32 “El Cambio de Nombres” (Un mes después)CAMIL DE LA FUENTE La lluvia no deja de caer torrencialmente, empapando la avenida, y nublando la vista del tráfico. Emira no deja de asomarse por la ventana, para ver que su padre llegue de una buena vez. No es que esté atrasado, pero ella está demasiado ansionsa.El día es bastante gris desde que amaneció, y lo sé porque mi hija se despertó a las seis en punto de la mañana. Si tuviera que ir al colegio hubiera remoloneado como de costumbre… pero hoy no. ¡Hoy es diferente!Ella no entiende la verdadera connotacion de lo que ocurrirá hoy, pero le sonó sumemente importante. Eso, sumado que tiene que ver directamente con su padre… bueno eso lo hace importante sin necesidad de saber nada más.Hoy después de varias conversaciones previas y muchas tasas de café, por fin iremos los tres juntos a cambiar los apellidos de la niña e incluir el apellido Aray en el nombre de Emira, eso además de que a partir de hoy ya aparecerá el nombre de Fari
33 “No me iré sin despedirme”CAMIL DE LA FUENTE Veinte minutos más tarde de haber llegado, ya todo el papeleo estaba listo. «Emira Aray De La Fuente…» se leía por todas partes y mi mente divagaba por haber llegado finalmente a eso, mi mayor miedo se había convertido en realidad, y después de todo me lo estaba tomando muy bien. —¡Como siempre debió haber sido!— susurró Farid mirando el nombre de la niña, como si pudiera leer mi mente. Estaba tratando de sacarme de mis casillas abiertamente, lo que no sabía es que yo tenía un doctorado en paciencia al llevar seis largos años criando a un terremoto sola. Esperamos, firmamos todos los documentos y recogimos una copia, para salir de aquella oficina. Salimos a la calle y Emira no dejaba de hablar como una lora drogada, y su padre solo seguía animándola a hablar más. La lluvia siguió cayendo torrencialmente; y salimos de allí bajo las inmensas gotas. Llegar a la camioneta fue casi una odisea, a pesar de que Farid la pegó lo más q
34 “Un Hombre para no jugar”FARID ARAYSi algo había sabido siempre, es que Camil del La Fuente era una mujer realmente hermosa, la más hermosa de todas las que había conocido, o al menos eso pensaba yo. Su juventud, su carisma, su energía absolutamente arrolladora que me dejaba sin habla cuando ella entraba a la misma habitación que yo.Sabía que ella me superaría, si es que le había llegado a tocar hebras profundas de su ser, solo que cuando se fue mi primer pensamiento fue que ella había jugado conmigo, y que las noches de pasión en la que le había abierto mi corazón para ella no había significado nada.No fue difícil saber todo lo que había hecho en Arabia a mis espaldas, no fue difícil descubrir que había tratado de instaurar una demanda de acoso en mi contra, que las autoridades por su puesto desestimaron.Por desgracia para ella en mi país muy pocas personas se atreven a desafiar abiertamente a un Jeque y mucho menos si es una mujer quien pone la querella. Así que su palabra n
35 “Mar en Calma”CAMIL DE LA FUENTEAquel brindis con un Moet Chandon Ice Imperial era más que una simple formalidad disfrazada, era una clara invitación a una guerra. Era el fin de una tregua que nos habíamos impuesto desde el día que el conoció a su hija, desde el día que se lo presente como su padre.Una guerra contra Farid, era una perdida antes de empezar, yo ni siquiera podía anestesiar a mi corazón. Me era imposible no perderme en la intensidad abrumadora de aquellos ojos verdes, que eran como una maldición sobre mis sentidos.—¿En qué estás pensando? —pregunté temiendo su respuesta al analizar su expresión seria, a penas me miraba, pero aun así me daba miedo lo que pasaba por su cabeza. Quizás no valore los peligros de intentar darle celos a ese hombre.—¡En ti!— respondió con sinceridad. —En ti y en el futuro…Emira regreso a la sala de pronto interrumpiendo aquel momento tan cargado de tensión. Farid dejo su copa sobre una repisa y camino al gabinete, allí tomo un estuche d
