Elena sacó una caja en donde guardó las pertenencias de su hijo, volver a mirar las fotografías o tan solo un reloj cargado de significado y un plumín que solía llevar a todo lugar, le revolvió las emociones. Era abrir la herida de su corazón, eso lo hizo sentir alterada al punto de llegar a la desestabilización. Las lágrimas volvieron a salir de sus ojos incapaz de contenerse, no podía siquiera pensar en el hecho de volver el tiempo atrás y tenerlo a su lado. Sonaba tan lejano, como un sueño que jamás se volvería realidad. —¿Elena? La mujer sorbió por la nariz y se quedó mirando la foto, Jonas solo tenía dos años, su sonrisa preciosa y sus ganas de vivir. Tan solo era un infante en aquel entonces, recordaba ese día cuando fue tomada la foto. Joseph sintió como un escalofríos le recorrió la dorsal, que un cúmulo de emociones se agolparon con fuerza en su pecho. ¿Qué demonios era todo eso que le pasaba? El dolor de haber perdido a su primer hijo. Así lo consideraba. —Elena —se pu
—No te vayas así por favor, tenemos que seguir hablando. Yo sé que todo es un golpe duro para ti, pero... ¿No crees que conversar es la única manera de arreglar el inconveniente? —continuó diciendo el hombre con tal de que su hijo se quedara ahí y siguieran hablando del tema. —¿Y que se supone que debo escuchar de ti? Ya ha sido suficiente con enterarme de que Elena no es mi verdadera madre, que Jonas en realidad no es tu hijo legítimo. ¿De qué otra cosa me debo poner al tanto, eh? Su padre suspiró. —Solo quiero que todo se solucione ahora y ya no existan malentendidos entre nosotros, ¿puede ser eso posible? —siguió diciendo. Ethan sin decir otra palabra se retiró de la casa dejando a su padre preocupado, sabía que no lo perdonaría tan fácil, una verdad como esa nadie la aceptaría tan rápido, su hijo necesitaba tiempo para procesar todo. Ethan para atravesar la sala cruzó miradas con la mujer a la que estuvo llamando mamá durante años esa que se volvió de pronto despectiva y por l
Dejó a Hope en el colegio, ella agitó la manita en el despido. —Ethan, ¿qué quieres decirme? —Pues, quiero pedirte que nos vayamos a vivir juntos no significa que vayamos a estar en una relación pero podríamos estar los tres en una casa grande como una familia, al menos para que nuestra hija pueda sentir que tiene una familia. —¿Te has vuelto loco? No sé qué te hace pensar que voy a aceptar semejante barbaridad, no soy idiota, me di cuenta de tus intenciones, ¿lo haces por Hope? No digas mentiras. —¿Es un no definitivo? —Contigo mi respuesta siempre será un rotundo no, Ethan. (...)Luna estuvo en el trabajo pensando en las cosas que tendría que arreglarle a su hija para qué se la llevara a casa de su padre, sería demasiado extraño pasar una noche sin ella, pero era consciente de que debía permitirle compartir con su papá, después de todo la había estado disfrutando durante muchos años y aquella etapa era nueva para su exmarido. Por eso no podía oponerse o algo parecido. —¿Y cóm
Durante el descanso, estuvo conversando con su respecto a lo que le propuso a su marido la mujer también opinaba que no tenía derecho a pedirle que se fueran a vivir juntos esa era una decisión importante y con eso de alguna forma estaban engañando a la pequeña haciéndole creer que una ilusión que no existía. —Sol, no tiene nada de malo que seamos padres separados, él está por su lado y yo por el mío, nuestra hija no tiene ningún problema con eso, ella puede pasarla bien con él y también a mi lado. Siento que todo esto lo hace para que esté cerca suyo, no volveré con él, aún tengo poco de dignidad —le dio un sorbo a su zumo. —¿Lo quieres? —¿Qué? —A veces me confundo, veo que no te interesa en absoluto y luego aparecen chispas en tu mirada cuando te expresas de Ethan, tal vez todavía exista un poco de ese amor que le tuviste en el pasado, pero bien dicen que solo es suficiente con alguna chispa para que vuelva el fuego. —No seas tonta, ya te pareces a mi padre diciendo tonterías —
