Adele SmithNicolás, avanza a paso rápido sin esperarme, los malditos tacones altos me haces resbalar un poco al correr literalmente tras de él.Se sube en el auto y desde adentro me abre la puerta del copiloto y pregunta — ¿Qué esperas para subir?—Definitivamente del Ni, dulce y amigable que conocí en mi niñez no queda absolutamente nada, me subo sin titubear, y mis pies protestan del dolor por la tortura de los zapatos solo puedo pensar en mis pies ahora mismo, mañana tendré ampollas.Maneja sin pronunciar una sola palabra, y aprovecho el tiempo para mirarlo, físicamente no ha cambiado tanto…Esta un poco mas grade y ancho de espaldas, pero sigue teniendo el rostro lindo y la piel suave…Lo único que luce diferente es que tiene el ceño fruncido de forma perenne como si estuviese molesto.Apenas llego al restaurante con el sé que debe costar un ojo de la cara, enseguida nos recibe una persona le da la bienvenida —Buenas tardes señor ¿la mesa de siempre?——Si por favor. — Responde y y
—Lo mismo pienso, si piensas en alguien cuadrado sale su foto. — Dice mi pequeña hermana molesta.— ¿Quién te enseño esa frase?, cuando usted crezca puede comer lo que usted le dé la gana, pero mientras sea mi responsabilidad, te voy a cuidar aunque no lo entiendas. —Le respondo seria.— ¿Qué sucede?— Pregunta Marie, que es la única conocida que no sé porque le dije que ella era mi hermanita, debe haber sido el agotamiento de ese día cuando la conocí.—Adele, no me quiso comprar helado hoy— Le dice Alexa.—.Si quieres ser un mujer bella y sana como tu hermana, debes seguir sus consejos, viste va a ser famosa como modelo. — Le dice ella y yo niego.—Ella ni siquiera le gusta ser delgada. — Dice Alexa que me conoce bien.—Solo no voy a desperdiciar la oportunidad por ahora, porque yo quiero otras cosas. — Le explico a las dos, que no están muy de acuerdo con mi forma de pensar.—Debo buscar una niñera para Alexa, los horarios de la asistente del CEO son una locura total. — Digo en oz al
Adele Smith—El costo de el almuerzo de ayer ya está en su cuenta señor. — Informo dejándolo con la boca abierta y salgo sin darle tiempo de gritarme, las cosas no siempre se van a hacer a su manera.Salgo de la oficina algo perdida camino hacia afuera y está saliendo un chico, de un servicio de entregas a traer un paquete.—Hola necesito un favor. — Le digo con las manos juntas.—Claro preciosa el que tú quieras. — Me dice sonriendo ampliamente— ¿Dónde queda el restaurante Papaya?——A quince minutos de aquí en moto, si quieres te llevo en mi moto. — Me responde atrevido.—Si no es mucha molestia. — Le respondo, me subo a la moto y el chico maneja a toda velocidad a buscar la comida del señor que no le dio la gana de comprarla en algún restaurante cercano ¡está loco!Me encanta la velocidad, mi cabello está en todas direcciones, sonrió sé que no pasara nada ya que tengo el cabello extremadamente liso.—Es aquí ¿te espero? Soy Orlando por cierto. — Me dice él extendiéndome su mana, me
Adele Smith —Preciosa no sabes lo perseverante que soy cuando alguien me importa, seré el perro más fiel de todos. — Me dice él, mientras, literalmente me trago la comida para continuar trabajando. —Te traje tu chaqueta, muchas gracias por habérmela prestado. — Le digo con la boca llena. — ¿Tienes hambre?— Me pregunta al verme devorar la comida, esta deliciosa. —Como no tienes idea casi no desayune. — Le respondo —No es fácil, ser la asistente de presidencia, ¿Sabes que hoy hay una apuesta para determinar el tiempo que vas a durar?— Me pregunta el escribiendo un lote de los documentos que se ofreció a ayudarme a escribir, se sentó a hacerlo frente a mí. —Unos dicen que no lograras llegar a la semana, Nicolás no es fácil y tú no estás preparada. — Me dice él. —Me iré cuando yo lo decida. — Digo determinada. —Te confieso que yo fui el que te dio más tiempo, y dije que duraras un mes. — Me dice dejándome con la boca abierta. — ¿De cuánto estamos hablando exactamente?— Pregunto co
