De esa manera Luna se quedó en el sillón de su habitación, aunque era cómodo, le apetecía más dormir en la enorme cama que tenía su exmarido, pero prefería mantener la distancia lo más que pudiera. —Luna, hay suficiente espacio en la cama, podemos dormir aquí los dos, no te quedes en el sofá, al final no es tan cómodo. —¿Ah no? —parpadeó en medio de la oscuridad —. Disto de lo que dices, se me hace bastante cómodo y puedo pasar la noche aquí, no es como si no he dormido hasta en el suelo. De hecho, en mi antigua casa una vez dormí en una delgada colcha. —Supongo que no vas a aceptar. ¿Cómo se supone que vas a saber si me pongo mal si estás tan lejos? —Eres tan exagerado. Todavía si te pones muy mal, me puedes hablar. No me digas que perderás la voz. —Eres tan difícil. ¿Quién diría que esa joven se convertiría en alguien tan ruda? —Las situaciones te hacen así, he pasado por mucho, suficiente para convertirme en lo que ves. Duérmete, ¿aún tienes calentura? —¿Cómo podría saberlo
"Querida, Luna. Estás herida conmigo, sé que sigues odiando todo lo que hice, que no fui una buena persona, aún así, quiero tener la oportunidad de tener tu perdón, no importa el tiempo que te tome, lo aceptaré. Al final yo he sido la única que fallé, por eso merezco que no me dirijas la palabra, que me veas con malos ojos. Lo siento mucho. Me ha costado redactar esto pero también ha sido bueno desahogarme con algo que espero puedas leer cuando te sientas preparada, no estás obligada a responderme en caso de que lo estés leyendo ya. Solo quiero que todo mejore y pueda tener un bebé saludable y fuerte. Ha sido difícil para mí seguir adelante con el proceso, incluso con el apoyo de tu padre, me siento tan sola, a menudo pienso que la decisión de quedarme en la compañía fue un error. En mi antiguo trabajo no me habría conseguido este problema tan grande. No lo considero como parte del destino porque pude haberlo evitado. Una vez te dije que me gustaría tenerte el día en que tuviera
—¿Por qué tienes un cubrebocas y dónde está mamá? —le preguntó la pequeña subiéndose al puesto de copiloto. —Estoy usando esto porque tengo gripa y no quiero contagiar a nadie, menos a ti, tu madre me ha pedido que pase buscándote, ha de ser que se le ha presentado alguna emergencia. ¿Acaso no estás alegre de verme? —cuestionó y la chica le mostró su mejor sonrisa. —Sí, ¿hoy sí vamos a comer helados? —¿Eso quieres? —¡Sí! Me lo merezco papá, he tenido una buena calificación en el examen de matemáticas —presumió mostrando la hoja con la puntuación y él acarició su coronilla.—En ese caso vamos a pasar por la tienda de juguetes, debería darte algo mejor que un helado.—Juguetes... —repitió maravillada con la idea, era lo que más le gustaba después de todo. —Sí, te compraré lo que tú desees en esa tienda, antes le marcaré a tu madre para que no se preocupe y sepa dónde estaremos —alcanzó el móvil y le llamó, sin embargo no recibió respuesta de su parte y solo le quedó intentar más ta
Estaba demasiado asustada, Luna no tenía idea hacia dónde se estaban dirigiendo, solo era consciente de que la camioneta se estaba metiendo por un lugar en donde habían demasiados baches, y eso le dejó saber o al menos orientarse un poco, de que tomaban una ruta lejana a la ciudad. Tenía los nervios a flor de piel, no sabía qué rayos podría sucederle, pero sí que su padrastro era capaz de hacer cualquier cosa, por eso temía por su vida. Luna sabía que no le serviría de nadar rogar, porque ese hombre no tenía corazón, siempre fue malvado con ella, fue un infierno vivir a su lado por tantos años, ahora regresaba a su vida con la intención de vengarse de manera absurda, porque ella nunca fue la mala de los dos, era una víctima y volvía a caer en sus garras. —Guido, ¿a dónde vamos? Deberías dejarme ir, prometo que no diré nada, haré de cuenta como si esto no está sucediendo, es mi palabra y la cumpliré. El hombre la miró otra vez por el espejo retrovisor y deslizó una sonrisa maléfica
