—¡Papá! —celebró la llegada de su padre, se tiró a sus brazos con emoción. Luna, tampoco esperaba que llegara tan rápido del trabajo, pero era bueno, así podrían compartir la cena. —¿No has tenido mucho que hacer en la oficina? Aunque eso sería extraño. —No, al contrario, la mañana estuvo muy ajetreada, pero ya lo que tenía que hacer en la tarde era mínimo y lo dejé para después. ¿Ya has hecho la cena? porque se me ocurrió pasar por una pizzería y traje dos cajas enormes. —Pizza, quiero pizza, papá. —Bien —su madre acarició su cabeza —. Vamos a comer pizza. Pero ya sabes que nada de porciones exageradas. (...) En medio del pasillo se quedaron mirándose. Luna no sabía si debía dormir en su habitación o por el contrario quedarse con él, puesto que ya habían iniciado una relación. —Buenas noches —se despidió al final, a punto de adentrarse a la recámara y él se apresuró cogiendo su antebrazo.
Joseph estaba en el consultorio del especialista temblando de los pies a la cabeza, no sabía cuál sería el diagnóstico de su hijo, pero algo le decía que no pintaba nada bien la situación, que todo se volvería un desastre en contados segundos. —Señor Kingsman sé perfectamente que debe sentirse preocupado por su hijo, lo comprendo, ha hecho muy bien en traerlo aquí sin perder más tiempo. Hemos logrado estabilizar a Ethan —agregó dejándolo un poco tranquilo, aunque la preocupación seguía intacta al continuar con la incógnita de lo que le estaba sucediendo y la razón por la que se hallaba en esa circunstancia —. Por otra parte quiero comentarle de su salud, comenzaré explicando que los tumores no son todos malos. Unos se denominan tumores cerebrales primarios. A veces, el cáncer se disemina al cerebro desde otra parte del cuerpo. Estos tumores son tumores cerebrales secundarios, y también se conocen como tumores cerebrales metastásicos. Existen muchos tipos diferentes de tumores cerebra
Los días posteriores fue otra vez a ver al doctor para las revisiones pendientes, descubriendo al poco tiempo que tenía cáncer. Su temor más gigantesco se materializó desafortunadamente. Las manos le temblaban y el papel con el resultado atrapó cada una de sus lágrimas. Era entonces cuándo su determinacióm se vio aplastada por aquella palabra con tanto poder y efecto en una persona. No podía continuar en el despacho, tampoco tenía la fuerza necesaria para dar un paso y salir hasta marcharse de allí. Sabía que no era buena idea conducir en su estado, cada una de sus extremidades sacudidas por el miedo y el corazón que le palpitaba con rapidez y quemaba su pecho. Ethan sentía que la vida se le iba entre los dedos, que su último halito se aproximaba rápido. No quería guardarse todo el caos pero menos arrastrar a más personas importantes en su vida a todo ese revuelo. Terminó de ponerse mal cuando leyó todo lo que sucedería, lo acabó de avalar con las palabras del doctor. Todo cambiar
Sol a la mañana siguiente, recibió la llamada de su amiga, que le explicó lo que estaba sucediendo con Ethan, la morena no lo podía creer. —¿Ethan como se siente? —Mal, ni siquiera ha querido tomar su desayuno, dice que tiene inapetencia, insisto para que coma algo. Es malo que no lleve ni un solo bocado a su estómago, sé que apenas es el principio, que será más difícil con el paso de los días, pero es una cuestión que se debe afrontar —emitió. —Vale. Todavía está en la etapa de aceptación, si me pusiera al corriente de algo así tan repentino, estaría igual. No te alejes de él, debe sentirse fatal.Luna sorbió por la nariz y se secó los ojos. —Sí, quiero creer que mañana será todo más llevadero, que todo avanzará bien... Pero soy realista y el panorama es indescifrable. Ethan debe prepararse para una cirugía dentro de varias semanas, no hay reversa. A Sol se le anudó la garganta, conocía cuáles eran los riesgos que tendría Ethan en medio de todo el proceso. —¿Quieres que vaya a
