Danphe salió al balcón de su habitación en bata de dormir, la cual estaba abierta y dejando mostrar su lencería y su abdomen plano, lleva en su mano una botella de vodka y bebe del pico, aspira el aire fresco de la noche y mira la hermosa ciudad de las Vegas brillar ante la oscuridad, sonríe con gran entusiasmo al saber que todo lo que había planeado se está dando sin complicaciones, todo va a ella sin tener que esforzarse.
Se encuentra sorprendida de si misma por todo lo que ha logrado en todo este tiempo, estuvo años viviendo en la miseria y tolerando tanta violencia y tanta desgracia, que se preparó muy bien para lograr cada objetivo que se propusiera en el camino.
Danphe recordó algo importante, por lo que regresó a la habitación para ir por una carpeta, aquella contenía información sobre Mauricio, la tomó en sus manos y miró el contenido, leyó cada letra del informe para conocer sobre él, parpadeó cada instante que encontraba algo interesante, muchos millones, empresas importantes, un hombre casado y mejor aún, sin un pasado turbio, por un momento negó decepcionada, esperaba encontrarse con algo oscuro de él, pero no fue así, aunque no quería seguir en lo mismo, comenzaba a pensar que era mejor cazarlos y matarlos de una vez. Danphe suspiró y volvió a salir al balcón a reflexionar que debería hacer con él o para qué le podía servir, su estadía en el país decía que sería por un año estimado, año en el que ella podría usarlo para cualquier contingencia.
El hombre por un momento le resultó ser diferente, pero era casado y eso lo juzgaba; sin embargo, no se desacera de él, algo muy dentro de ella le grita que debe reservarlo para más adelante.
Bebió un trago de su botella y decidió que mejor era no involucrarse con más hombres, por más que el ruso le parecía atractivo, prefirió tomar la decisión de no salir con él y seguir su camino como va a hasta ahora, había un objetivo que lograr, y un hombre en su vida sería un distracción peligrosa.
Al cabo de unas tres horas Danphe se alistó para bajar al casino, siempre merodeaba el lugar para mirar que todo estuviera en orden, desde que está al mando muchas cosas han cambiado y mejorado, haciendo que los invitados del lugar se sientan cómodos. Al terminar de alistarte y lucir como una diosa, bajó hasta la sala de estar, el toque en la puerta principal captó su atención, mantuvo su vista fija y en espera de que abrieran la puerta para saber de quién se trata a estas horas. Danphe no tiene amistades ni nadie que la pueda visitar, por lo tanto le resultó extraño que alguien tocará su puerta.
—Buenas noches, señorita — Parpadeo y luego rodó la mirada — Como usted nunca fue a mí, entonces decidí venir a usted — Mauricio le tiende unas flores y ella aceptó para dejarla tirada en una mesa — ¡Wow! Pero que preciosa se encuentra está noche — halagó.
—Buenas noches — respondió ella con esa tonalidad de mujer indómita — No hace falta que me lo diga, mi espejo me lo hizo saber hace un momento atrás, así que sus palabras empalagosas están de más— negó a su comentario frío y seco.
—¿Ni siquiera por qué le he traído flores dejará de ser tan… hostil conmigo? — preguntó al momento de ofrecerle su brazo para que ella lo cruzase con el suyo, pero Danphe solo lo miró de pies a cabeza y paso por su lado con ese eje de infame.
—No, unas flores no representan nada para mí, cualquiera las puede obsequiar — Mauricio por dentro se moría de la rabia, nunca había conocido a una mujer tan presuntuosa como ella, su altanería y reproche es algo que lo irritaba.
—Yo no soy cualquiera, señorita, yo soy un hombre muy diferente, debería sentirse afortunada de tenerme aquí, en su pen-house — ella lo miró y uso ese toque de desdén.
