CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS: EL LEGADO DE UNA NUEVA VIDA Se sentía nuevamente como en casa al estar en ese lugar el cual es donde ella había abandonado hace unos cuantos meses atrás.Por otro lado Billy salto de sus brazos para ir corriendo dentro de la iglesia misma que recordaba de la misma manera. No había ningún cambio seguían siendo las mismas puertas de madera, el mismo pasillo de azulejo, las paredes con figuras religiosas, incluso las ventanas seguían un poco polvosas pues esa tarea era una de las cual ella se encargaba mismas que tenían figuras religiosas puestas en cada vidrio. Incluso el agradable olor la hacía sentirse en casa. Pero en especial al final del pasillo se encontraba una cruz de madera.-Que agradable es nuevamente estar aqui. Con ilusión le hablo a Rodrigo mismo que había caminado detras de ella observando las bancas de madera que estaban vacías, el sonido de la voz de Maria Eugenia se escuchaba muy fuerte en todo el lugar pues no había ningún ruido. Incluso B
CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO: UN CAMBIO A LA VIDA Mientras ellos se quedaron mirando.Rodrigo recordó lo que en realidad tenía que hacer y por que realmente la había sacando de esa casa.-Aún tenemos un poco de tiempo asi que puedes tomarte tu tiempo. No se cuando pueda volver a traerte así que es mejor aprovechar cada segundo.Maria Eugenia sonrió y supo que en las circunstancias en las que estaba viviendo cada segundo era importante. El señor Ferrer no la había llevado a la iglesia desde que se la llevó en cambio Rodrigo lo hizo tal vez y en esa casa existía alguien que la podía ayudar a escapar de esa vida pero no quería hacerse ilusiones.-Bien. Por cierto muchas gracias por traerme aquí eso me hace feliz- Le agradeció con una sonrisa.-No puedes perder tiempo volveré por ti en 30 minutos.- Ignorando su sonrisa siguió hablando.-¡Entonces es mejor que me apresure Billy vamos!.Billy ladró para ir corriendo detrás de ella. Incluso el era feliz de estar nuevamente en ese lugar y no
CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO: LOS PRIMEROS CAMBIOS Rodrigo la miró al ver lo que escogió. Para ser honesto él pensaba en otra clase ropa y no en faldas largas o pantalones un poco flojos, suéteres anchos que no estaban pegados al cuerpo, zapatos sin tacón ni siquiera a diferencia de las demás mujeres había comprado maquillaje. -Por favor acompáñeme señorita por aqui están los probadores.Le habló la trabajadora a Maria Eugenia para que la siguiera a los vestidores.-No es necesario- Le dijo Maria Eugenia. -Pero en caso de que no le quede la ropa…Pensó un poco la trabajadora algo nerviosa pues no estaba acostumbrada a atender a chicas como ella.-No sera necesario, si no me queda lo arreglare yo. Se coser muy bien.- Dijo Maria Eugenia a la trabajadora. -Perdone que insista per--Esta bien no importa, si la señorita lo desea así no tiene por que haber ningún inconveniente.Sin dejar que terminara de hablar la trabajadora Rodrigo hablo.-Esta bien, entonces me llevare esto para que
CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO: UN PASADO Y UNA VENGANZA En la casa de los Saavedra se encontraba aquella misma mujer que pudo haber cambiado tanto en cuestión de días, semanas, y quizá un par de años. Ella no era de las personas que olvidaban fácilmente ella no era de las personas que dejaban todo atrás y mucho menos ahora que tenía las armas para atacar a la misma persona que tanto daño le había hecho.¿Era posible que él no la hubiera reconocido realmente? ¿Era posible que él hubiera temido? ¿Era posible que él se hubiera sentido intimidado por la nueva mujer que llegó a su vida? Simplemente, incluso si él no la recordaba todo estaba bien, incluso si él no la recordaba era lo mejor que le podía pasar a ella. Así actuaría estando más confiada de lo que iba a hacer. Mediría cada uno de sus movimientos. Estando sentada en el sillón, con una copa de vino en la mano, reía al solo hecho de recordar que el abuelo de Yahir se había opuesto a la firma de aquellos documentos y que solo
