Respire profundo cuando llegue a casa, tenia tantos sentimientos encontrados en estos momentos, estaba tan ansiosa.Toque la puerta y espere a que alguien abriera, me limpie las palmas de las manos en la falda del vestido, ya que estaba sudando bastante feo.La puerta se abrió poco a poco, la cabeza blanca de mi abuelo se asomo, él al verme abrió la puerta de par a par y salió casi corriendo, yo abrí los brazos para abrazarlo.— Lore, cuanta falta me haces pequeña — Me dijo él llorando.Yo lo apreté más a mi, quería estar así con él por más tiempo.— Entremos — Le pedí a mi abuelo.Él se separó y asintio con la cabeza.Mi abuelo y yo entramos a la casa, yo me senté en el sofá desgastado que estaba allí y mire a mi abuelo, que me estaba mirando un poco extraño.— ¿Pasa algo? — Le pregunté.— Te ves tan hermosa — Yo le sonreí.— ¿Como estás tú? quiero saber cómo va el tratamiento — Le pregunté.Mi abuelo agachó la cabeza de inmediato.Yo me levanté del sofá y camine a él.— ¿que pasa? —
Me detuve frente a las puertas del enorme casino, tenía miedo de entrar, estaba segura que Donovan se burlaría de mi, me diría a la cara lo tonta que he sido por querer ayudar a un hombre que no vale la pena.Me limpie las lágrimas de los ojos y subí los peldaños que me faltaban para entrar al casino.Las personas que se cruzaban en mi camino, me miraban y murmuraban, después simplemente se alejaban, yo fui al ascensor que llevaba a la habitación de Donovan, tal vez si tengo algo de suerte él no esté allí.Cuando entre a la habitación, Donovan estaba sentado concentrado leyendo algo en su computador portátil.— Pensé que no ibas a llegar, ¿que carajo te tomo tanto tiempo? — Me preguntó sin apartar la vista de la pantalla.— Lo siento — Le dije, intentando no quebrar la voz .Donovan me miró, por una fracción de segundo pude ver preocupación en sus ojos.Él se levantó y camino lentamente a mi, ahueco mi cara entre sus manos he hizo que lo mirara.— ¿Que carajos te paso? — Me preguntó.Y
Mire por el retrovisor del coche, Lorena estaba medio hechada sobre su abuelo, ella estaba llorando, podía ver si desesperación y tristeza.— Ve más rápido por favor — me pidió ella entre lágrimas.Yo acelere el coche lo más que pude, no quería que ese hombre muriera, quería ahorrarle a Lorena el dolor de perder a un ser amado, ya que yo sabía muy bien lo que se sentía.*Me parquee enfrente del hospital y me baje del coche, rápidamente saque al abuelo de Lorena y lo lleve en brazos a la entrada, un par de enfermeros se acercaron con una silla de ruedas y me ayudaron con él.— Los mantendré informados — Me dijo la enfermera y se fue.Yo voltee a ver a Lorena que estaba hecha un lío.— Se va a morir — Me dijo ella.— No se va a morir, ahora deja de pensar en eso — Yo me acerque a ella y la abrace con fuerza.— Él es lo único que tengo, si se muere me voy a quedar completamente sola — Me dijo ella sollozando en mi pecho.Yo la apreté más a mi, tenía tantas ganas de decirle que también p
Llevarlos a los angeles fue fácil, tanto el abuelo de Lorena como ella misma, eran demasiado inocentes, o yo era una m****a de persona, pero daba igual, ya los tenía aquí.— Siéntase en casa, Lorena le mostrará su habitación — Le dije al anciano.Lorena me sonrió un poco y ayudo a su abuelo a subir las escaleras.En cuanto los ví perderse por las escaleras yo saqué mi teléfono y llame a mi abogado.— Quiero que encuentres al bastardo de Salazar, ese infeliz tiene que pagar por lo que le hizo a mi padre, y no te preocupes por la confesión, su hija está dispuesta a hablar — Le dije a mi abogado y después colgué.Lorena bajo las escaleras y se acercó lentamente a mi.— Gracias Donovan, no se como pagarte por esto que estás haciendo por nosotros — Me dijo ella.Yo le sonríe un poco, yo si sabía cómo iba a pagarme, y lo iba a disfrutar muchísimo.— No te preocupes, te mereces ser feliz — Ella se acercó ma a mi y me abrazo.— Te lo agradezco, y otra vez gracias — Yo la aparte de mi y la mire