—Para mí, todos son cualquier hombre hasta que me demuestren lo contrario, y el que traiga flores, lo hace igual a los demás, siempre es más de lo mismo, ninguno logra sorprenderme con algo distinto. Y al parecer como que van a la misma floristería — Gavrel por dentro se sintió molesto, la actitud engreída que tomó Danphe lo hacía irritarse más y más, sin embargo, recordó la razón de porque debe soportarla, eso hizo que tomará aire profundo y dejara a aún lado la idea de odiarla. Subió con ella al ascensor y ambos esperaron a que las puertas se cerrarán Para continuar hablando — Por cierto ¿Cómo supo donde encontrarme? Fue muy atrevido de su parte venir a mi pen — se mostró molesta pensando ya en despedir al que lo dejó subir si autorización, es un ascensor privado y solo ella y quien desee pueden usarlo.
—Mi interés en conocerla es muy amplio, razón por la cual averigüe su dirección, y muchas cosas más — Ella lo miró — Soy un hombre que siempre obtiene lo que quiere, señorita Danphe, sé que tuvo cuatro divorcios, no tiene hijos, huérfana de padre y madre, 29 años, con un doctorado en derecho, gran fortuna y tantas cosas más, es de carácter fuerte e imponente, le gusta llevar las riendas, le encanta ser quien dominé siempre — ella volteó su mirada a otro lado muy molesta.
—¿Investigó sobre mi vida? ¿Con qué permiso lo hizo? Es un atrevido irrespetuoso — Mauricio negó.
—¿Por qué tanto drama? Solo quería conocerla, y como usted no me lo iba a permitir averigüe por mi propia cuenta, tiene una vida interesante y veo que también dolorosa.
—Quiero que se largue de aquí, mandaré a sacar todas sus cosas — no disimuló no un poco la irá.
—¿Por qué? No me interesa su vida pasada, ni siquiera el que tuviera 4 divorcios y se quedará con todo el dinero, debió tener un motivo y lo respeto, no investigue más allá sobre sus divorcios porque no es de mi incumbencia ir más allá, lo único que puedo decir es que wow, fueron unos pobres idiotas que no supieron apreciar tanta belleza y perfección, soy fan de su carácter imponente, de sus reproches, de su soberbia y sarcasmo, no había conocido a nadie como usted, y ahora que la tengo frente a mí me encantaría que saliéramos fuera de este hotel y casino, una cena usted y yo solos en un restaurante lujoso, con un buen vino caro, velas aromáticas y una música instrumental suave, como le propuse hace dos noches — él detuvo el ascensor y la acorraló — ¿Qué dices, Danphe? Por cierto, tu nombre se pronuncia de maravilla, desde que lo supe no he dejado de mencionarlo— Mauricio no siguió su protocolo, así que siguió sus instintos e hizo lo que le prohibieron, darle a saber que sabe mucho sobre ella, pero jugó bien, le demostró que no tenía interés en conocer el porqué sus divorcios, usó ese punto a su favor y le dio a entender que respetaba sus decisiones del pasado. Pero aun así, no logró su objetivo, Danphe calló y pensó en lo que le había dicho, es la primera vez que un hombre no pregunta el motivo de sus divorcios, la mayoría lo hacían, pero él no.
—No puede salir con usted, entiéndalo— se negó a ir con él.
—¿Por qué? Hasta donde sé, no sale con nadie más — ella sonrió con malicia.
—Yo no, pero usted… sí, es un hombre casado ¿Recuerda? ¿O venir aquí se le olvidó? — es sarcástica.
—Veo que también investigó sobre mi vida — asintió.
—Exacto, debería darle vergüenza, pretender a una dama como yo cuando está casado, eso es repulsivo — lo miró de pies a cabeza y realizó gestos de repudio.
—Sí, estoy casado, de casualidad en su investigación no salió algo como… ¿Trámites de divorcio? Debería encontrar al alguien se sepa hacer un mejor trabajo — aclaró.
—No me fio de usted.
—¿Si no me da la oportunidad como confiará en mí?
—Insistes demasiado, eso te hace sospechoso.
—Insisto porque desde esa noche me has cautivado con tu belleza, pero sobre todo con tu inteligencia ¿A qué le temes, Danphe? ¿A mí, o a las cenas con desconocidos? — pegó su cuerpo de ella — Yo admito que le tengo un poco de miedo, esa mirada me causa escalofríos, es malintencionada y oscura, pero la verdad me encanta que sea así, me gusta controlar todo, pero por ti me dejaría controlar, nunca una mujer me había enloquecido tanto como lo haces tú, eres… distinta, sería fascinante mirar lo que puedes hacer conmigo, por ti me dejó someter, me sometería a tus pies con mucho gusto — susurró cerca de rostro.
