El coche de Donovan estaba estacionado frente a casa, Octavio me quedo mirando también sorprendido.— Se supone que el señor Gross iba a una junta — Me dijo él.Yo me baje rápido del coche de Octavio y camine rapidamente sentire de la casa.— ¿Donovan está aqui? — Le pregunté a una de las empleadas de Donovan.— Si, llegó hace media hora — Yo asentí con la cabeza.Camine a la habitación y allí estaba el, sentado en la cama.— ¿Porqué estás aquí? — Le pregunté.Donovan levantó la cabeza y me quedo mirando.— Es mi casa, se supone que puedo venir a la hora que yo quiera.— ¡Ya lo sé! Pero se supone que ibas a llegar más tarde — Donovan se levantó y camino a mi.— ¿Esperabas a alguien? — Me preguntó.— Tal vez — Le contesté.— ¿Lorena, por qué te gusta cabrearme? — Me preguntó con calma.— No lo sé, solo no te quiero ver tan seguido — Le dije.— ¿Que hiciste con Octavio? — Me preguntó mientras olisqueaba mi cuello.— Cosas obscenas — Le contesté.Donovan me acerco a él, lamió mi cuello y
Baje hasta la oficina donde me estaba esperando Julia, al entrar ella camino a mi sensualmente y me dió un beso en los labios.— ¿Como estás? — Me preguntó mientras trataba de abrir mi camisa.— Donovan, me hiciste tanta falta — Me dijo besando mi cuello.Yo la aparte un poco.— ¿Porque estás aquí? — le pregunté.Olivia me sonrió.— Estoy aburrida en casa, Héctor me tiene cansada, y el mocoso solo sirve para quejarse — Me rei.— Es tu culpa por querer dinero fácil —Olivia me fulmino con la mirada.— No, es tu culpa por no aceptarme — Yo la mire.— No eres mujer para formar una familia, a ti lo único que te gusta son las pollas y el dinero — Ella agarró mi polla y se relamio los labios.— Tu puedes darme eso — Aparte su mano.— ¿Y tu que me ofreces? — Le pregunté.— Eres un imbécil Donovan — Me acuso.Me encogi de hombros.— Lo se, ahora vete, necesito hacer algunas cosas — Le dije.La puerta de la oficina se abrió de par a par, Lorena nos miraba con rabia.— ¿Que haces aquí? — Le preg
Eran las nueve de la noche y el aún no había llegado, ¿será que no iba a dormir aquí como me lo había dicho?Me levanté de la cama y salí de la habitación, necesitaba un teléfono para poder llamarlo.— ¿Señorita necesita algo? — Me preguntó una empleada.— ¿Sabes el número de Donovan? Me urge llamarlo — Ella me miró como si no comprendiera mis palabras.— Él señor Gross, está en la oficina, llegó hace una hora — Yo le di las gracias a la chica y fui a la oficina.— ¿Por qué no llegaste a la habitación? — Le pregunté.Donovan levantó la cabeza de unos documentos y me miró.— ¿Desde cuando tengo que darte reporte de mi llegada? — Me preguntó él a mi.— ¿No vas a responderme? — Me preguntó.Yo no sabía que decir, tenía una enorme nudo en la garganta.— Ve a dormir y deja de hacerme perder el tiempo — Me ordeno.Yo me acerque a él y le quite los documentos que tenía en las mano, después los tire al suelo.— Eres despreciable Donovan — Él se levantó y me miró de arriba a bajo.— Eso lo sé
Donovan me despertó súper temprano, y solo me despertó por qué él se había despertado, yo lo mire con rabia mientras el se desnudaba para darse una ducha.— ¿A dónde vas hoy sábado, los ricos no descansan? — Le pregunté.Él volteo a verme y me sonrió.— Entre más dinero tengas, menos horas de diversión tienes, por eso los pobres siempre serán pobres, ellos se aferran a esa estúpida idea que lo único bueno que se lleva de la vida son los momentos de diversión — Me dijo.Yo puse los ojos en blanco.— Eres tan... — No termine la frase, y simplemente me metí entre las cobijas otra vez.— Voy al gimnasio — Me dijo.Yo me saque las cobijas y me levanté inmediatamente de la cama.— ¿Puedo ir contigo? — Le pregunté.Yo nunca había ido a un gimnasio, y me daba mucha ilusión ir a un gimnasio de ricos, ¡será divertido!— No — Me respondió.— ¿Porque? — Le pregunté.Él se metió al baño y cerró la puerta.Yo fui tras él, definitivamente si iría al gimnasio, estaba tan aburrida de estar en estás cu
