“Hay momentos en la vida en los que todo hace clic, y temes haber olvidado algo o cometido un error. Y, a cuando miras hacia atrás, es imposible cambiar las consecuencias de tus actos” Milo— Necesito que me ayudes — Julián entra a la sala de descanso como una estampida de caballos, está muy ansioso, mientras yo estoy tomando un café, tengo la última consulta en cinco minutos y luego podré irme a descansar, llevo más de dieciocho horas trabajando, pues tuve que hacer un turno en el hospital y tender dos partos para luego venir a la clínica.— Julián, hoy no existo. Búscate a otro — La cabeza empieza a dolerme y no he dormido muy bien esta última semana, en el poco tiempo libre que me ha quedado me he pasado buscando a Awa en las redes sociales.A la mañana siguiente de nuestro breve encuentro, Awa se despertó, revisó su teléfono y a
Observo al hombre que la acompaña, su esposo ¿Este hombre es gay? Tal vez sea bisexual ¿Lo sabrá ella?No puedo creer en mi suerte, no tuve tiempo de revisar mi teléfono, así que no he visto sus notificaciones ¡Me lleva! ¿En serio tengo que fertilizar a la mujer que me tiene idiotizado?Los observo y no logro comprender lo que sucede con estos dos ¿Tienen una relación liberal? O ¿yo sería algo así como su amante y Julián el amante de su esposo?— ¿Ustedes se conocen? — Nos pregunta el rubio que para completar es bastante apuesto.— Es el ginecólogo de Iván, bueno de su esposa — Contesta rápidamente.— ¿Lo estás acosando? — Le pregunta el señor Gillard, he olvidado su nombre.— ¿Yo? Pero si eres tú el que casi se come con los ojos al otro ginecólogo, que de paso ¿Dónde está? — Awa se encuentra en bata, al parecer las enfermeras la han dejado lista para llevar a cabo el procedimiento, que no toma mucho tiempo.— Tuvo una urgencia, les presenta sus disculpas — me dispongo a hacer la tran
“Hay un momento en la vida en el que te das cuenta de la realidad y que lo que has pensado, anhelado y deseado durante mucho tiempo, ahora se ha hecho realidad, es parte de tu vida y no hay marcha atrás. En ese momento… Eres consciente de que no puedes arrepentirte y de que pase lo que pase debes continuar y entonces… GRITAS” Awa— Felicitaciones, van a ser padres muy pronto — ¿Han jugado alguna vez ajedrez?Los que lo han hecho van a comprenderme, porque en este momento me siento como en una partida de ajedrez, cuando es tu turno y lo piensas mucho y haces la jugada, pero en el momento en el que mueves la ficha, sabes que vas a arrepentirte y que acabas de cometer una estupidez, a pesar de que hayas deseado hacer esa jugada porque la considerabas la mejor y de pronto, te encuentras en Jaque y ya no puedes dar marcha atrás.¡
"Si golpeas al hombre que es tu esposo ante la ley y la humanidad, ¿se considera como violencia familiar?... Creo que tendré que preguntarle a mi madre como hace para soportar a mi padre sin tocarle un solo pelo, porque la mayor parte del tiempo, quisiera golpear a Vico una y otra vez... Y de nuevo, otra y otra vez, pero recuerdo lo sensible que es y que tendré que soportar sus llantos y quejas durante días y se me pasa. Además de que no quiero volver a ser detenida, ¡Por supuesto!" AwaSigo caminando como si no lo hubiese escuchado, tengo ganas de correr, pero sé que si lo hago pensará que estoy escapando ¿Y a quién le importa? Empiezo a correr de nuevo recogiendo el encaje roto de mi falda, me inclino y me quito los zapatos, necesito salir de aquí. Abro la puerta de la clínica y me reci