—¿Tienes miedo de mí? — ella igual.
—Si — Mauricio la estudió tan bien que sabe lo mucho que a ella le gusta intimidar, demostrarle que sintió miedo de ella y que lo intimida es algo que a Danphe le agrada.
—¿A dónde me llevarías a cenar? — el ambiente entre ellos empezó a tornarse caluroso.
—Un restaurante que me encanta mucho, es ideal para nosotros dos, lo conocí hace pocos días — Mauricio se tomó el atrevimiento de pasear sus dedos por su pierna descubierta, ella acercó su rostro al del él y cerca de sus labios susurró.
—Aún no me terminas de convencer — él movió sus hombros, despreocupado.
—Terminarás cenando conmigo, sea hoy, o mañana, pero lo harás — hizo presión en su pierna sin lastimar y gimió — ¿Qué haces para ponerme así? — aspiro su aroma.
—¿Yo? Nada, no hago nada — Mauricio Aligero el nudo de su corbata.
—Eres orgullosa, difícil, pero me encanta que lo seas.
—No soy orgullosa, pero si soy difícil y diferente, si quieres una cena conmigo, tendrás que hacer algo más interesante para lograrlo, de lo contrario no saldré contigo — Mauricio se dio cuenta de que ella no es tan fácil de convencer, y los hombres que lo han logrado ha sido porque ella los buscó, se mostró seductora y es ahí donde ellos la persiguieron para tenerla, en este caso sucedió diferente, él hizo que ella llegara a él.
—No hay mujer que no terminé aceptando, si no aceptas, no saldremos de este ascensor, y si nos quedamos aquí no será para hablar, sabes cómo me encuentro, y como te sientes tú, apuesto que hay algo muy húmedo allí abajo — las respiraciones se volvieron intensas.
—¿Está poniéndome a elegir? Porque si es así haces muy, muy mal — lamió sus labios provocándolo.
—Si, me encantaría que eligiera el quedarnos encerrados, pero si decide por la cena igual me encantará — Danphe achicó sus ojos y posó sus manos en los hombros de Mauricio, se alzó un poco de puntitas y muy, muy cerca de sus labios respondió.
—Déjeme decirle una cosita muy pequeña, señor Pavlov, ni la cena, ni el quedarnos encerrados aquí sucederá, le sugiero un baño de agua fría para que esa cosa de allí abajo vuelve a su tamaño normal, este delicioso cuerpo no se obtiene tan fácil, sino ha logrado llevarme a cenar ¿Cree que podrá llevarme a la cama? — ella ahora es quien lo acorraló a él, posó su mano derecha en el bulto de abajo y acarició leve — Debo admitir que por encima parece poseer de buen tamaño, otra mujer comería con los ojos y se lanzaría al precipicio.
—¿Por qué no averigua mejor? Y así ve si cae al precipicio, o sube al cielo — Danphe sonrió de lado.
—Porque sería una lástima arriesgar tanto para conseguir poco, sería decepcionante, y yo odio decepcionarme, señor Pavlov— dio un apretón y luego posó un beso cerca de la comisura de sus labios — Siento mucho si lo ofendo, pero dudo de que sea bueno — le guiña un ojo y pulsa el botón para que el ascensor siga su curso, en cuanto las puertas se abrieron ella volteó a verlo, y está vez para decir algo que Mauricio tomaría como un reto — Debería esforzarse un poco más, porque no está avanzando nada, y tenerme a mí como mujer, no es una tarea fácil — le dio la espalda y caminó, pero él no se quedó en silencio y le hizo una pregunta que a ella la dejó boca abierta.
