Todavía durante el recorrido a casa la pequeña seguía sollozando, no había manera en que dejara de hacerlo, a pesar de que Luna le aseguró disculparla por lo que hizo, pero le advirtió que solo no tenía que volver a aceptar una invitación de su parte, justo ese el motivo de su llanto continuo: ser privada de compartir con su verdadero padre, la ponía mal, ser restringida. —Mamá, Ethan es mi padre. ¿Por qué no puedo aceptar un helado de él? No entiendo —admitió con los ojos hinchados y se sintió culpable. —Vale... ¿Ya te has olvidado de la amnesia que está sufriendo tu padre? No está bien de la cabeza, eres pequeña y no sé de qué otra forma explicarte que no se encuentra bien, por lo tanto es importante que te mantengas alejada, al menos hasta que se recupere por completo, creí que todo ese asunto ya lo habías comprendido. ¿Por qué sigues llorando? —Porque quiero estar con él. El dolor intenso que se formó en su garganta, se apretó al punto de quitarle el oxígeno, era una tonta al
Ya se lo había encontrado varias veces pero desde hace semanas atrás que no lo veía; aunque no era ninguna sorpresa mirarlo en ese evento, pues era obvio que asistiría de todos modos, Luna se sintió sumamente incómoda y solo quería alejarse lo más pronto posible de su exmarido.Por el contrario, su pequeña hija nunca había estado más contenta que ahora era evidente que era una niña rozagante y llena de felicidad.¿La razón? Estaba cerca de su padre. Sol, era capaz de ver la inyección de odio que tenía la mirada de su amiga observando a su exesposo, esa rivalidad se mantenía y por más que pasaran los años, seguiría intacta, luego clavó la mirada en la pequeña Hope. Se veía tan bonita con su vestido y el peinado lindo que le hizo. Entonces, Warren se dio la media vuelta y se inclinó a su nieta dándole un abrazo cariñoso. —No puedo creer lo hermosa que estás. ¿Quien te ha elegido este vestido tan bonito? —He sido yo, abue —besó su mejilla, antes de dar un paso al frente y tender su
Estaba tan alterada que su pecho subía y bajaba con dureza y los ojos se le saldrían en cualquier momento de sus cuencas mirando de hito en hito al sujeto. Lo acusaba. —¿Por qué haces esto? Te pediré de todo corazón que te mantengas alejado de mí, no sé de qué otra forma hacértelo saber, eh —apuntó apretando los dientes. Y él solo sacudió la cabeza. —No, no tienes una relación con Calvin. Ni siquiera ha venido a acompañarte. ¿Qué clase de pareja te dejaría solo en un momento tan importante? Por eso sé que mientes, que en realidad no sales con él. Luna agobiada retrocedió ahora que ya no la encerraba contra su cuerpo y la pared. —¿Crees que me interesan tus conclusiones? Puedes conjeturar lo primero que te venga a la cabeza, y lo que te dé la gana, aún así, no caeré. Te prometo que no lo haré —emitió furibunda. —¿Desde cuando te has convertido en una buena mentirosa? Es decir... ¿por qué has recurrido a la mentira? —se atrevió a inquirir muy curioso, haciendo que la susodicha r
Ethan se levantó del sofá, un poco mareado debido a todo lo que ingirió. —¿Qué clase de amigo eres? Solo dime si te parece lógico que ahora desee recuperarla. —No, en absoluto. No tiene ningún sentido que quieras hacer eso. ¿Por qué? No sé qué ganarías con eso. Pensé que todo lo dejarías atrás, ¿como es que ahora cambias de opinión?—Probablemente porque hay una parte que me pertenece y ahora se ha vuelto desconocida...—¿Eh? Deberías ir a dormir, ya has tomado demasiado alcohol por la noche de hoy. Yo también me tengo que marchar, no me olvido de que estamos en la temporada más fría y las tormentas son usuales. —Yo no tengo ningún problema con que te quedes, muy bien sabes que esta es como tu casa. —No, gracias. Ve a dormir, y mañana piensa en lo que has decidido a la ligera. De seguro más consciente te darás cuenta de que no es la inclinación que debes seguir —le dio una palmada en su espalda antes de irse. El aludido se dejó caer sobre el sofá desplomado y atrapado por las ide
