Me levanté con los rayos del sol, mire a mi alrededor y Donovan no estaba, mire a un lado y en la almohada había un fajo de billetes, con una pequeña nota." Buen trabajo, te he dejado un poco más de dinero " Yo agarre el fajo de billetes y lo tire al suelo, me levanté de la cama y fui al baño, quería borrar de mi su olor.— ¡estúpido! — Grite con frustración.— Espero que ese juramento no sea para mí — Me voltee para verlo, el estaba pulcramente vestido, estaba recostado en el marco de la puerta del baño.— ¡No soy una pu+a! — Le grité.— Lo eres, y hoy pasarás a un segundo nivel — Yo lo mire sin comprender.— ¿De que hablas? — Le pregunté.— Serás el regalo perfecto para un amigo — Me dijo con una enorme sonrisa.— ¡No! — Le grite y corri a él.— ¡no puedes hacerme esto! — Le reclamé mientras golpeaba su pecho.— Ganarás el doble, pensé que tu abuelo te preocupaba — Yo negué con la cabeza, él no podía hacerme esto.— ¡basta! Ya me cansé de todo esto... ¡lo siento! — Le dije, pero
Donovan se sentó en la cama, y me miró.— ¿fue tu abuelo? — Me preguntó.— Ya te dije que no diré nada — Él respiro profundo.— Lo proteges porque está enfermo — Yo negué con la cabeza.— No insistas no te diré nada, me voy a llevar el secreto a la tumba — Él asintio con la cabeza.— Eres una masoquista Lorena — Yo me encogi de hombros.— Desnúdate — Le pedí.— ¿Y eso a que viene? — Me preguntó.— Las veces que lo hemos hecho, tu has estado completamente vestido — Le dije.— ¿Me vas distraer con se*o? — Me preguntó.— desnúdate — Le volví a repetir.Él se levantó de la cama y empezó a quitarse la ropa.Poco a poco se despojo de todo, quedando completamente desnudo frente a mi.— A la cama — Le ordené.Él se acostó en la cama y me quedo mirando.Su p*lla estaba creciendo poco a poco.— Por qué me dices masoquista, si tu te calientas con la presunta asesina de tu padre, eres un sádico Donovan — Él me dió una sonrisa.— Eso lo tengo bastante claro, ahora ven y deja de perder el tiempo —
Al día siguiente Donovan se levantó muy temprano, y yo me levanté junto con él. Me senté en el borde de la cama esperando a que saliera del baño, necesitaba llamar a mi abuelo y preguntarle cómo estaba, también quería saber cómo estaba mi papá.— ¿Que haces mirando el piso? — Me pregunto Donovan saliendo del baño, con una toalla enrollada en su cintura y otra al rededor del cuello con la que se estaba secando el cabello.— ¿Puedo llamar a mi abuelo? — Le pregunté.Él asintio con la cabeza, se acercó y me dió su celular.— Tienes 5 minutos — Yo asentí con la cabeza e inmediatamente le marque a mi abuelo.El teléfono sono un par de veces, mi abuelo contestó.— ¿aló? — Yo sonreí al escuchar su voz.— Soy yo, ¿como estás abuelito? — Le pregunté tratando de que mi voz sonara normal, tenía tantos sentimientos encontrados en estos momentos.— ¿Lore, como estás tú? ¿Cuando vas a regresar? — Me preguntó.— Estoy bien, tu no te preocupes, abuelo quiero enviarte algo de dinero, para tus medicinas
El coche de Donovan estaba estacionado frente a casa, Octavio me quedo mirando también sorprendido.— Se supone que el señor Gross iba a una junta — Me dijo él.Yo me baje rápido del coche de Octavio y camine rapidamente sentire de la casa.— ¿Donovan está aqui? — Le pregunté a una de las empleadas de Donovan.— Si, llegó hace media hora — Yo asentí con la cabeza.Camine a la habitación y allí estaba el, sentado en la cama.— ¿Porqué estás aquí? — Le pregunté.Donovan levantó la cabeza y me quedo mirando.— Es mi casa, se supone que puedo venir a la hora que yo quiera.— ¡Ya lo sé! Pero se supone que ibas a llegar más tarde — Donovan se levantó y camino a mi.— ¿Esperabas a alguien? — Me preguntó.— Tal vez — Le contesté.— ¿Lorena, por qué te gusta cabrearme? — Me preguntó con calma.— No lo sé, solo no te quiero ver tan seguido — Le dije.— ¿Que hiciste con Octavio? — Me preguntó mientras olisqueaba mi cuello.— Cosas obscenas — Le contesté.Donovan me acerco a él, lamió mi cuello y
