Igual que un felino, el moreno se deslizaba a través de la cama.
El castaño le observaba atentamente, sentado, descubierto de los pies a la cabeza y aguardando a que éste se le pusiera a tiro.
Ninguno apartaba los ojos del contrario sino que se mantenían la mirada.
-Ven aquí- mandó el castaño entre autoritario y dulzón.
El pelinegro sonrió travieso al mismo tiempo que mordiéndose el labio inferior negó sutilmente con la cabeza.
-Nene, ven aquí- volvió a m****r también sonriendo el mayor.
-A-ha- de forma juguetona, el moreno se inclinó tocando con su pecho el lecho y elevando el trasero.
Retaba al castaño con los ojos.
-Si no vienes voy a castigarte muy severamente- advirtió el mayor sin borrar su sonrisa.
Estirando las manos, el joven acarició las piernas de éste.
-Castigueme, mi señor- contestó con voz pícara.
En el acto, el castaño atrapó las manos del moreno y tirando de ellas se lo sentó en el regazo haciendo que ambos sexos se tocaran.
Manteniéndole las manos sujetas y presas contra la espalda, arrimó su boca a la del azabache con la clara intención de besarle pero entonces...
Éste esquivó sus labios.
Atrayéndoselo aún más hacia sí, el castaño aseveró con ternura:
-No me retes, nene-
Inclinando su rostro hacia el suyo, el moreno susurró:
-Azoteme...mi señor-
-¿Qué has hecho para quererlo?- preguntó el mayor sin soltar sus manos inmovilizadas contra su espalda.
-Ummm, le di cien dólares a Dave- respondió el moreno haciendo ver que pensaba y con una risita un tanto picaresca.
-¿Otra vez?- inquirió con tono aburrido el castaño.
-Quería comprarse un conjunto de pantalón y camisa que vio el otro día y... aún no le han ingresado la beca- explicó el joven.
-No voy a castigarte por coger dinero que es de los dos, nene- tras decir ésto se lanzó hacia su boca pero el moreno volvió a esquivarla, entre risas.
-Derek, empiezo a sopesar lo de castigarte- repuso bromista el otro.
Bien sabía que lo hacía a caso hecho.
Después de lo ocurrido y de dos años, Mitch había conseguido que el joven aprendiera lo que de verdad "ese mundo".
Ahora, Derek era todo un pillo.
Buscaba retarlo como fuera para conseguir lo que quería.
Placer.
Y a Mitch le encantaba que fuera tan travieso.
Seguía manteniendo su carácter inocente, dulce y candoroso...
Pero cuando estaban solos, como en ese momento, el candor y la inocencia desaparecían para dar paso a todo un maestro del arte de la seducción.
De solo azotes y mordiscos pasaron a usar casi todos los objetos que Mitchell tenía en el "cuarto".
Y por petición de Derek.
El sumiso que había sido, asustado, horrorizado y muerto de miedo por tales objetos desapareció convirtiéndose en todo un perfecto sumiso.
Había recuperado el carácter que le anulara el cabrón de Gerry y todos sus amiguitos.
Impulsandose hacia delante y oyendole dar una exclamación de asombro, Mitch lo placó contra el colchón y bajo su cuerpo.
Derek elevó las piernas para cerrarlas alrededor de la cintura del castaño haciendo así que sus erecciones se presionaran aún más entre ellas.
-Follame, Mitch- rogó el moreno.
Mitch lo obligó a girarse para colocarlo sobre sus manos y rodillas.
Enderezándose él sobre las suyas, dio un golpe suave con una mano en una de sus nalgas ganándose oír un jadeo por su parte.
-Separa las piernas- ordenó estricto pero con cariño.
Derek no obedeció enseguida por lo que se ganó otro azote en el glúteo contrario.
Gimió.
-He dicho que separes las piernas- ordenó Mitch.
Ésta vez sí que obedeció y las separó.
Notó cómo el castaño se posicionó entre ellas y sintió la cima de su miembro pasearse por su entrada.
-Hoy llegaré un poco más tarde- dijo Mitch paseando las manos por las caderas del azabache.
-¿Mucho? ¡Oooh Dios!- exclamó al sentir su embiste.
Pudo notar cómo le aferró de la cintura con una mano mientras que recibió una caricia por su trasero con la otra.
-No sé cuánto durará la reunión esa- respondió Mitch -Por cierto, hoy no hay orgasmo-
Derek se contrarió y giró la cabeza por encima de su hombro.
-¿Por qué no?-
El castaño le obsequió con una primera embestida arrancandole un gemido.
-Ya van dos mañanas que me esquivas la boca- dio como explicación
-¿Y...después...¡¡Oooh!!- volvió a gemir al recibir un segundo embiste un poco más fuerte que el primero.
-Cuando venga iremos a jugar- repuso Mitch.
