Kurt Hogdman se vistió con mucho esmero esa mañana, el traje hecho a su medida que seleccionó le quedaba espectacularmente, se dirigió al colegio y como ya conocía el salón de Zak no tuvo ningún inconveniente en llegar hasta el mismo. Zak al verlo sonrió ampliamente y fue a su encuentro.
Cuando la madre de los Hogdman volvió al grupo, anunció: –Voy a suspender el aviso, pero de verdad necesito que te definas Kurt, yo en cualquier momento dejo este mundo y no me iré en paz hasta no ver a mi hijo mayor casado. –No, antes de irte seguramente te darán un Oscar
–Alanna, ¿quieres mudarte conmigo?, mi casa es demasiado grande para mí solo, hay suficiente espacio para ustedes, seguirás con tu vida independiente, pero esa mujer no podrá aparecerse a importunarte en la noche. –Su oferta es muy generosa, pero ya hace demasiado por mí, con solo hacer
El lunes Zak estuvo pendiente del teléfono por si recibía algún mensaje de Kurt, pero eso no sucedió, sin embargo, su alegría fue mayúscula al verlo frente a la entrada de su colegio esa tarde a la hora de la salida. –Hola señor Hogdman, ¿qué sorpresa? –Quise venir a verte
Ya estando fuera de la casa de su madre, Kurt se reunió con sus hermanos y cuñadas. –Lo siento hermano, pero mamá parece obsesionada con Indira –manifestó Luke. –Es asombroso, cómo la defiende, no creyó lo de su trabajo nocturno, si es así te resultará muy cuesta arriba sac
En el apartamento de Alanna se mantenía la rutina, sin embargo, la joven madre notó que su hijo estaba muy animado. –¿A qué se debe tu entusiasmo? –Zak se sobresaltó con la pregunta de su madre. –Y, ahora debo agregar, ¿por qué saltaste? –Está bien mamá, conver
Esa noche Alanna llegó al apartamento y sacó unos envases del refrigerador que colocó en el microondas, bajo la atenta mirada de sus hijos que se ubicaron en el desayunador para preguntarle por su día. –Todo bien mis amores, les serviré la comida y le pediré a Penny que les dé una vuelt
Kurt, todavía estaba cancelando la cuenta cuando vio a Alanna caminar hacia la salida y a Theo pagando apresurado para alcanzarla; los miró extrañado e incluso se preocupó porque pensó en los niños de inmediato, por lo que decidió llamarlos. –Hola señor Hogdman. –Hola Zak,