GIANNA RICCIDe pronto Leonel se acercó, sentándose a mi lado, acercando su mano hacia la de Alma, quien de inmediato se aferró a su dedo mientras seguía comiendo. —Evelyn… Vengarse de alguien no es asunto sencillo, se necesita frialdad y un buen plan…—¿A qué te refieres?—Sabías lo ocurrido entre Matías y Gianna desde antes de abandonar Italia, ¿cierto? —preguntó suavemente y yo solo guardé silencio—. ¿Crees que no sé qué es lo que buscas? —No sé de qué hablas…—Lo sabes… No eres tonta, no finjas serlo —contestó acercándose más, acariciando mi mejilla con su índice—. Eso es lo que siempre quisiste desde que despertaste en ese cuerpo, vengarte de mí… ahora vengarte de él, pero… no te das cuenta, Evelyn, que esa clase de trabajos son para gente con el alma negra. Lo vi por el rabillo del ojo con rabia y los dientes apretados mientras su mano se deslizaba por mi mejilla. —Tú no eres así, ni en esta ni en tu anterior vida… Eres demasiado noble, demasiado… inexperta. —Si sabes cuanto
GIANNA RICCI—¿Ahora te harás pasar por su héroe? —preguntó Matías con desprecio. —Mientras todo se resuelve, hay una orden de alejamiento, para que no te acerques a Gianna —dijo Leonel tajante—. Suerte en la corte, abogado. Ojalá y puedas recuperar tu libertad, porque tu reputación está hundida. »Todo el mundo habla del abogado violador. Leonel me tomó de la mano y me llevó lejos, aun así, la mirada de Matías me atravesaba, generándome escalofríos. —¡Gianna! —exclamó haciéndome temblar—. Si retiras los cargos… Me detuve en seco y volteé, dejando que Matías se acercara más.—Si retiras los cargos y arreglamos esto de otra manera… Si me das una oportunidad de enmendar mi error.—Eso era lo que querías… Siempre pensando solo en ti —dije desilusionada—. No los retiraré, no pararé hasta verte en la cárcel. Si te sientes triste, busca a la mujer con la que pasaste la noche y llórale tus penas. Di media vuelta y Leonel me escoltó hacia la puerta, no sin antes dedicarle una mirada victo
GIANNA RICCILa habitación que estaba destinando para la niña no solo tenía una linda cuna, sino también juguetes, andaderas, ropa, más de lo que ella necesitaba.—Creo que va a tardar un par de años en usar todo esto —dije sorprendida. —Supongo que me gusta ser previsor —contestó con media sonrisa antes de que dejara a Alma en su nueva cuña y encendiera el móvil con ositos que giraban mientras una canción de cuna sonaba tenuemente. —Le gustó —dije enternecida por como mi pequeña estiraba sus manitas entre risas, queriendo alcanzarlo. Giré hacia Leonel, quien permaneció en la puerta, con la mirada perdida y un suspiro apesadumbrado. —Hubo un momento en el que… pensé que encontraría a la mujer correcta y formaría una familia con ella. Creí que ese era mi escape para no sentirme tan solo —dijo en un susurro que me llegó al corazón y después sonrió—. Ahora la tengo a ella. Se acercó a la cuna y acercó su mano para acariciar la mejilla de Alma. —Te prometo que mientras esté vivo, nunc
EVELYN VALENCIA—¡¿No escuchaste?! ¡Viene conmigo! —gritó mi atacante, tirando de mí. —Tú escúchame bien… Llamaré a la policía y si descubren que le echaste algo a su bebida, me encargaré de que no salgas de la cárcel… créeme, tengo amigos ahí que podrían hacerme un par de favores —amenazó el hombre y sentí como la presión de la mano del otro cedió, liberando mi brazo. —Vete a la m****a —dijo el hombre antes de alejarse, mientras yo me comenzaba a acurrucar contra el pecho de mi salvador.—Tranquila, estarás bien —dijo levantándome en brazos—. No puedo creerlo… ¿en verdad eres tú? Escuché su pregunta, pero mi boca simplemente no articulaba. Sintiéndome en confianza, dejé que los efectos de esa droga se apoderaran de mi cuerpo y me sumí en la oscuridad. ۞Abrí los ojos con dificultad, encontrándome aún con mi ropa en su lugar y en una cómoda cama. Me levanté con cuidado y descalza. Estaba en un departamento pequeño pero ordenado y acogedor. Todo me daba vueltas y tenía una brutal r
