Al oírlo llamarlo así y ver su rostro iluminado con su sonrisa alegre, volvió al primer instante en que lo conoció, definitivamente algo lo hizo detenerse ese día, un algo que hoy reconocía al mismo tiempo que lo agradecía con todas sus fuerzas.No se había planteado nunca ser padre, la idea de crea
Carlos Luis fue bastante intimidante cuando se presentó en la habitación del hotel donde se hospedaba Sullivan Baker, él protestó alegando que iba de regreso a California, no obstante, haciendo gala de su imponente figura, sus palabras secas y la señalización del arma que tenía en su costado, logró
Carlos Luis escuchó lo dicho por el padre de Alanna y solo deseaba poder tener un momento para darle la noticia a su jefe, ahora miraba a Sullivan y quería molerlo a golpes, no concebía que un padre resultara tan egoísta que interviniera en el logro profesional de su única hija impidiendo su graduac
Kurt, suspiró profundamente antes de responderle a su protector y amigo, confiaba en él incondicionalmente y, aunque Carlos Luis no le había explicado la razón por la que ahora pasaba menos tiempo a su lado, él sospechaba que se trataba de una mujer, lo que le extrañaba era que, en otras oportunidad
–No cuento más nada –manifestó Kurt, echándose hacia atrás en la silla y cruzando los brazos con el ceño fruncido, lo que provocó mucha risa en su hermano. –Vámonos, que quiero contarle a Alanna lo que hizo su padre con su carrera de medicina, ¿vienes conmigo Carlos Luis? –Cl
El beso se fue intensificando, sus respiraciones se agitaron, sus corazones se aceleraron y, aunque le dolía el labio, Alanna no quiso romper el contacto, fue el sabor metálico en su lengua, lo que hizo que Kurt se separara alarmado. –Lo siento Alanna, me vuelve loco besarte, me es impos
Kurt miraba embobado a su hija, le enternecía su ingenuidad, adoraba lo lista que era y se estaba comprometiendo muy formalmente a estar muy alerta con su princesa porque el hombre que, siquiera pensara en acercarse a ella, tendría que cumplir una serie de requisitos, cuya lista era interminable.Su
El sol de ese sábado en la mañana despertó a Kurt al colarse por el ventanal de su sala, no había llegado a su habitación, apenas entró al apartamento se lanzó al sofá y allí se quedó.Carlos Luis entró sigilosamente, pero al verlo despierto le anunció: –Traje café y desayuno jefe.