Danphe cuando entró en razón desvió la mirada, ver al único hombre que podía causar en ella pánico, no era algo que le agriaba, pero ahí estaba y no podía hacer nada, más que irse y refugiarse en su habitación a pasar el terror qué su cuerpo sentía por la presencia del que alguna vez ella llamó como padre. Recordar lo que le hacía, la perturba, y a la vez la destrozaba, siempre sintió intriga de saber cómo alguien que lleva su sangre, y que fue quien la engendró, pudo cometer tal atrocidad, no encontraba lógica a tanta maldad y sadismo, aunque una persona bajo los efectos de las drogas no controlaba sus impulsos, ni mucho menos los deseos carnales.
Siguió su camino hasta el ascensor olvidando que Mauricio venía con ella, él la sostuvo de su mano y Danphe gritó que la soltará, su grito llamó la atención d
—No me esperaba tu visita tan pronto — dijo ella luego de cerrar la ducha.—Quise venir y visitarte — Emiliano le tendió una toalla.—Sabes que no debes venir aquí, es por tu seguridad — ella envolvió su cuerpo con la toalla.—Lo sé, es que necesitaba conversar contigo, tendré que volver a México por unos asuntos, así que mis vacaciones en esta bella ciudad han acabado, por supuesto volveré, me encanta ver cómo burló a las autoridades de este país en todos los sentidos, entrar a Los Estados Unidos por la puerta grande sin preocupaciones es un privilegio que no tienen los otros capos de mi país— salieron del baño.—Es una lástima que debas volver, comenzaba disfrutar de tu compañía nocturna — dijo con picardía.—Sí, es una gran lástima, pero debo atender
Besó su pierna izquierda, subió lento hasta su intimidad, allí pasó su lengua arrasando con todo su fluido, succionó leve sus labios vaginales y su clítoris, no podía negar que ella era una mujer divina, una dulzura que no podría dejar de saborear. Danphe al sentir la lengua de Mauricio moverse entre sus piernas tembló, lo hacía tan bien y con tanta delicadeza, que de inmediato Danphe empezó a sentir sensaciones extrañas en su cuerpo, cosquillas que le parecían eminente, Mauricio estaba ocasionando en Danphe maravillas inigualables, estaba siendo un caballero ante ella.Sus manos viajaron por su abdomen y subieron en busca de sus grandes senos para acariciarlos, su lengua aún seguía sumergida en su intimidad, brindándole los mejores placeres y la gran lujuria de la vida, sus vistas se conectaban a cada instante, ella entreabría y cerraba sus labios, sus manos se sujetaban de la cobija, su cuerpo temblaba por el contacto de su lengua, todo en ella se quemaba. Mauricio succionó y adentr
Danphe, miró dormido a Mauricio en su cama, hacía tres semanas desde que estuvieron por primera vez, cada día que pasaba ella se iba encariñando con él, y le daba mucho miedo enamorarse para luego tener que dejarlo, o peor aún, matarlo si algo salía mal. Mauricio por su lado estaba logrando su objetivo, ella empezaba a tener sentimientos hacia él y eso le favorecía, ella era más atenta, más dulce, más cariñosa, aunque en la mayoría de las veces seguía conservando ese lado soberbio y arrogante, la investigación iba marchando de maravilla, ya tenía incluso las coordenadas de dónde se hará gran entrega de drogas, Alexey se las está jugando toda por la operación, tanto que se arriesgó en colocar micrófonos en aquella habitación donde se reunían, Mauricio por su parte cada vez que puede, y tiene oportunidad revisa la habitación en busca de algo que lo ayude con el mexicano, pero nunca logra tener suerte, es como si buscara una aguja en un pajal. Mando a intervenir su teléfono para saber co
—¿Quiénes son ustedes? ¿Qué quieren de mí? — preguntó un hombre mayor sentado en una silla atado a ella.—No preguntes quienes son ellos, mejor pregunta quién soy yo — Danphe hizo presencia ante el sujeto, aquel la miró confundido sin tener idea de quién era ella, no la recordaba, no podía identificar su rostro.—No la conozco — ella buscó una silla y la dejó frente a él para tomar asiento, elevó su ceja y luego sonrió, movió su cabeza de un lado y no dejó de mirarlo ni un segundo.—Si me conoces, y muy bien, solo que no me recuerdas porque hice algunos cambios en mí, para que nadie pudiera recordar quién era, yo si sé quién eres, y lo travieso que has sido a lo largo de tu vida, conozco la lista larga de jóvenes que has tomado por obligación ¿Qué sentirá hacer público la información? — el hombre abrió sus ojos.—Ni se te ocurra, tengo hijas, ellas podrían ver eso, les destrozaría el corazón — Danphe mantuvo su expresión muy serena.—¿Y crees que me importa como se sienta tu sagrada f
