Mauricio acompañó a Danphe hasta la entrada de su Pen, ella soltó su brazo y entró primero, se volteó para mirarlo y tomarlo de su corbata.
—Resultaste ser muy divertido y agradable, nadie me había hecho reír tanto como tú — aflojó el nudo de su corbata y lo invitó a pasar, Mauricio la siguió sin dejar de mirar su andar elegante y sensual, Danphe no solo lo irritaba, sino que también lo excitaba, él sabe que está misión tomará su gran tiempo, y que tarde o temprano tendrán que llevarla a la cama, era una mujer hermosa y sería difícil resistirse a los encantos seductores, lo único que se tenía prohibido así mismo, era tener algún sentimiento por ella, ni siquiera lastima tenía permitido sentir, solo deseo, solo eso podía sentir por ella.
—¿Me acepta una invitación pa
—¿Qué has sabido de la investigación sobre Conall? — una voz femenina le preguntó a Danphe.—Nada, no han vuelto a venir, tampoco espero que lo hagan, lo mejor que pudo pasar es que él desapareciera, Conall demostró que no pensaba quedarse de brazos cruzados, lo cual hubiera sido un gran problema para mí — respondió mirando desde una sala los habitantes del casino.—¿Y no crees que su desaparición podría ser un problema para ti? Supondrán que tienes que ver con eso, le quitaste todo y muchos escucharon la conversación de ese día — movió sus hombros y le hizo entender que no le importaba.—No es algo que me preocupe.—Debería preocuparte, te pueden tomar como sospecha principal, si es así te investigarán y sabrán muchas cosas, aparte si te investigan tu negocio de las drogas se
"Escena retrospectiva" —Entra — Le ordenaron. —¡Por favor, no me hagas esto! — ella suplicó entre llanto. así que piensa bien en lo que harás allí dentro y en como te comportaras — peinó su cabello con las manos — ¡Dios! Tendré que invertir mi dinero en ti para que luzca como una joven más pulcra, eres todo un desorden, ja, que se puede esperar de ti, nada bueno — ella bajó la mirada afectada por tan rudas palabras que la hacían sentirse miserable en una edad temprana— Ve, esperemos no se decepcionen cuando te vean — Danp
Mauricio miró a Angus quien ahora es el vigilante del ascensor privado de Danphe, con disimulo entregó en su mano una nota antes de que entrará al ascensor, las puertas se cerraron y espero a llegar al piso donde Danphe se encontraba, tocó la puerta y en eso abrieron permitiendo que él entrará, ella estaba vestida con un pantalón de vestir negro, una blusa blanca, tacones cerrados, cabello suelto y un sombrero negro, le mostró una sonrisa amigable, sus labios estaban pintados de un rojo pasión, su maquillaje era sencillo, pero resaltaba, caminó en dirección a Mauricio y le tendió su mano para que él la besara. —¡Dios! — expresó Mauricio — Eres muy hermosa — ella le sonrió. —Buenos días, Gavrel, gracias por los halagos, pero… —Ya el espejo se lo había dicho, desearía ser su espejo y así ser el primero en alabar tanta belleza — ella tomó en su mano su bolso y un abanico. —Amaneció muy halagador. —Y usted más hermosa que nunca, no soy de presumir
Flashback—Besa mis pies, pequeña — entre llanto, Danphe lo hizo, para ella era humillante y despreciable — Eso, eso, me gustan cuando son obedientes y cuando sienten miedo de mí — la jaló por el cabello y la arrastró hasta dentro de una habitación donde la soltó de mala gana.—¡Por favor, déjeme ir! — el sujeto empezó a quitar su cinturón.—Desnúdate — ella lo hizo en contra de su voluntad, él bajó su pantalón junto con bóxer y tomó asiento— Ven, gatea hasta mí — Lo hace — Eso — lamió su labio — Ponte de rodillas — lo hace una vez que está cerca de él — Procura mantener tus dientes alejados, o este cinturón marcará tu espada — Danphe cerró sus ojos y abrió su boca mientras las lágrimas no paraban
La noche había llegado y Danphe estaba en su habitación vestida con una bata corta de malla en espera de la psicóloga, pero la llegada de un mensaje avisando que no asistiría la hizo enfurecer, por lo que quebró en la pared de su habitación un vaso de vidrio, cerró sus ojos por un instante y cuando se sintió más tranquila los abrió, camino hasta el vestidor y buscó entre sus infinitos vestidos algo elegante y cautivador, tomó el que más sexy le pareció, salió para dejarlo en la cama, busco unos tacones bien altos, una lencería más sensual, y las prendas que usaría para adornar su cuerpo, entre ellos, la pulsera que Mauricio le había obsequiado.Verla le hizo pensar en invitarlo esta noche, ya que si psicóloga no asistía creyó conveniente invitarlo y darle un recorrido por el casino, Mauricio la hacía sentirse diferent
—Este precio no lo va a conseguir en ninguna otra parte, menos cuando la mercancía es de gran calidad, es de las mejores en el mercado y con entrega rápida — dijo justo cuando tomó asiento sobre la mesa y frente al cliente — En otro lado puede que si la consiga más económica, pero le puedo asegurar que no será la misma calidad, yo le estoy ofreciendo algo de lo cual no se arrepentirá, si vino aquí es porque lo recomendaron, y porque quién lo recomendó quedó a gusto con el producto ¿No es así? — mordió su labio.—Es cierto, pero no termina de convencerme — Ella ladeó sus labios y enarcó su ceja.—¿Por qué razón no termino de convencerlo? — echó su cabello hacia atrás.—Porque intenta seducirme para qué le compré, señorita — Ella le sonri&o
Mauricio se estaba alistando para asistir está noche al Casino, quedó con Danphe en verse allí para conversar; la relación entre ellos era cada día más interesante y caliente, ella jugaba con los deseos de Mauricio y él no podía lograr llevarla a la cama, ella se resistía a tener intimidad con él aún, le gustaba el hecho de verlo sufrir, de verlo excitado y ansioso por comerla. Sus juegos cada vez eran más perversos, la seducción era intensa, el pobre hombre, maldecía en silencio por tener que regresar a casa con el cuerpo ardiendo, estaba harto de lo mismo, de sus juegos, de su seducción que solo le causaban dolor en las pelotas, ella lo hacía perder la paciencia y lo mandaba al baño como ninguna otra, lo hacía repetir su nombre mientras él mismo debía batirse las claras de huevos.Jayden entró en la habitación ya listo, pa
Danphe cuando entró en razón desvió la mirada, ver al único hombre que podía causar en ella pánico, no era algo que le agriaba, pero ahí estaba y no podía hacer nada, más que irse y refugiarse en su habitación a pasar el terror qué su cuerpo sentía por la presencia del que alguna vez ella llamó como padre. Recordar lo que le hacía, la perturba, y a la vez la destrozaba, siempre sintió intriga de saber cómo alguien que lleva su sangre, y que fue quien la engendró, pudo cometer tal atrocidad, no encontraba lógica a tanta maldad y sadismo, aunque una persona bajo los efectos de las drogas no controlaba sus impulsos, ni mucho menos los deseos carnales.Siguió su camino hasta el ascensor olvidando que Mauricio venía con ella, él la sostuvo de su mano y Danphe gritó que la soltará, su grito llamó la atención d