Al día siguiente Octavio llegó a casa, yo me senté con él en el jardín, lo mire por un momento, decidiendome si preguntarle por Apolo o no.— ¿Que te pasa? — Me preguntó.— ¿Si te digo algo, tu me prometes no contárselo a Donovan? — Le pregunté.— Suéltalo — Me dijo.— ¿Sabes quién es Apolo? — Le pregunté.Octavio levantó la ceja y lo pensó por un momento.— Creo que no — Me contestó.— Un tipo rubio, guapo y con una sonrisa preciosa — Octavio sonrió de inmediato.— Si se quién es, ese tipo está hermoso, pero Gross es más sexy — Me dijo.— Te recuerdo que es tu jefe — Octavio sonrió.— Deja tus celos — Me dijo.Yo lo fulmine con la mirada de inmediato.— No son celos, Donovan no me gusta para nada, es más, si no lo viera nunca más, yo sería muy feliz — le dije muy confiada.Octavio se rió.— Puede que ustedes tengan una relación retorcida, pero se nota que estás frita por él —Yo puse los ojos en blanco.— ¿Porque estamos hablando de Donovan? Yo te pregunté otra cosa — Octavio me mi
Octavio me dejó en la puerta de la casa y se fue, yo entre a casa y fui directamente a la habitación, quería ver algo de tv para matar el tiempo, en una pocas horas iba a tener aquí a Donovan, y quería estar relajada para pelear con él.Cuando entre a la habitación, me llamo la atención el sonido de la ducha, yo camine al baño y allí estaba Donovan, debajo de la ducha, el agua estaba manchada con sangre, yo camine rápido a él he hice que volteara a verme.En su brazo izquierdo había un corte.— ¿Que te paso? — Le pregunté.Donovan sonrió y me atrajo a él, el agua empezó a mojarme, pero yo no podía quitar la mirada de ese corte que tenía en el brazo.— ¿Te preocupas por mi? — Me preguntó.Yo lo mire a los ojos, y negué con la cabeza.— Si te mueres yo seré libre — Le dije.Él se agachó un poco, y acaricio mi nariz con la suya.— Eso no es cierto, tengo muchas cosas planeadas para ti, después de mi muerte — Yo aparte la mirada de él y volví a ver ese corte, se veia tan mal y doloroso.
Llegué a casa y corri a la habitación para llamar a mi abuelo, tenía tanta ilusión de escucharlo, de preguntarle cómo estaba.Cuando entre Donovan estaba allí, él volteo a mirarme y mi corazón se detuvo por un momento.— Apolo me contó que almorzó contigo, ¿lo disfrutaste? — Me preguntó.Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos, yo sabía cómo iba a terminar esto, y tenía mucho miedo.— Él estaba en el restaurante donde fui con Octavio, te juro que yo no sabía que el estaba allí, por favor creeme — Le dije llorando.— ¿Porque lloras? Solo te he hecho una pregunta — Mi barbilla empezó a temblar, yo me acerque a el poco a poco.— Es que se que lo has interpretado de otra manera — Le dije.Donovan empezó a reír.— Voy a correr a Octavio y tú no vas a salir nunca más de aquí — Me dijo con rabia.Yo lo abrace fuertemente.— ¡Octavio no hizo nada malo! Te juro que fue una coincidencia lo del restaurante — Le grite entre suplicas.Donovan me alejo de él.— Te advertí que no te quería cerca
Abri los ojos lentamente y lo primero que ví, fue una pequeña caja a un lado de la cama, sobre la almohada.Me senté en la cama y levanté la caja, era un celular, abrí la caja y saque el celular, idéntico al que Donovan había destruido anoche.En la almohada quedó una nota, yo la levanté y la lei."llámame" Decia la nota, yo busque el número de Donovan en el celular como Octavio me había enseñado y lo llame.— Buenos días — Me saludo.Yo me quedé en silencio por un momento.— Buenos días — Le respondí.— ¿Te gusta? — Me preguntó.— ¿Que paso con Octavio? — Le pregunté.— Es increíble que te preocupes tanto por las personas — Me dijo con algo de rabia.— él está aquí, le he dado una oportunidad, pero si vuelve a pasar otro incidente, cumpliré con lo que te he dicho —Yo respire profundo.— Lo se, y no volverá a pasar, te lo juro — Le dije.Donovan se despidió de mi, yo volví a acostarme en la cama y me tape de pies a cabeza con las cobijas.*Donovan me había sacado a comer fuera, yo