36 “Villana a La Vista”CAMIL DE LA FUENTE—¿Mamá? —repito otra vez, al no llegar escuchar completamente aquella voz tan tristemente conocida al otro lado de la línea. —¿Estas bien? ¿Por qué estas llorando? —pregunté sin poder evitar el preocuparme.Hace mas de cinco años que no hablo con mi madre, y todo después que me grito que me olvidara de ella, que ella se olvidaría de que se tomo la molestia de traerme al mundo para que fuera una total malagradecida. Aquellas palabras aún lastiman y laceran como si las hubiese acabado de soltar, por eso estoy totalmente en shock d e escuchar su voz…Eso sin contar que también se metió con lo más preciado para mi: Emira.Mara De la Fuente se negó a conocer a su nieta como suya, por culpa de mi niña según ella yo había tirado mis sueños a la basura.«Sus sueños y no los míos fueron los que se fueron por el desagüe».Yo no deseaba ser modelo, ni seguir con la vida vacía que estaba llevando; pero eso solo lo descubrí una vez que tuve el corazón
37 “Eres un arrogante ”CAMIL DE LA FUENTENo súpe cómo reaccionar a su contacto, aunque el sentido de su frase hablaba de darme espacio, todo él se pegaba a mi de manera que su fuego comenzaba a alcanzarme. Apoyé mi mano sobre su pecho para mantener una distancia prudencial, tarde me di cuenta que ese sencillo gesto no había sido el más aceptado. Tan pronto como mi mano toco su pectoral, este se contrajo como si lo hubiera acariciado con el mero toque. Mojé mis labios labios inconscientemente al sentir sus duros músculos bajo mi toque, y mi expresión no le pasó inarvertida al jeque.—Farid… sé lo que estás pensando ahora mismo… y mejor dejar las cosas así— logré articular visiblemente afectada por su cercanía.—¡No!— expresó con esa fuerza que lo caracterizaba. Esa que me hacía temblar hasta los cabellos.—¿Qué no dejemos las cosas así?— pregunté totalmente perdida. Me costaba pensar cuando lo tenía tan cerca. Él negó con la cabeza demasiado divertido y usando toda esa bruma sensua
38 "¡Quédate!"FARID ARAYLo que empezó como una tormenta normal se convirtió en todo un torrencial que no daba señas de cesar.Después de analizar las enrevesadas condiciones climáticas, me parecía que lo más inteligente sería permanecer en aquella casa, aunque Camil parecía ansiosa por marcharse lo antes posible. Ese acercamiento entre nosotros la había puesto demasiado nerviosa y no la culpaba por quererse alejar. Lo que no acababa de entender es porque la vida de los adultos tiene que ser tan jodidamente complicada.—No es buena idea que se marchen bajo esta lluvia—sugerí mientras que ella sentada en un sillón trataba de reincorporarse con Emira dormida sobre su pecho.—Ven déjame ayudarte— ofrecí caminando al sillón para tomar a la niña en mis brazos, y listo para subir para la habitación que había preparado para ella.—Farid no es prudente que me quede aquí… contigo… a solas…Sonreí con nuestra hija en brazos y negué con la cabeza. Tenía a una niña bastante «oportuna» en braz
39 “Te gusta demasiado el peligro”FARID ARAY—¡Quédate Camil! ¡Quédate que las noches sin ti ya me duelen!Ella dudo pero finalmente saco fuerzas no se de donde para responder.—Farid dejemos las cosas como están… solo conseguiremos lastimarnos y hacernos mucho más del daño que ya nos hemos hecho.—¡No creo que nada de lo que ocurra esta noche pueda doler más que tantos años de ausencia sin una sola explicación, Camil!—¡Tú sabes por qué me fui! —pronunció pero esta vez mirándome con seguridad—Me fui porque nunca sería más para ti que un revolcón.—¡Eso ya no lo vamos a saber verdad! En aquella mañana regresé dispuesto a ofrecerte el mundo y tú no estabas…—Y aqui estamos otra vez, creyendo que con un revolcón las cosas cambiarán por arte de magia.Un relámpago entrando por la ventana la obligó a callar.—¡Ves! Hasta el cielo se da cuenta que no hay nada de malo en que pasemos la noche juntos.—¡Eres un cínico de lo peor!— contraatacó ella con esa mirada furiosa, que hoy sólo lo