—Sol ha perdido el bebé —le informó a Ethan. —¿Qué? —Sí, desafortunadamente le ha ocurrido un aborto espontáneo, algo que le pasa a muchísimas mujeres, está bastante triste... tan pronto aceptó la idea de que tendría un bebé, se encariñó, yo también estaría destrozada —hizo un puchero —. Me siento mal por ella, lo peor de todo es que ella cree que es su culpa, pero no es cierto...Ethan permaneció en silencio. No emitió un comentario respecto a ello. Luna lo miró, seguía distraído. —Descansa, Luna —susurró.—Oye, ¿qué te parece si después de toda tu cirugía y luego de la recuperación nos vamos a vacacionar? —¿Bromeas? Hacer ese tipo de planes a largo plazo podría no suceder nunca, mi situación lo arruinaría todo. —¿Confías en que todo estará bien? Porque yo sí —lo rodeó —. Estuve investigando mucho del tema y me oriento para ayudarte lo mejor que pueda. Piensa en Hope, ella es tu esperanza.Le sacó una sonrisa, aunque corta. (...)Elena se quedó en medio de la sala sin poder d
Elena se aclaró la garganta y miró a su hijo por enésima vez todavía en silencio, ella lo rompió.—Supe lo que tienes y quiero que recuerdes que puedes contar conmigo. Ethan... Siento mucho haberme comportado como tu enemiga cuando en realidad solo debí seguir siendo tu madre. La verdad no pensé que mis acciones llegarían tan lejos y nos apartarían...Él ya comenzaba a aburrirse de su discurso, y la miró con una sonrisa obligada en los labios. —Vale... ¿A qué quieres llegar con todo esto? Imagino que ha sido necesario enfermarme para que vengas, ¿cómo podría saber siquiera que estás siendo sincera conmigo? ¿De verdad te preocupas o sientes alegría de verme enfermo? Puedo apostar a que quieres que muera, solo así sentirás que estoy en el lugar correcto. —¡Ethan! —exclamó porque su hijo pensara así —. No digas cosas tan horribles, me haces sentir un monstruo o cualquier otra cosa, menos humano. —¿Ah no? No seas hipócrita. Te pediré que te vayas de mi casa y no vuelvas más. Aléjate lo
Días despues...Warren ingresó a la habitación pensando que encontraría a Sol allí, pero se llevó una desagradable sorpresa al darse cuenta de que la morena se llevó todas sus cosas, revisó el ropero y no había ni una sola percha con algo suyo, se quedó atónito al encontrarse con su ausencia clavada en cada centímetro de la habitación que usaron esos últimos días. El hombre quería creer que no era lo que estaba pensando, pero más evidente no podía ser; era obvio que la mujer se marchó dejándolo, se alejó sin despedirse, tomándolo desprevenido, y no, no podría esconder lo mal que se sentía por su decisión sin previo aviso. Lo primero que hizo fue rebuscar a ver si encontraba alguna nota de despedida, quizás estaba equivocado y resultaba que ella le dejó algo escrito. Pero no fue así, se dio por vencido después de media hora y terminó sentado al borde de la cama intentando no llorar como un idiota. ¿A dónde fue? ¿Por qué marcharse así como si estuviera huyendo de él? Tomó una profund
Warren seguía llorando ni siquiera pudo asistir a la reunión pendiente esa mañana, se tuvo que quedar en casa, la estaba pasando realmente mal. Su hija lo llamó varias veces, pero no le atendió el teléfono para evitar que se diera cuenta de lo terrible que se sentía, de todo lo que estaba experimentando. —¿Crees que deberías llamar a la oficina? Mi padre no tiene una junta a esta hora creo que debe haber dejado su teléfono o está haciendo algo más, aún así continúa siendo extraño que no me responda intentaré más tarde. —Luna, me iré a la cama, necesito descansar —le avisó haciendo una mueca debido a la enfermedad se agotaba con demasía, y constantemente eran cada vez momentos más exhaustos para Ethan. —Vale, ahora mismo me encargaré de hacer el almuerzo. Te prepararé algo delicioso. —No tengo apetito, todo lo que devoro lo termino vomitando —emitió frunciendo los labios, afectado por sentirse tan débil como en ese momento —. ¿Puedes hacer algo simple y poco? —Lo haré. —Gracias.