Dos días habían pasado desde que regresamos, yo ya dormía en otra habitación, pensé que Donovan se enfadaría pero no me dijo nada, de hecho estos días el había estado llegando muy tarde, y hoy no era la excepción.Donovan llegó a casa un poco entrada la noche, yo lo había esperado, tenia que decirle algunas cosas, Octavio me había llamado esta tarde y me había dicho que sabía de un pequeño apartamento donde podía vivir con mi abuelo, también me dijo que posiblemente me había conseguido trabajo.Entre a la habitación de Donovan, él y yo teníamos que hablar.— Hola — Lo saludé.Donovan ya se estaba quitando la ropa, pero apenas me vio se detuvo.— Hola — Me devolvió el saludo.— Eh... quería hablar contigo, pero has llegado tarde y no me ha dado tiempo — Le dije mientras caminaba a él.— ¿Que necesitas? — Me preguntó.— Octavio me llamo y me dijo que había conseguido un buen lugar para que yo viva con mi abuelo — Le dije, pero Donovan solo asintio con la cabeza.— Felicidades, espero y
Al día siguiente me desperté con un dolor en la cadera terrible, yo trate de sentarme en la cama, pero el dolor me lo impidió.hacerlo con Donovan como despedida fue un completo error, lo hicimos por horas, era increíble como ese hombre tenía tanta resistencia.— Buenos días — Me saludo Donovan.Yo lo mire y casi le doy un golpe.— Me duele la espalda y la cadera — Me queje.Donovan me abrazo con fuerza.— Esos son los síntomas de una mujer bien cogida — Me dijo.Yo lo aparte y me sente en la cama como pude, Donovan merecía el infierno.— Eres un animal Donovan — Me queje.— Anoche no te quejaste, solo pedías más y más, no es mi culpa que te duela la cadera, es tu culpa por no detenerme — Me dijo él.Yo me levanté de la cama y lo quedé mirando, Donovan era un descarado por completo, yo si le había pedido que se detuviera, pero él simplemente no lo hacía.— Recuerdo muy bien que te lo pedí muchas veces — Le recordé.Donovan me miró y sonrió.— Una vez, ¡Me lo pediste una vez! y estabas
Le enseñe a mi abuelo el apartamento que Octavio me había conseguido.— ¿Te gusta? — Le pregunté.— Es muy bonito, ¿pero esto si lo puedes pagar? — Me preguntó.— ¡Claro que si! es muy poco — Mi abuelo arrugó el entrecejo de inmediato.— cariño, está ciudad es muy cara, dudo mucho que sea barato — Me dijo él.— Octavio es amigo del dueño — Le dije.Mi abuelo se cruzó de brazos.— ¿y quién es el dueño? — Me preguntó.— Pues un amigo suyo — Le volví a decir.— y también te consiguió un trabajo, que generoso de parte de ese hombre — Me dijo.— existen personas buenas abuelo — Mi abuelo se rió.— ¿que estás tratando de insinuar? — Le pregunté.— Lo que tú estás pensando — Me respondió.Yo tire al suelo la maleta que tenía en las manos con rabia.— ¡No! Él prometió que me dejaría libre — Tenía tanta rabia.— Eres libre entre sus muros, y estos muros me parecen muy bonitos — Me dijo mi abuelo y fue a sentarse al sofá.— Siempre soñé con comprar uno de estos, que comodo es — Yo rebusque el
Salí de la oficina de Donovan, con el cabello revuelto, la ropa mal organizada y con la dignidad por el piso.— ¡Hola querida! — Me saludo Octavio.— Hueles a se*o — Me dijo mientras caminaba a mi lado.— Te odio, y también odio a mi vagina por ser tan traicionera — Le dije.Octavio empezó a reír.— Es Donovan Gross, no podría juzgarte jamás por haber jodido con él — Me dijo.Yo me detuve y lo mire a los ojos.— ¿Soy una idiota verdad? — le pregunté.— No, solo te gusta el buen se*o — Me dijo.— Ahora me siento peor — Le dije.— Te invito a almorzar, así despejas la mente un poco — Yo negué cona cabeza.— Después del ejercicio que hiciste con Gross lo mas recomendable es comer algo — Le di un golpe a Octavio por estar bromeando con eso.— ¡Deja de molestar! — Le advertí.— No es mi culpa, me tocó decirle a la secretaria que se fuera de su puesto, tus gritos sonaban por todos lados, hasta me puse cachondo al escucharlos — Me dijo él.— Pensé que eras gay — Octavio se rió.— Lo soy, me