—¿Y usted? — se detuvo — ¿Se considera buena? Digo, exige calidad, pero quizás usted no la ofrezca — Danphe se irritó, eso lo vio como una gran ofensa — A mí tampoco me gusta decepcionarme; sin embargo, me estoy arriesgando con usted, podría estar perdiendo mi tiempo en una mujer que palabrea mucho — él también sale del ascensor y camina con paso determinado hacia ella — Creo que lo mejor es no insistir más ¿Sabe sobre este dicho? ¿Quién mucho habla, poco hace? Es algo que puede ir bien con usted. La veo altanera y arrogante, que por cierto me encanta que lo sea, pero estoy casi, casi seguro que podría decepcionarme, y si hay alguien quien odia la decepción, ese soy yo — Danphe al encontrarse en público se reservó sus palabras, por lo que lo señaló, y le respondió lo breve.
—Mañana saldremos a cenar, lo quiero a las siete esperando por mí, ni un minuto más ni un minuto menos — la hizo enfurecer, le molestó es que la ofendiera, Mauricio no tiene idea de lo que ella ha pasado, de lo mucho que le tocó y la obligaron a ser toda una experta en la cama para poder sobrevivir, Danphe por dentro moría de enojo, así que aceptó está vez con muchas ganas de salir a cenar, pero solo porque planea destruirlo como a todos.
—¿La he convencido? — ella negó.
—No, solo que quiero librarme de usted por el momento, tengo una reunión importante ahora y usted me consume mi valioso tiempo, no vemos para cena, el sacrificio de mañana será mi recompensa de hoy, que cosas ¿No? Debería ser al contrario. Lo veo mañana a las 7, señor, procure ser puntual, la puntualidad habla mucho de una persona — se marcha y Mauricio de inmediato saca su teléfono.
—Aceptó, encárguense de mi cena especial de mañana — colgó la llamada y la observó caminar por unos segundos hasta que sé que perdió de su vista —Bruja, eres una condenada bruja. Ahora entiendo por qué todos tus ex esposos te odian tanto, eres irritable Danphe, muy irritable. Voy a hacer que caigas rendida a mis pies, y cuando así sea te daré una lección. Sigue creyendo que harás conmigo lo mismo que con otros hiciste. Seré tu peor encuentro.
—Ya la reservación está hecha — le comentó Jayden.—Hiciste un buen trabajo, muchacho — lo felicitó Dimitry.—Alexey y Angus no podrán asistir hoy a la reunión, les tocó trabajar en el casino, es mejor que ellos se mantenga noche y día allá, Angus entró como el vigilante de su ascensor privado, hicimos que despidieran al antiguo para que él entrará, de esa forma sabremos quien visita a la mujer, a partir de hoy él será quien vigile.—Fascinante ¿Y Alexey?—Él por su lado se encuentra laborando en el bar del casino, en la zona VIP, encontró un buen punto porque allí se reúnen muchos millonarios — Dimitry asintió.—Excelente, tómense en tiempo necesario para hacer su labor ¿Todo bien, Mauricio? — le preguntó al verlo tan distra&iacut
Mauricio acompañó a Danphe hasta la entrada de su Pen, ella soltó su brazo y entró primero, se volteó para mirarlo y tomarlo de su corbata.—Resultaste ser muy divertido y agradable, nadie me había hecho reír tanto como tú — aflojó el nudo de su corbata y lo invitó a pasar, Mauricio la siguió sin dejar de mirar su andar elegante y sensual, Danphe no solo lo irritaba, sino que también lo excitaba, él sabe que está misión tomará su gran tiempo, y que tarde o temprano tendrán que llevarla a la cama, era una mujer hermosa y sería difícil resistirse a los encantos seductores, lo único que se tenía prohibido así mismo, era tener algún sentimiento por ella, ni siquiera lastima tenía permitido sentir, solo deseo, solo eso podía sentir por ella.—¿Me acepta una invitación pa
—¿Qué has sabido de la investigación sobre Conall? — una voz femenina le preguntó a Danphe.—Nada, no han vuelto a venir, tampoco espero que lo hagan, lo mejor que pudo pasar es que él desapareciera, Conall demostró que no pensaba quedarse de brazos cruzados, lo cual hubiera sido un gran problema para mí — respondió mirando desde una sala los habitantes del casino.—¿Y no crees que su desaparición podría ser un problema para ti? Supondrán que tienes que ver con eso, le quitaste todo y muchos escucharon la conversación de ese día — movió sus hombros y le hizo entender que no le importaba.—No es algo que me preocupe.—Debería preocuparte, te pueden tomar como sospecha principal, si es así te investigarán y sabrán muchas cosas, aparte si te investigan tu negocio de las drogas se
