continuó Gray mientras se inclinaba hacia él—. Es algo que todos saben, pero… —Gray ladeo la cabeza—. ¿Me llamaste para hacer un trío? —quiso saber el chico y Damien lo miró sorprendido por su comentario pa
*—Layonel:Lo había dejado.Era domingo por la mañana, tres días después de la pelea que tuvieron Damien y él en el Rouge. Esa noche no había sido él, pero todo lo que había tenido encerrado en su pecho lo dejó fluir y había estado tan enfadado que todavía se sorprendía por cómo había actuado, principalmente cuando le golpeó la cara a Damien. No había querido golpearlo, pero sus comentarios y su forma de ser le habían sacado de sus casillas.Quería fingir que todo iba a estar bien después de ello, pero sabía que no iba a ser así. Damien no fue tras él después que salió del cuarto privado y Layonel creyó que lo seguiría hasta la oficina de Regina, y admitía que lo había esperado, pero al ver que no venía, se rindió y volvió a ponerse su ropa normal. Se llevó la sorpresa de que, al salir, supo que Damien había pedido algo de comer para él y otra persona, que era Gray. Layonel pudo confirmar que ya no había nada entre ellos si Damien volvía a estar con Gray.Saber que Damien volvió con G
*—Layonel:Recordó lo sucedido la noche antes.Layonel lo había dejado así sin más, no le escribió y tampoco le dejó una explicación, pero estaba seguro de que Gray se lo había comentado, ya que, esa misma noche que lo abandonó, el chico lo llamó para pedirle que le abriera la puerta, puesto que Damien había estado fuera de su cabeza. No sabía qué había pasado, pero aun cuando estaba curioso por saber, Layonel se aguantó las ganas y le hizo la mención a Gray de que no estaba allí esa noche, le dio el código de la puerta y lo dejó a su merced.Desde ese entonces, no sabía nada de Damien, ya que, en el trabajo, no iba y Layonel hacía sus reportes en soledad, enviándoselo todo por correo como siempre debió de ser.—Te dije que era una mala idea —escuchó que Uriel decía después de un largo silencio. —No empieces, Uriel —le regañó Cameron—. Hoy estamos aquí para darle apoyo, no para atacarlo, ¿recuerdas?Uriel hizo un mohín y Layonel escuchó cómo murmuraba muy por abajo un “lo siento”, pe
*—Layonel:El corazón de Layonel comenzó a latir frenéticamente en su pecho y tuvo que sentarse a tomar aire, porque este le faltó. ¿Por qué le llamaba? ¿Por qué ahora cuando decidía tomar la decisión de alejarse de él? Layonel maldijo en voz baja mientras miraba hacia el teléfono que seguía encendido con la llamada de su jefe.Debía de tomarla y ver que quería, como había dicho antes, tenía que hablar con él y mientras más temprano sucediera, mejor.Layonel se levantó y tomó la llamada, pero no habló, solo se quedó allí escuchando. —…—¿Estás ahí? —escuchó que Damien preguntaba con una voz muy ronca.Layonel pasó saliva.—Estoy aquí —decidió responderle y esperó por su respuesta mientras apretaba el teléfono en su mano y se ponía más tenso con cada segundo que pasaba. —¿Podemos hablar? —le preguntó Damien y Layonel no pudo evitar soltar una carcajada irónica.—¿Hablar? —salió de él con un tono burlón y se dijo que no debería actuar de esa forma, pero por más que trato de calmar su