Mauricio se sentó un momento frente a la cartelera que poseía en el sótano de la mansión donde vivía, allí era donde tenía todos sus apuntes de la investigación, miró todo lo poco que habían logrado más los que su jefe le facilitó, Jayden, llegó con un sobre el cual contenía fotos de los hombres que Danphe había matado, ayer la siguió al punto de encuentro y espero ahí, cuando ellos se retiraron revisó el lugar y halló a uno de los violadores de ella encerrado en jaula siendo devorado por perros salvajes y hambrientos que llevaban días sin comer, recordar esa escena, ponía sus vellos de punta, era asqueroso, repugnante mirar como un hombre era devorado mientras estaba vivo.Mauricio fotografió la escena, se las mostró a Jayden y este le sugirió enviárselas a su jefe al mando, pero Mauricio no quiso aún hasta saber por qué razón ella lo asesinó, debía haber algo que la llevará a hacer tal atrocidad, y pretendía averiguarlo como sea.—¿Cuántos casos de hombres muertos a causa de una ven
Danphe bajó al Casino, se estaban presentando ciertos inconvenientes con algunos apostadores debido a que uno ganaba más que el otro, los típicos problemas de estos lugares, ella caminó entre las personas que se juntaban para mirar el escándalo, los hombres que cuidaban de ella se encargaban de hacer a un lado a las personas para abrirle paso, cuando llegó junto a los apostadores que estaban creando polémica, los miró de pies a cabeza y con mucha molestia. —¿Qué es lo que sucede aquí? — uno se encontró muy borracho y drogado, mientras que el otro, estaba sereno. —No soportó la idea de perder — respondió el que se encontraba sobrio. —Robaste mi dinero, lo sabes — Danphe hizo señas a uno de sus hombres. —¿Vino solo? —Vino conmigo, soy su amigo. —¿Y por qué no has controlado a tu amigo? ¿No ves la condición en la que está? Quiero que te lo lleves de aquí, y le des un buen baño para que se le pase la… borrachera, este casino es para divertirse, no un rin de boxeo o algo similar — vol
Danphe, caminó hacia el balcón una vez que subieron a la habitación, Mauricio estaba recostado del marco de la puerta mirándola a ella de pies que observa la ciudad, estaba ansiosa por conocer que sucedió con ella y quién era ese hombre en realidad, pero no la presionaría por miedo a hacerla alterar, buscaba era brindarle confianza y apoyo para que ella se sintiera segura y no dudara en hablar con él. —Mis padres no tenían idea por lo que yo pasaba, intente una vez decirles y no me creyeron, consideraron que todo era un acto de rebeldía por mi parte debido a que no me permitieron viajar — mintió, era lo mejor que sabía hacer.—¿Por qué no denunciaste?—Lo hice — su voz se cortó — Lo hice, Gavrel, pero tampoco me creyeron ¿Y sabes por qué? Porque esa noche me drogó tanto, que en cuanto la policía me vio solo se burló de mí y me detuvieron una noche como lección, ¡Creyeron que yo mentía y que era una prostituta, una joven que recibía pago de otros! ¡Me dejaron detenida los muy malditos
—Lo vi ayer, Marrie, otra vez, pero en esta oportunidad conversamos, y se sintió… horrible — Marrie, tomó asiento al lado de ella y sostuvo su mano, Danphe tenía su vista en esa foto de él, no dejaba de verlo.—Ya entiendo por qué la urgencia de verme ¿Qué sucedió? ¿Qué te dijo? — le mostró su preocupación.—Que estaba aquí buscando a su hija, buscándome a mí, Marrie, tengo que averiguar lo que sabe, es más, ni siquiera debería preocuparme por averiguar, tengo simplemente que matarlo, sacarlo del medio, si se da cuenta de que soy yo, su hija, me volverá a hacer lo mismo, y no quiero, no quiero que vuelva a suceder — cubrió su rostro, las lágrimas de Danphe esta vez eran reales y muy sinceras, estaba afectada.—Danphe, debes huir, por favor, entiéndelo, esto es muy peligroso, piensa bien, sabe que su hija está aquí en las vegas, y si sabe entonces debe saber también que tú, eres su hija, y juega contigo para hacerte vivir trauma, es mucha coincidencia que esté aquí en el hotel, y que d