Adele Smith Al dia siguiente, busco nuevamente al estupido de Daniel, el tiene que ayudarme a entrar a esa apuesta no he logrado concretar nada —Necesito hablar con ustedes no me subestimen, no soy solo una cara bonita, si no tengo un titulo como ustedes es porque no tuve una oportunidad antes.—Le digo a él delante de otras personas todos quedan con los ojos desorbitados no esperaban un movimiento asi de mi parte. —Puedo ver que eres una mujer impulsiva, y haces cosas de las que después te puedes arrepentir, no puedes decir que no tuviste oportunidad, porque salir embarazada fue tu decisión— Me dice él, juzgándome como todos. —Gracias por intentar ayudarme, puedo sola, tú no tienes idea de quién soy yo, para estar opinando tan alegremente. — Le respondo —Nena, no tienes que molestarte, ¿acaso no es verdad lo que acabo de decirte?— Cuestiona poniéndose de pie. —No, pero yo no te lo voy a explicar. — Le respondo. —No deberías ser tan soberbia, estoy solo intentado ayudarte. — Me
Adele Smith Repito mi rutina de todos los días, me levanto temprano, hago el desayuno, mientras Alexa se arregla, hablamos de todo y de nada mientras lo hacemos, hoy va a tener clases de canto en el colegio y está contenta, ella tiene una linda voz a diferencia de mí. Todos tenemos talentos ocultos que ni siquiera sabemos que tiene, siempre he soñado con que sea doctora, creo que a su edad todas soñamos con ser doctoras, para cuidar a los demás. Yo pase por varias etapas y varios sueños, hasta quise ser maestra de niños cuando tenía diez años, pero a los doce me definí por negocios, a los diecisiete años mis sueños se rompieron con la muerte de mi papá, pero hoy la vida me sonríe de nuevo y no voy a perder una oportunidad. Hoy no me siento al cien, tengo el periodo y me salió un grano enorme en la frente que no me doy mala vida por ocultar, generalmente mi piel es linda, pero con el periodo me sale siempre un grano de acné. Cada día Alexa es mas extrovertida, cuando me retiro del
Adele Smith—No tienen idea con quien se metieron. —Dice él entre dientes.— ¿Por qué los diecisiete?— Cuestiono.—Es alguien de mi confianza, que conoce bien mis pasos y sabe que el diecisiete no estoy acá. —Suelta pensativo mas para el que para mí, me como las uñas, no conozco a nadie aquí y no tengo idea de quien podría ser el ladrón, pero por la cara de mi jefe el ya tiene una lista reducida de los sospechosos.—No debes comentar, esto que descubriste a nadie, no podemos alertarlos, te vamos a tender una trampa. — Me dice viéndome a la cara.—Okey. — Respondo asintiendo emocionada, me encanta el misterio.El monto de lo robado es siempre el mismo, y no es una cantidad despreciable, ¿Quién sabe desde cuando actúan de la misma forma?—Vamos a revisar ¿desde cuándo ocurre esto?— Me dice sentándose a mi lado, quitándose la chaqueta y la corbata, para estar un poco más cómodo, no tiene idea de lo mucho que me perturba su cercanía, su olor invade mis fosas nasales y me pone nerviosa. I
Adele Smith —Te pagare bien. — Me promete y mi mente calculadora hace clic, estamos hablando el mismo idioma ahora. — ¿Cuánto es bien para usted?— Cuestiono seria, yo no soy la madre Teresa de Calcuta, por dinero soy capaz de muchas cosas. — Pienso — ¿Te gusta el dinero Smith?— Me pregunta viéndome con una sonrisa. — ¿A quién no le gusta el dinero? Soluciona muchas cosas y es la única forma que tengo de cambiar mi vida. —Respondo sincera. —Necesito que seas mi novia falsa por un mes. — Me dice él. —Las relaciones están prohibidas por mi jefe, es un poco tonto piensa que por un novio voy a descuidar mi trabajo. — Le respondo como si estuviese hablando de él, con otra persona... —No seas tonta Smith, las reglas continúan, solo necesito que finjas ser mi novia, será por poco tiempo y en ese tiempo puedes darte una vida de lujos. — Me dice él. —Busque otra persona, sus lujos no me llaman la atención, soy una campesina, mis gustos son cuestionables. — Le respondo para que me deje en