Y asestó un tercer embiste provocando que Derek jadeara.
Notó cómo se inclinaba sobre él y rodeandole por la cintura aproximó su boca a uno de sus oídos.
-¿Te hago daño?-
Derek sonrió.
Seguía igual.
Preocupándose por su bienestar y cuerpo.
Girando el rostro los ojos de ambos se encontraron.
Jade y dorado.
-No, mi señor-
Una mano de Mitch deslizó hacia una de sus nalgas...
Y atizó una cachetada.
-¡Mitch!- jadeó Derek.
De inmediato, las embestidas se volvieron salvajes, profundas y violentas.
Los dos gemían a dúo meciéndose juntos, sintiendo la piel del contrario contra la suya.
-Mitch, Mitch, oooh, oooh, me...me...me corro, me corro- avisó el moreno.
Rápidamente, el castaño pinzó la cima de su pene impidiendoselo.
-Ahora no, ahora no te vas a correr- musitó cerca de su oído Mitch.
Sin parar de embestirlo, buscó en la mesilla el aro.
Viéndolo, obligó a Derek a moverse sin dejar de empotrarle hacia ésta, agarró el aro y con un rápido movimiento se lo colocó en la base del pene, justo cuando él sintió que iba a eyacular.
Acelerando las arremetidas reventó en su interior.
Fue aminorando la marcha hasta que terminando por detenerse se salió de él.
Derek se dejó caer sobre el lecho bocabajo y mirándolo levantarse.
-Dave me ha dicho que no encuentra ninguno- empezó a decir.
Mitchell se puso unos calzoncillos y se giró a éste.
-¿Hoy has quedado con él?- preguntó.
-No, mañana tenía un parcial-
Derek rodó terminando por quedar bocarriba y mostrando su insatisfecha erección.
Mitch regresó a la cama y se sentó a su lado.
-¿Te aprieta?- se interesó señalando el aro.
Derek le miró de nuevo.
-No- contestó sonriendo.
El castaño se inclinó hacia su boca y le besó dulcemente.
-Cuando regrese te lo quitaré- prometió paseando su mano por el vientre del joven y bajando hacia su pubis.
Derek asintió con la cabeza sin borrar su sonrisa.
-Ni se te ocurra quitártelo o te azotaré- avisó Mitch.
Luego se levantó de la cama y se metió en el baño para darse una ducha.
Apenas lo hizo escuchó preguntar a Derek:
-¿Látigo o fusta?-
Riendo para sí, Mitchell contestó:
-Latigo y...de tres lenguas-
Descorriendo la mampara y metiéndose oyó el sonido del aro desprenderse y caer al suelo.
-Ok, nene tira para el cuarto- mandó antes de cerrar la mampara.
Y Derek echó a correr hacia la "habitación".
-¿Mitch, por qué no soy como tú?-El castaño mayor miró a su hermanito.El pequeño, de pie junto a la puerta de su habitación, con su pijamita de Spiderman, un lobito de peluche en una manita y los ojitos tristes, miraba a su hermano.-¿Por qué dices eso peque?- preguntó un Mitch de trece años.El pequeño, de tan solo tres años pero con un vocabulario más extenso que el de cualquier adulto y más inteligente, caminó hacia él.-Yo...yo no tengo...- el menor bajó el rostro -No tengo colita, Mitch-Mitchell supo porqué lo decía.-¿Y eso qué peque?-El niño alzó la vista...Y entonces su hermano lo vio.Vio cómo caían las lágrimas de sus bonitos ojos.-David, ¿Por qué...por qué lloras?- Mitch dejó e
-Ey- saludó el rubio acompañado por un moreno.-Ey- devolvió el castaño el saludo.Tomando asiento a su lado, el rubio se retiró con la silla para dejar al moreno que lo hiciera en uno de sus muslos.-¿Te crees que si me siento encima tuya no me dolerá?- achacó el moreno.El rubio rodó los ojos al mismo tiempo que dejaba oír un suspiro.-Perdóname lindura- se disculpó.El pelinegro negó con la cabeza.Con cuidado se sentó en su muslo.Siseó un pelín pero pudo permanecer sentado.El castaño les miraba boquiabierto.-¿Qué le has...hecho?- inquirió.La pareja se miró entre ellos para después hacerlo a su amigo.-A éste, que se le fue la mano- señaló el moreno al rubio.-Lo siento, lo siento, lo siento- se disculpaba una y ot
