—Hope... —la llamó, tocando con cautela, la puerta de la habitación —. Necesitamos hablar.Luna, la conocía a la perfección y sabía que no se quedaría tranquila hasta conseguir confirmar que ese sujeto llamado Ethan era su padre. La mujer no quería que las cosas se dieran de esa manera, pero su pequeña era tan inteligente que de seguro ya lo estaba pensando. Al final se iba a sincerar primeramente con ella antes de informarle a su exmarido. Hope abrió. —Mamá. —Cariño, debo decirte algo. Vayamos adentro. Las dos terminaron sentadas al borde de la cama. Ella curiosa por saber qué era todo eso que le quería su madre decir. —Ya terminé la tarea. —¿Ah sí? No es precisamente sobre la tarea que quiero hablar. Linda sé muy bien que estás ilusionada por conocer a tu padre. —¿Papá es el hombre de la heladería? —interrumpió mirándola con excesiva curiosidad. —Vale, se supone que no tenía que decirte así. Pero sí, Ethan es tu padre, el hombre de hoy. ¿Podrías no decir nada? Hope... Tu p
Sol hizo acto de presencia en la oficina de su amiga, esos días era evidente para Luna, que la morena estaba más animada, incluso se podía ver en su expresión que ella parecía estar radiante, como si fuera una mujer completamente distinta, en realidad no sabía que era lo que la animaba tanto. Pero le alegraba mucho que al final reflexionara más sobre su decisión de renunciar a la compañía y no lo hiciera. —Sol, ayer te estaba llamando para invitarte a salir, pero nunca me respondiste... ni siquiera tomaste mi llamada, me imagino que estabas realmente ocupada o se te olvidó. Pero sigo un poco molesta contigo. —Oh, sinceramente lo lamento mucho, en realidad estaba ocupada, por eso no te atendí... pero podemos salir otro día si eso quieres. También quiero pasar un rato agradable con Hope —agregó. —De acuerdo. Haré planes. Tengo que dejarte mi padre me está esperando para la reunión. Sol esbozó una sonrisa y permaneció en el despacho a solas, pensando en lo que estaba haciendo, su nu
Todavía durante el recorrido a casa la pequeña seguía sollozando, no había manera en que dejara de hacerlo, a pesar de que Luna le aseguró disculparla por lo que hizo, pero le advirtió que solo no tenía que volver a aceptar una invitación de su parte, justo ese el motivo de su llanto continuo: ser privada de compartir con su verdadero padre, la ponía mal, ser restringida. —Mamá, Ethan es mi padre. ¿Por qué no puedo aceptar un helado de él? No entiendo —admitió con los ojos hinchados y se sintió culpable. —Vale... ¿Ya te has olvidado de la amnesia que está sufriendo tu padre? No está bien de la cabeza, eres pequeña y no sé de qué otra forma explicarte que no se encuentra bien, por lo tanto es importante que te mantengas alejada, al menos hasta que se recupere por completo, creí que todo ese asunto ya lo habías comprendido. ¿Por qué sigues llorando? —Porque quiero estar con él. El dolor intenso que se formó en su garganta, se apretó al punto de quitarle el oxígeno, era una tonta al
Ya se lo había encontrado varias veces pero desde hace semanas atrás que no lo veía; aunque no era ninguna sorpresa mirarlo en ese evento, pues era obvio que asistiría de todos modos, Luna se sintió sumamente incómoda y solo quería alejarse lo más pronto posible de su exmarido.Por el contrario, su pequeña hija nunca había estado más contenta que ahora era evidente que era una niña rozagante y llena de felicidad.¿La razón? Estaba cerca de su padre. Sol, era capaz de ver la inyección de odio que tenía la mirada de su amiga observando a su exesposo, esa rivalidad se mantenía y por más que pasaran los años, seguiría intacta, luego clavó la mirada en la pequeña Hope. Se veía tan bonita con su vestido y el peinado lindo que le hizo. Entonces, Warren se dio la media vuelta y se inclinó a su nieta dándole un abrazo cariñoso. —No puedo creer lo hermosa que estás. ¿Quien te ha elegido este vestido tan bonito? —He sido yo, abue —besó su mejilla, antes de dar un paso al frente y tender su