Baje hasta la oficina donde me estaba esperando Julia, al entrar ella camino a mi sensualmente y me dió un beso en los labios.— ¿Como estás? — Me preguntó mientras trataba de abrir mi camisa.— Donovan, me hiciste tanta falta — Me dijo besando mi cuello.Yo la aparte un poco.— ¿Porque estás aquí? — le pregunté.Olivia me sonrió.— Estoy aburrida en casa, Héctor me tiene cansada, y el mocoso solo sirve para quejarse — Me rei.— Es tu culpa por querer dinero fácil —Olivia me fulmino con la mirada.— No, es tu culpa por no aceptarme — Yo la mire.— No eres mujer para formar una familia, a ti lo único que te gusta son las pollas y el dinero — Ella agarró mi polla y se relamio los labios.— Tu puedes darme eso — Aparte su mano.— ¿Y tu que me ofreces? — Le pregunté.— Eres un imbécil Donovan — Me acuso.Me encogi de hombros.— Lo se, ahora vete, necesito hacer algunas cosas — Le dije.La puerta de la oficina se abrió de par a par, Lorena nos miraba con rabia.— ¿Que haces aquí? — Le preg
Eran las nueve de la noche y el aún no había llegado, ¿será que no iba a dormir aquí como me lo había dicho?Me levanté de la cama y salí de la habitación, necesitaba un teléfono para poder llamarlo.— ¿Señorita necesita algo? — Me preguntó una empleada.— ¿Sabes el número de Donovan? Me urge llamarlo — Ella me miró como si no comprendiera mis palabras.— Él señor Gross, está en la oficina, llegó hace una hora — Yo le di las gracias a la chica y fui a la oficina.— ¿Por qué no llegaste a la habitación? — Le pregunté.Donovan levantó la cabeza de unos documentos y me miró.— ¿Desde cuando tengo que darte reporte de mi llegada? — Me preguntó él a mi.— ¿No vas a responderme? — Me preguntó.Yo no sabía que decir, tenía una enorme nudo en la garganta.— Ve a dormir y deja de hacerme perder el tiempo — Me ordeno.Yo me acerque a él y le quite los documentos que tenía en las mano, después los tire al suelo.— Eres despreciable Donovan — Él se levantó y me miró de arriba a bajo.— Eso lo sé
Donovan me despertó súper temprano, y solo me despertó por qué él se había despertado, yo lo mire con rabia mientras el se desnudaba para darse una ducha.— ¿A dónde vas hoy sábado, los ricos no descansan? — Le pregunté.Él volteo a verme y me sonrió.— Entre más dinero tengas, menos horas de diversión tienes, por eso los pobres siempre serán pobres, ellos se aferran a esa estúpida idea que lo único bueno que se lleva de la vida son los momentos de diversión — Me dijo.Yo puse los ojos en blanco.— Eres tan... — No termine la frase, y simplemente me metí entre las cobijas otra vez.— Voy al gimnasio — Me dijo.Yo me saque las cobijas y me levanté inmediatamente de la cama.— ¿Puedo ir contigo? — Le pregunté.Yo nunca había ido a un gimnasio, y me daba mucha ilusión ir a un gimnasio de ricos, ¡será divertido!— No — Me respondió.— ¿Porque? — Le pregunté.Él se metió al baño y cerró la puerta.Yo fui tras él, definitivamente si iría al gimnasio, estaba tan aburrida de estar en estás cu
Al día siguiente Octavio llegó a casa, yo me senté con él en el jardín, lo mire por un momento, decidiendome si preguntarle por Apolo o no.— ¿Que te pasa? — Me preguntó.— ¿Si te digo algo, tu me prometes no contárselo a Donovan? — Le pregunté.— Suéltalo — Me dijo.— ¿Sabes quién es Apolo? — Le pregunté.Octavio levantó la ceja y lo pensó por un momento.— Creo que no — Me contestó.— Un tipo rubio, guapo y con una sonrisa preciosa — Octavio sonrió de inmediato.— Si se quién es, ese tipo está hermoso, pero Gross es más sexy — Me dijo.— Te recuerdo que es tu jefe — Octavio sonrió.— Deja tus celos — Me dijo.Yo lo fulmine con la mirada de inmediato.— No son celos, Donovan no me gusta para nada, es más, si no lo viera nunca más, yo sería muy feliz — le dije muy confiada.Octavio se rió.— Puede que ustedes tengan una relación retorcida, pero se nota que estás frita por él —Yo puse los ojos en blanco.— ¿Porque estamos hablando de Donovan? Yo te pregunté otra cosa — Octavio me mi