"Escena retrospectiva" —Entra — Le ordenaron. —¡Por favor, no me hagas esto! — ella suplicó entre llanto. así que piensa bien en lo que harás allí dentro y en como te comportaras — peinó su cabello con las manos — ¡Dios! Tendré que invertir mi dinero en ti para que luzca como una joven más pulcra, eres todo un desorden, ja, que se puede esperar de ti, nada bueno — ella bajó la mirada afectada por tan rudas palabras que la hacían sentirse miserable en una edad temprana— Ve, esperemos no se decepcionen cuando te vean — Danp
Mauricio miró a Angus quien ahora es el vigilante del ascensor privado de Danphe, con disimulo entregó en su mano una nota antes de que entrará al ascensor, las puertas se cerraron y espero a llegar al piso donde Danphe se encontraba, tocó la puerta y en eso abrieron permitiendo que él entrará, ella estaba vestida con un pantalón de vestir negro, una blusa blanca, tacones cerrados, cabello suelto y un sombrero negro, le mostró una sonrisa amigable, sus labios estaban pintados de un rojo pasión, su maquillaje era sencillo, pero resaltaba, caminó en dirección a Mauricio y le tendió su mano para que él la besara. —¡Dios! — expresó Mauricio — Eres muy hermosa — ella le sonrió. —Buenos días, Gavrel, gracias por los halagos, pero… —Ya el espejo se lo había dicho, desearía ser su espejo y así ser el primero en alabar tanta belleza — ella tomó en su mano su bolso y un abanico. —Amaneció muy halagador. —Y usted más hermosa que nunca, no soy de presumir
Flashback—Besa mis pies, pequeña — entre llanto, Danphe lo hizo, para ella era humillante y despreciable — Eso, eso, me gustan cuando son obedientes y cuando sienten miedo de mí — la jaló por el cabello y la arrastró hasta dentro de una habitación donde la soltó de mala gana.—¡Por favor, déjeme ir! — el sujeto empezó a quitar su cinturón.—Desnúdate — ella lo hizo en contra de su voluntad, él bajó su pantalón junto con bóxer y tomó asiento— Ven, gatea hasta mí — Lo hace — Eso — lamió su labio — Ponte de rodillas — lo hace una vez que está cerca de él — Procura mantener tus dientes alejados, o este cinturón marcará tu espada — Danphe cerró sus ojos y abrió su boca mientras las lágrimas no paraban
La noche había llegado y Danphe estaba en su habitación vestida con una bata corta de malla en espera de la psicóloga, pero la llegada de un mensaje avisando que no asistiría la hizo enfurecer, por lo que quebró en la pared de su habitación un vaso de vidrio, cerró sus ojos por un instante y cuando se sintió más tranquila los abrió, camino hasta el vestidor y buscó entre sus infinitos vestidos algo elegante y cautivador, tomó el que más sexy le pareció, salió para dejarlo en la cama, busco unos tacones bien altos, una lencería más sensual, y las prendas que usaría para adornar su cuerpo, entre ellos, la pulsera que Mauricio le había obsequiado.Verla le hizo pensar en invitarlo esta noche, ya que si psicóloga no asistía creyó conveniente invitarlo y darle un recorrido por el casino, Mauricio la hacía sentirse diferent
—Este precio no lo va a conseguir en ninguna otra parte, menos cuando la mercancía es de gran calidad, es de las mejores en el mercado y con entrega rápida — dijo justo cuando tomó asiento sobre la mesa y frente al cliente — En otro lado puede que si la consiga más económica, pero le puedo asegurar que no será la misma calidad, yo le estoy ofreciendo algo de lo cual no se arrepentirá, si vino aquí es porque lo recomendaron, y porque quién lo recomendó quedó a gusto con el producto ¿No es así? — mordió su labio.—Es cierto, pero no termina de convencerme — Ella ladeó sus labios y enarcó su ceja.—¿Por qué razón no termino de convencerlo? — echó su cabello hacia atrás.—Porque intenta seducirme para qué le compré, señorita — Ella le sonri&o