Estaba tan alterada que su pecho subía y bajaba con dureza y los ojos se le saldrían en cualquier momento de sus cuencas mirando de hito en hito al sujeto. Lo acusaba. —¿Por qué haces esto? Te pediré de todo corazón que te mantengas alejado de mí, no sé de qué otra forma hacértelo saber, eh —apuntó apretando los dientes. Y él solo sacudió la cabeza. —No, no tienes una relación con Calvin. Ni siquiera ha venido a acompañarte. ¿Qué clase de pareja te dejaría solo en un momento tan importante? Por eso sé que mientes, que en realidad no sales con él. Luna agobiada retrocedió ahora que ya no la encerraba contra su cuerpo y la pared. —¿Crees que me interesan tus conclusiones? Puedes conjeturar lo primero que te venga a la cabeza, y lo que te dé la gana, aún así, no caeré. Te prometo que no lo haré —emitió furibunda. —¿Desde cuando te has convertido en una buena mentirosa? Es decir... ¿por qué has recurrido a la mentira? —se atrevió a inquirir muy curioso, haciendo que la susodicha r
Ethan se levantó del sofá, un poco mareado debido a todo lo que ingirió. —¿Qué clase de amigo eres? Solo dime si te parece lógico que ahora desee recuperarla. —No, en absoluto. No tiene ningún sentido que quieras hacer eso. ¿Por qué? No sé qué ganarías con eso. Pensé que todo lo dejarías atrás, ¿como es que ahora cambias de opinión?—Probablemente porque hay una parte que me pertenece y ahora se ha vuelto desconocida...—¿Eh? Deberías ir a dormir, ya has tomado demasiado alcohol por la noche de hoy. Yo también me tengo que marchar, no me olvido de que estamos en la temporada más fría y las tormentas son usuales. —Yo no tengo ningún problema con que te quedes, muy bien sabes que esta es como tu casa. —No, gracias. Ve a dormir, y mañana piensa en lo que has decidido a la ligera. De seguro más consciente te darás cuenta de que no es la inclinación que debes seguir —le dio una palmada en su espalda antes de irse. El aludido se dejó caer sobre el sofá desplomado y atrapado por las ide
Warren la llamó.—¿Sabías que Calvin vendría a mi oficina para darme una carta de renuncia? —¿Qué? Papá... No tenía idea de que Calvin quiere dejar la compañía. ¿Ha sido hoy? —Sí, y eso me pone en un aprieto, sabes que él es muy bueno en lo que hace. No puedo permitir que se vaya, lo seguiré convenciendo, intentaré persuadirlo para que no se vaya —emitió expirando. —Vale, no entiendo por qué renunciaría. —¿Y si te pido que hables con él? Tú quizás puedas terminar de convencerlo para que no se vaya, ha estado cerca de mí tantos años que pensar en la idea de que se irá me pone mal, buscar un reemplazo es una locura, por favor pregúntale sobre el motivo. ¿Se trata de Sol? —¿Qué? No, no tendría sentido, Calvin no está enamorado de Sol. —¿No? —De hecho Calvin hace algún tiempo admitió sus sentimientos hacia mí, algo que no puedo corresponder. Solo lo veo como un amigo, papá. No puedo verlo de otra forma. Igual hablaré con él. —De acuerdo...(...)—¿Estás bien? Hace rato que pareces
Regresar a su casa y mirar otra vez la polera, le secaba la garganta.. alteraba las pulsaciones y también el ritmo cardíaco de su corazón, era una extraña mezcla de sensaciones a la que le daba el nombre de miedo, de terror... ¿Quién rayos en su sano juicio sería capaz de enviar una amenaza como esa? de incógnito... sin dar ni una sola maldita pista de su identidad. Bufó. Sea quien sea que quería asustarla, lo consiguió. Tal vez el propio chico de la entrega tenía que ver o era un cómplice. Pero no teniendo ni una prueba fehaciente, no era razonable señalar a cualquiera.—Mamá, ¿la cena está lista? —preguntó detrás de la puerta. —¡Ve a lavarte las manos, ya te serviré! —pidió. La chica obedeció. En medio del proceso, soltó el bártulo, dando un respingo; el silencio fue interrumpido de forma repentina. Luna arrugó el ceño, sin saber quién estaba tocando la puerta. Tal vez con lo de la advertencia que recibió ni siquiera debía abrir la puerta, pero lo hizo de todas maneras.Sus