Ethan no podía creer que Luna se encontrara en peligro, todo lo que le dijo era clave, sabía que necesitaba de su ayuda, pero enterarse de esa forma lo dejó paralizado, sin saber qué hacer, lo primero que cruzó por su cabeza fue llamar a las autoridades, pero también debía poner al tanto a su padre. La llamada todavía seguía en línea, sin embargo no se escuchaban voces humanas, ya no podía escucharla a ella.Si Luna tenía el GPS activado, podría ubicarla con rapidez, es lo que hizo dándose cuenta de que ellos ya se dirigían a un lugar aislado de la ciudad, si sus intenciones no eran buenas no había tiempo que perder, tenía que salvar a Luna antes de que fuera demasiado tarde. En una emergencia como esa, Warren decidió que la pequeña Hope podría quedarse con Sol. Ella la cuidaría sin problemas. —¿A dónde han ido todos y por qué no habías venido más? —le cuestionó a la morena una vez estuvieron en la sala, se encontraba de brazos cruzados, exigiendo saber por qué todo ese tiempo no f
Guido rio con fuerza. —¿Acaso creen que estoy bromeando? de ninguna manera, te voy a matar a ti primero, antes de que tú puedas hacerlo, pero no voy a permitir de ninguna manera que arruinen mis planes, ustedes dos no deberían de estar aquí. Esa maldita se morirá también. El hombre se quedó boquiabierto, sin poder creer lo que estaba diciendo. Era tan descarado e idiota. Warren se frotó la sien. Ya no aguantaba más, se le estaba acabando la poca paciencia que tenía, deseaba tirarse sobre él y darle una paliza, era lo único que se merecía ese cretino. De verdad que lo odiaba con todo su corazón por hacerle eso a su hija. —Te has metido con la persona equivocada, tienes a mi hija, y ella es algo sagrado para mí. Mátalo —le ordenó a Ethan, quién captó también su señal y le disparó en el brazo. Guido era un idiota que no sabía hacer las cosas, que no creyó que él le dispararía y ahora estaba retorciéndose de dolor sobre el suelo, había obtenido lo que buscó. Ninguno de los dos se
Luna caminó por el exterior de la casa, la propiedad era gigantesca, por lo tanto no había necesidad de salir a algún lado de la ciudad. —¿Sabes? Guido no siempre fue una mala persona él realmente se preocupaba por mamá y por mí, nos daba todo lo que necesitamos y creo que nos quiso, pero eso terminó de ser así en unos años, ya no era ese hombre atento o cariñoso... creo que todo tiene que ver con el alcohol, no podría echarle la culpa a las bebidas alcohólicas, sin embargo cuando se volvía ebrio cambió completamente, ya no fue el mismo. Golpeaba a mi madre, yo vi las escenas más horripilantes a mi corta edad y soportar el hecho de que alguien en quien un día encontré protección, se convertió en un peligro inminente para mí. Ethan quién estaba escuchando el relato en silencio, sentía mucha pena por ella, nadie tenía que tener una infancia tan dura como esa. Solo en ese momento valoraba el hecho de que Elena a pesar de no ser su verdadera madre se ocupó de él y lo quiso. Tal vez pa
Sol estuvo callada en el interior del auto. Warren supo que algo le ocurría, podía verlo en ella, aunque no se atrevía a decirle nada. —Sol... ¿puedo saber por qué estás tan silenciosa? —Siempre me pongo un poco nerviosa cuando voy a verme con el médico, creo que pienso en cómo estará mi bebé, espero se encuentre bien —soltó lo primero que se le ocurrió. —No debes temer. La última vez dijeron que no había ninguna anomalía, ¿no es así? —Vale, siempre existen los riesgos —emitió exhalando ruidosamente —. Debería dejar de estar nerviosa de todos modos. —Sí, deberías. Todo estará bien ya lo vas a ver. —Warren, me ha llamado tu hija y quiere que vaya a su casa, sonaba bastante serena, también me comentó que ya sabe de nuestra reconciliación, me imagino que le has contado, le dije que podría ir después del mediodía... no estoy segura, aún no estoy lista para verle a los ojos. A pesar de todo sigo sintiéndome avergonzada por la mentira y todo ese engaño que la lastimó. —Solo ve con el