Ya estando fuera de la casa de su madre, Kurt se reunió con sus hermanos y cuñadas. –Lo siento hermano, pero mamá parece obsesionada con Indira –manifestó Luke. –Es asombroso, cómo la defiende, no creyó lo de su trabajo nocturno, si es así te resultará muy cuesta arriba sac
En el apartamento de Alanna se mantenía la rutina, sin embargo, la joven madre notó que su hijo estaba muy animado. –¿A qué se debe tu entusiasmo? –Zak se sobresaltó con la pregunta de su madre. –Y, ahora debo agregar, ¿por qué saltaste? –Está bien mamá, conver
Esa noche Alanna llegó al apartamento y sacó unos envases del refrigerador que colocó en el microondas, bajo la atenta mirada de sus hijos que se ubicaron en el desayunador para preguntarle por su día. –Todo bien mis amores, les serviré la comida y le pediré a Penny que les dé una vuelt
Kurt, todavía estaba cancelando la cuenta cuando vio a Alanna caminar hacia la salida y a Theo pagando apresurado para alcanzarla; los miró extrañado e incluso se preocupó porque pensó en los niños de inmediato, por lo que decidió llamarlos. –Hola señor Hogdman. –Hola Zak,
Pasados menos de cinco minutos tocaron nuevamente a la puerta y al abrir, pensando que era Theo de nuevo, allí estaba Kurt Hogdman –Perdona por aparecerme así sin avisar, pero te vi salir apurada del restaurante y quedé al pendiente, de pronto pensé en los niños ¿están bien?, sé que debí llamar, pe
Cuando Kurt se encontró con su chofer y su escolta, este último iba en sentido contrario a él, por lo que le preguntó: –¿Qué haces Carlos Luis? –Voy a hablar con la vecina curiosa e informante, señor Hogdman, así me aseguro de su discreción. –Te acompaño. El
Al cerrar la llamada, Kurt lamentó el compromiso que tenía esa noche, ya que hubiera sido la oportunidad perfecta para insistirle a Alanna con una invitación. Sin embargo, sonrió al recordar la conversación, porque pudo entender que existía la posibilidad de que le aceptara una invitación en algún
–¿Qué hacen ellas aquí? –le preguntó Theo cuando volvió a la mesa. –Según mi madre, quería venir desde hace tiempo, por lo que Indira, amablemente, la trajo. –¡Dios!, es demasiado astuta, mis respetos para ella –añadió Luke. Terminó la comida y con la sobremesa comenzó la