-¡MITCH, NO SIGAS!-El moreno, entre risas, huía del castaño quien iba con toda la intención de atraparlo.-¡Ven aquí ahora mismo!- se carcajeaba Mitch corriendo por todo el salón.Como niños, los dos jugaban al pilla-pilla hasta que por fin, Mitch logró darle alcance...Y lo atrapó entre sus brazos enredandolos alrededor de su cintura.-Me has hecho la cobra cuando iba a darte un beso, nene- susurró el castaño bien próximo uno de sus oídos.Sin soltarlo y notando las manos del joven entrelazadas en las suyas, caminaban como los patos hacia la cocina.-Era una broma- dijo sonriendo Derek y giró la cabeza para mirarle.-Te estás volviendo muy bromista tú- rezumó Mitch.No le molestaba.Al contrario.Le encantaba que hubiera cambiado tanto.Ahora tenía confianza en sí
Cómo un pedazo de carne.Así estaba Derek.Con los brazos apuntando hacia arriba y completamente expuesto a los ojos del castaño quien únicamente con los calzoncillos negros que solía usar para sus “sesiones” no le quitaba la vista de encima.Caminaba en círculos.Alrededor del moreno.En su diestra sostenía una fusta la cual no perdía de vista Derek.-¿Impaciente?- rezongó Mitch viendo subir y bajar el pecho del moreno.Éste se atrevió a mirarle directamente.-Mucho señor-Mitchell se detuvo a sus espaldas.Despacio, deslizó la punta de la fusta de arriba abajo…Y acarició la línea de separación entre los glúteos de Derek.Éste sintió un agradable cosquilleo al notarla por aquella zona para dejar de sentirla.De pronto, sin esperarlo&he
-Ryan, eeh Ryan--¡Que no voy y punto!- decretó el castaño claro.Gideon consiguió apresarlo entre sus brazos.Acomodando el rostro en el hueco entre su cuello y hombro, Gideon musitó:-Chiqui, solo será una fiesta de protocolo-Ryan agarró de sus manos al mayor.-Dejalo-Gideon tragó saliva.-Qué-Ryan se giró entre sus brazos para quedar cara a cara con él.-Dejalo Gid- repitió -No...no necesitas estar...ahí-Gideon le miró.-Hacemos lo que te gusta, soy todo tuyo, no necesitas estar ahí- dijo Ryan asiéndole de la cara.Gideon entrelazó sus dedos con los suyos y besó sus manos.-Vayamos éste fin de semana a esa fiesta y...hablaré con los otros Mayores--¿Me lo prometes?-Gideon asintió con la cabeza a la vez que dijo:
Dave miraba de reojo a sus dos amigos.Éstos, sin ningún tipo de vergüenza se comían los morros amén de que Ian no dejaba de magrear el culo de Mel.-¿Vais a dejar de daros el lote delante de mí, par de salidos?- increpó entre risas Dave.Al mismo tiempo, la pareja giró el rostro hacia él.-Si te damos celos mira para otro lado- repuso Ian.-Si es que no paráis- se burló Dave.-Envidiosoooo- canturreó Mel echando el rostro en el hombro del rubio.Dave le enseñó el dedo del medio en un claro signo de corte de manga para cogiendo el vaso con la otra mano empinarselo a los labios.Justo cuando se disponía a beber vio, a través del cristal del vaso al moreno del jueves.Éste iba con Haley y dos jóvenes más.Un chico y una chica.Dave soltó el vaso, miró a sus do
-Dios…Dios mío- suspiró Ian.Permanecía abrazando al moreno quien, al igual que él, se recuperaba de tan intenso e increíble acto.-Mel- llamó el rubio con el rostro presionado al pecho desnudo del moreno.-A…ajá--Me…me he corrido…lo hemos hecho sin condón…¿Qué vamos a…-Mel le hizo callar besando sus labios.Poco a poco, se fue despegando aunque solo unos escasos milímetros.-Estamos a las puertas de terminar la carrera- empezó a decir mientras jugaba con el pelo del rubio.-Sí ¿Y?- se extrañó Ian.-Que…no me importaría si…pasara-dijo Mel con una sonrisa en los labios.Ian se quedó atónito para de repente atacar su boca susurrando:-Entonces vamos a por ese hijo--¡¡Que quééé!! &i
Apenas si llegaron a la residencia de estudiantes, volvían a estar enganchados por sus bocas.Cómo Mark no compartía habitación, allá que se fueron a la suya.Como dos animales en celo, los dos irrumpieron en el dormitorio del moreno.Mark ni se le dio tiempo a echar la luz pues Dave lo empujaba hacia la cama al mismo tiempo que le despojaba de la cazadora.Ésta aterrizó a los pies de Mark quien estaba a punto de sufrir un colapso cerebral gracias a los magníficos besos que el castaño le obsequiaba.Aterrizó con la espalda en la cama y con Dave encima, comiéndose su boca.-Por Dios, dime qué eres activo- suspiró el castaño apartando la camisa del moreno y abalanzandose a uno de sus pezones.-¡Sí, sí!- exclamó preso de deseo Mark sintiendo la más que experta lengua y boca del castaño jugando con sus