CAPÍTULO CINCUENTA Y SEIS: LO QUE LLEVA LA VENGANZA EN SÍ Lo que poca gente entendía es que la gente que –a veces –está más ocupada de su físico, de los hombres que caza es la que más insegura es. Fue por eso que la mujer no evitó pensar que Yahir podía estar queriendo a esa de lentes y de estilo terrible. Por supuesto que no era así pero para la gente insegura, siempre, cualquier mirada, incluso si es por coincidencia, cualquier palabra, incluso si es solo para pedir información ya podía significar que él estaba perdido por ella. Algo que por supuesto no era así y que por supuesto, Rubí tenía claro en la mente. Yahir y ella habían cruzado miradas pero eso no significaba nada. Si ella lo sabía, ¿cómo era posible que la mujer bonita frente a ella pudiera desconfiar de esa manera? — ¿Te gusta? ¿Te gusta, Yahir Ferrer? —Preguntó ella riendo. —Dame mi diario. —Te hice una pregunta, ¿te gusta Yahir Ferrer?—Dame mi diario. — ¡Por supuesto! —Dijo ella arrancando la hoja y llevándose
CAPÍTULO CINCUENTA Y SIETE: PEQUEÑO ÁNGEL En la mansión de los Ferrer, justo donde todo parecía dormir simplemente, sin importar la hora. Había intentado hablar con Rodrigo pero él simplemente había apagado su teléfono, no le dijo nada, solo, lo último que hicieron fue pelear.Tantas cosas le hacían vuelta en la cabeza, ni siquiera sabía en qué era lo que se debía de concentrar, sus pensamientos lo estaban traicionando porque mientras intentaba pensar en la manera en la que su vida había cambiado, pasando de ser un hombre soltero a ser un hombre casado, inmediatamente el nombre y el rostro y la figura de aquella mujer le venía a la mente, sin más, como si la conociera, como si su mente intentara saber quiñen era ella.Esa mirada, esa familiaridad, todo de ella ya lo había visto pero, ¿dónde?Cansado, deshaciéndose de la corbata, subió a su habitación. Necesitaba tanto hablar con alguien, necesitaba a su primo pero eran siempre sus malditos impulsos los que ganaban y los que l
CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO: QUEDAN 95 DÍAS En el mismo bar de siempre y que más que ser un bar. Era un burdel, se encontraba aquella mujer de cabello despampanante, un vestido extremadamente pegado al cuerpo, dejando ver las piernas, el escote pronunciado. Era una mujer hermosa aún a pesar de la edad.Estela sonrió tan pronto como le dijeron que en una mesa de las del fondo le estaba esperando una antigua amiga. Llevando el ramo de flores secas en sus manos, fue hasta la mujer que estaba completamente cubierta. Cualquiera que la viera no imaginaría que esa mujer trabajó ahí y que bailó para todos los hombres ahí. —No puedo creer que estés aquí, la verdad es que pensé que ya no vendrías jamás —dijo Estela sentándose frente a ella.La mujer enfrente parecía triste, con la misma mirada triste que no se le había ido desde el momento en que tomaron a su hijo de ella.— ¿Cómo estás?—Bien, bien, mucho trabajo, eso es todo.—Me da gusto por ti.— ¿Y a ti cómo te va en la cafetería?—
CAPÍTULO CINCUENTA Y NUEVE: CORAZÓN ERRADOEsa misma noche tanto como María Eugenia se encontraba intranquila por alguna razón Rodrigo también sentía el mismo sentimiento.La noche parecía interminable, el tiempo que se les había asignado para llegar se había acabado.-¿Puedes darme la hora- Le pregunto María Eugenia a Rodrigo con una voz algo nerviosa.-Prefiero no saber la hora para ser honesto. Con una mirada preocupada miraba el volante. Tal vez y desde el principio él tuvo que haberse organizado y de esa manera nada de eso hubiera pasado. No se arrepentía de llevarla a su tan amada iglesia pues pudo ver más a la verdadera María Eugenia, de hecho ella ni siquiera había tardado en comprar ropa, ambos habían compartido un momento juntos, él pudo probar el saber del helado y si al final tenía que recibir un duro castigo por parte del abuelo valdría la pena porque el también se divirtió. -Está lloviendo muy fuerte….- Susurro María Eugenia. Rodrigo miró a la ventana del lado izquier