Se puso de cuclillas, a su altura, ya casi anochecía. Y Ethan se encontraba a solo tres metros, recargado del auto; a la espera de la pequeña que se quedaría con él en casa, esa noche. Observó la escena dándose cuenta de lo apegada que era Luna a su hija, entonces comprendía que su amor materno era infinito, que todo ese tiempo pudo entregarle al cariño que él no. —Hope, prométeme que te vas a portar bien, estarás en una casa diferente, hazle caso a tu padre; si te dice que no puedes hacer algo, entonces obedece. Sé una buena chica, si deseas hablar conmigo pídele que te preste el móvil. Así podremos estar en contacto —acarició sus mejillas. —Mami, no me iré del país, no te pongas triste. Antes de lo que imagines, estaré aquí.—Ay, mi niña. Es imposible que no me ponga así pero quédate tranquila me la cama y dormiré pensando en que tú estarás bien. Dile a papá que te haga un desayuno nutritivo, nada de cereales. —De acuerdo —la abrazó otra vez. Finalmente su hija se acercó a su p
La mañana era un desastre, el hombre se sentía cansado por todo lo que tenía que hacer, pero no tenía demasiado tiempo, había dormido muy poco, por eso estaba exhausto, tratando de aprovechar lo que le quedaba, menos de media hora, antes de que su hija entrara al colegio, ni hablar de la junta pautada para esa mañana, tendría que disculparse con los presentes.Él era el primero en odiar la impuntualidad, pero lamentablemente ese día no sería responsable con el horario. Lamentablemente no podría cumplir con lo que su madre le dijo a la niña de comer saludable, lo más rápido era preparar cereales con leche, al menos se llevaría algo al estómago y no asistiría a la escuela sin desayunar. —Los cereales son deliciosos, pero mamá dice que no me alimentarán. —No te preocupes, hija, esto es una emergencia, no siempre vas a comer cereales, además te daré dinero para que puedas comprarte algo en el cafetín de la escuela. Prométeme que no le vas a decir a tu madre que te di de comer cereales.
—¡Estoy cansada de lo mismo, Warren! —gritó histérica la mujer, levantándose de la cama, todavía con las sábanas alrededor de sus delgado cuerpo desnudo, el hombre se llevó ambas manos a la cara, lleno de frustración no sabía cómo apaciguar lo que ocurría. —¿Crees que resulta ser sencillo para mí? ¡Mierda! Se trata de mi hija, ella es alguien a la que quiero mucho y no deseo verla en malos términos conmigo, ¿no te dije que lo haría pronto? Me sacas de quicio, deseo que seas al menos un poco paciente y me dejes de asfixiar con todo este asunto. —¿Ahora soy la que te impide respirar con normalidad? ¡Solo te estoy pidiendo que seas sincero con Luna y le cuentes de nuestra relación! No entiendo cómo quieres que no me enfade contigo si lo has estado dejando para el futuro, y cada vez alejas más el momento adecuado, no existirá un momento adecuado para decirle que estamos saliendo. —Se nos está haciendo tarde para ir a la compañía, vayamos antes de que me estrese más. Sol se volvió a é
Después de la presentación que terminó exitosa, se dirigió a la oficina de su padre con la intención de hablar más de su verdadero origen, quería con urgencia saber quien era su mamá y si podía buscarla. —Padre... ¿estás desocupado? —No, pero voy a disponer de algunos minutos para atenderte. ¿Todo en orden? —¿Cómo puedes hacerme siquiera la pregunta? Iré al grano. Quiero saber quién es mi verdadera madre y si tengo alguna manera de ponerme en contacto con ella. Es lo mínimo que podrías hacer por mí, darme información relevante para encontrarnos.Joseph podía apostar hasta de abrazos cruzados, que Ethan no descansaría hasta conseguir lo que pedía su hijo, estaba empeñado en hacerlo. —Vale, tengo información de tu madre no creo que sea el momento ni el lugar para conversarse de algo tan personal. —Para mí cualquier lugar me funciona, nunca hicieron nada bien, me mintieron toda mi vida y aún así esperas que exista un momento adecuado, eso es lo más absurdo que he escuchado. Joseph