Warren la llamó.—¿Sabías que Calvin vendría a mi oficina para darme una carta de renuncia? —¿Qué? Papá... No tenía idea de que Calvin quiere dejar la compañía. ¿Ha sido hoy? —Sí, y eso me pone en un aprieto, sabes que él es muy bueno en lo que hace. No puedo permitir que se vaya, lo seguiré convenciendo, intentaré persuadirlo para que no se vaya —emitió expirando. —Vale, no entiendo por qué renunciaría. —¿Y si te pido que hables con él? Tú quizás puedas terminar de convencerlo para que no se vaya, ha estado cerca de mí tantos años que pensar en la idea de que se irá me pone mal, buscar un reemplazo es una locura, por favor pregúntale sobre el motivo. ¿Se trata de Sol? —¿Qué? No, no tendría sentido, Calvin no está enamorado de Sol. —¿No? —De hecho Calvin hace algún tiempo admitió sus sentimientos hacia mí, algo que no puedo corresponder. Solo lo veo como un amigo, papá. No puedo verlo de otra forma. Igual hablaré con él. —De acuerdo...(...)—¿Estás bien? Hace rato que pareces
Regresar a su casa y mirar otra vez la polera, le secaba la garganta.. alteraba las pulsaciones y también el ritmo cardíaco de su corazón, era una extraña mezcla de sensaciones a la que le daba el nombre de miedo, de terror... ¿Quién rayos en su sano juicio sería capaz de enviar una amenaza como esa? de incógnito... sin dar ni una sola maldita pista de su identidad. Bufó. Sea quien sea que quería asustarla, lo consiguió. Tal vez el propio chico de la entrega tenía que ver o era un cómplice. Pero no teniendo ni una prueba fehaciente, no era razonable señalar a cualquiera.—Mamá, ¿la cena está lista? —preguntó detrás de la puerta. —¡Ve a lavarte las manos, ya te serviré! —pidió. La chica obedeció. En medio del proceso, soltó el bártulo, dando un respingo; el silencio fue interrumpido de forma repentina. Luna arrugó el ceño, sin saber quién estaba tocando la puerta. Tal vez con lo de la advertencia que recibió ni siquiera debía abrir la puerta, pero lo hizo de todas maneras.Sus
—... Todo ese tiempo estuve sufriendo por ti, me enamoré cuando no debí hacerlo, siempre he dicho que no es bueno sacar cosas del pasado, pero lo que ocurrió entre nosotros me marcó de por vida, no te imaginas todo lo que sufrí al verte con otras mujeres, amanecías afuera... te la pasabas en lugares inapropiados y encima tenías el descaro de regresar como si nada. Entonces cuando llegué a sentir todo eso fue como si una venda se colocó alrededor de mis ojos, estuvimos juntos esa primera y única vez y caí como una tonta, sinceramente no pensé demasiado —apartó la mirada dejándolo de mirar, sintiéndose un poco avergonzada por el relato —. Esa mañana la píldora que estaba sobre la mesita de noche terminó siendo arrojada en el tacho de basura. no sé en qué estaba pensando cuando lo hice, se lo creí estúpidamente que nosotros estábamos destinados a estar juntos, al punto de arruinar mi vida, es como me tome las cosas en esa época. ya no pienso así. Por eso no consideres a Hope un error, po
—Alexandre, quiero saber qué se puede hacer en caso de que una persona te haya ocultado a tu propio hijo y no por unos cuantos meses, sino años. siete para ser exactos.—Espera, ese es el tiempo aproximado que tienes de haberte separado de Luna. ¿estás queriendo decir que ella y tú tienen un hijo en común? primero que todo hay que mantener la calma este es un asunto bastante delicado y se debe pensar de forma primordial en el involucrado. Todavía es menor de edad...—Sí, tiene siete años, es obvio. no ha pasado mucho desde que me enteré que tengo una hija, su nombre es hope, y en efecto es de Luna y mía. —resopló —. ¿Puedes creer que se lo haya guardado durante tanto tiempo? estuvo guardando ese secreto, me lo ocultó, eso es un acto egoísta de su parte, no sé qué otra palabra lo podría definir. —¿Y no te has puesto a pensar en la razón por la que escogió no decirte? digo, ustedes ni siquiera estaban teniendo una relación de verdad, luego huyó de tu casa y te pidió el divorcio. ¿te ha