GIANNA RICCILlegamos al juzgado y mi actitud hacia Matías se había vuelto el menor de mis problemas. Leonel aprovechaba cualquier oportunidad para tocarme y yo sucumbía. Solo tenía que posar su mano un par de segundos en mi espalda baja para que una corriente eléctrica recorriera mi columna vertebral, provocando un temblor notorio para él. No podía pasar mucho tiempo sin posar mi atención en Leonel… ¡Como me encantaba verlo hablar con sus abogados! Se comportaba frío y meticuloso, su mirada profunda y oscura, tan amenazante y atrayente, una trampa mortal para el corazón. —¿Evelyn? —escuché un susurro a mis espaldas, cuando volteé se trataba de Christian que me hacía señas para que me acercara. Eché un vistazo a mi alrededor con desconfianza—. Si eres Evelyn, ¿verdad?—Christian… —No sabía si seguir con la mentira o darme por vencida.—Solo responde esto… ¿Me besarías apasionadamente? Su pregunta me hizo torcer la boca con asco. Por su rostro deduje que esa reacción era la que esper
GIANNA RICCIDe pronto Leonel sonrió de medio lado y tomó mi mano con fuerza.—Lo sé… Solo es necesario ver cómo esa mujer se comporta, tú jamás hablarías de esa manera, mucho menos te vestirías así —susurró en mi oído y entonces le puse más atención. Leonel tenía razón. Esa nueva Evelyn, pese al encantador traje sastre que usaba, había mucho escándalo en sus colores. La falda muy corta y ajustada, el saco mostrando un provocativo escote y la tela color rojo tan intenso, igual que sus labios. No podía decir que se veía vulgar, porque en realidad solo estaba realzando las curvas que siempre había tenido de manera sutil y sexy. Jamás me consideré una mujer atractiva o con el potencial para serlo, pero… ante mi había una chica encantadora, que olía a durazno y con la mirada de todos los varones en ella. Era el foco de atención, no solo por el drama, sino también por su belleza que parecía que por fin había sido explotada. —¡Evelyn! Eso no es cierto… ¡Objeción! —exclamó Matías desesperad
LEONEL ARZÚAAl llegar a casa dejé a la falsa Evelyn en una de las habitaciones desocupadas y me quedé ahí mientras el doctor la revisaba con minuciosidad.—Está bien, solo tuvo un colapso por estrés. Hay que darle tiempo a que despierte —contestó comenzando a guardar su material y de nuevo se detuvo, pensativo—. Aunque hay algo que me da curiosidad…—¿Qué? —pregunté acercándome.—Tiene una cicatriz bastante dramática en la cabeza —contestó mientras abría el cabello. Entonces tuve un mal recuerdo donde veía a Evelyn en la plancha de esa morgue, con la cabeza rota, casi destrozada—. Tuvo un golpe muy fuerte… —Empezó a palpar el cráneo—. Podría jurar que tuvo una fractura craneal considerable que tal vez la pudo matar.—La mató… —susurré para mí mismo.—Lo mejor sería que se le realicen estudios para corroborar que el cráneo y el cerebro están en buenas condiciones.—Claro, doc… Así se hará —contesté comprometido—. La señorita lo acompañará a la salida…Una de mis sirvientas se acercó a
LEONEL ARZÚAEvelyn dejó caer las manos a sus costados y volteó hacia la nana quien se mantenía a distancia y meciendo a Alma.—Solo quiero una casa pequeña, con un pequeño jardín donde pueda sembrar rosas y toda clase de flores, quiero verla jugar con las mariposas. Quiero que tenga una vida sin preocupaciones y llena de amor. Quiero que no le falte nada, ni siquiera su padre. Solo quiero lo mejor para ella…—¿Por qué pedir tan poco si te puedo dar el mundo? ¿No te agrada aquí? —pregunté divertido, pellizcando su mentón y haciendo que volteara hacia mí, mientras ella negaba con la cabeza.—Es muy grande… Al principio me daba miedo perderme —contestó como una pequeña niña, enterneciendo más mi corazón.۞EVELYN VALENCIACompletamente mareada, me senté sobre esa mullida cama en la que había despertado. El lugar no me era para nada conocido. Me acerqué a la ventana para ver el enorme jardín y pude calcular que la casa era mucho más grande que la de mis padres en Italia y el de la tía de