“A veces quisieras tener la excusa de la inconsciencia o el desconocimiento para no ser el responsable de cambios radicales, que no solo afectan tu vida, sino también, la de otras personas a tu alrededor, incluso, personas cercanas a ti… Quisieras esconderte como el avestruz y dejar que los problemas se resuelvan solos, el verdadero problema radica en que… solo tú puedes resolverlo” MiloEsto es una locura. Julián logró convencer al señor Gaillard de que no esperaban gemelos, por lo menos que no lo sabíamos y además le dijo que yo me había confundido de paciente ¡Como si eso fuera posible! Y me quedé ahí de pie, mirando cómo se desarrollaban las cosas e inquieto por la mirada penetrante de Awa. Al final, ella aceptó irse con su esposo, mientras yo solo quería tomarla de la mano y reclamarla como mía, decirle a ese idiota infi
— No, Vico salió primero y luego lo hice yo y en ese momento vi a Lara, la saludé con mucha naturalidad y ella solo me dijo que estaba un poco despeinado y que tuviera cuidado la próxima vez, pero…— ¿Qué diablos, Julián? ¿Acaso eres un puto adolescente? — Levanto la voz.“Milo, ¿cómo estás? Me extrañaba no tener noticias tuyas — La sangre me hierve al escuchar a Lara por teléfono, al menos se ha dignado a contestarme la llamada. No puedo soportarla, su voz me irrita.— ¿Por qué lo hiciste? — No voy a irme por las ramas.“Porque eres un imbécil. Te lo merecías” — Escucho su risa y en seguida quisiera poder llegar hasta donde está y estrangularla.— ¿Eres consciente del puto problema en el que me has metido? — Grito.He perdido por completo la paciencia, tengo que controlarme.“¿Vas a ser padre? Uff, lo siento. Pensé que no funcionaría, las estadísticas me generaron un poco de duda” — Vuelve a reírse — “Deberías agradecerme, dicen que ser padre es lo mejor del mundo ¡Felicitaciones!” —
“¿Acaso el embarazo produce alguna especie de alucinación o paranoia? Porque podría jurar que alguien está acosándome ¿Es que una acosadora se puede convertir en la acosada? ¡NO! Tacho eso. No soy una acosadora, nunca lo he sido, así en la estación de policía digan lo contrario. Lo que sí podría jurar, es que alguien me acosa” Awa— ¿Qué está haciendo? — Pregunta Aisha. Mi hermana menor, sentándose a mi lado y tomándose mi malteada de frutos rojos.— Ey, cómprate la tuya que tengo que comer por dos — Le digo y Litia de inmediato deja de tomar de su copa de vino y Aisha devuelve el contenido de la malteada que acaba de robarme¡Qué asco! Creo que voy a vomitar.— No te he visto durante tres semanas y me acerco a la mesa y estás mirando a tu alrededor como si estuvieras loca o paranoica ¿y luego nos dices que debes comer por dos? —
— Acabas de matarlo, Litia ¿y ya viste lo bueno que está? — Aisha señala a Milo y luego se muerde los labios ¿Qué diablos? — ¿Eres soltero? — Mi hermana menor está coqueteándole al ginecólogo que me hizo la fertilización y con el que he tenido un pequeño desliz días antes de hacérmela ¡El mundo está patas arriba!— ¿Qué edad tienes? — Pregunta Milo, al parecer interesado ¿En serio?— Diecinueve — Contesta Aisha de inmediato y sonríe con sensualidad. Observo como la herida de Milo en el brazo sangra menos, pero me gustaría presionarla para que le duela y vuelva a sangrar. Milo toma una servilleta de tela y la presiona contra la herida.— No salgo con menores de edad, lo siento — Le responde y Aisha abre los ojos, indignada.— Soy mayor de edad — Responde muy seria y cruza los brazos.— En algunos países no lo eres, así que, para mí, eso cuenta — Le dice y se vuelve a mirarme — Deberías comer un poco más ¿Estás tomando tus vitaminas? — Termina dicien