A trabajar

Un vehículo, negro como el resto del entorno, se aparcó a tres metros delante de ellos. La amorfa penumbra hacía poco distinguible el modelo. Tres sujetos emergieron de éste.

Bien, a trabajar. –Kizart miró de reojo a Santino y echaron a andar en dirección a los pasajeros. Hoshi se detuvo aun a tres metros de distancia y entregó por detrás de la espalda, un objeto metálico a su compañero—Guarda eso en el bolsillo.

El sintió tambalear el mango del arma automática entre sus dedos.

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