Capítulo IV...

–¡Hola Will! – saliendo de la limusina, llevando en sus manos su abanico y en su cabecita un sombrero ancho que combina con su vestido

–Anastasia – tomando la mano de la joven para darle un beso – ven quiero mostrarte la casa, después tomaremos el almuerzo y daremos un recorrido en caballo por la hacienda ¿te parece?

– ¡Me encanta la idea Will! – dando una enorme sonrisa

–Te presento a mi capataz, Helmut – el hombre hace una venia con su cabeza – y a mi administradora Janna…

– ¡Jan! – zafándose de la mano de William – que sorpresa, pensé que había vuelto con su tío…

–Estuve un tiempo viviendo con él, antes de venir a vivir acá – sonriendo – me alegra verte Anastasia

– ¿Se conocen? – diciendo los dos hombres que apenas se observan

–Fuimos compañeras en el instituto y fuimos a la misma universidad – dice Janna con una sonrisa

–Bien vamos a tomar el almuerzo – mirando a una de sus empleadas – Nina lleva el equipaje de Anastasia a la habitación asignada a ella

–Cómo ordene señor Hall – hace una seña y conduce a Félix quien lleva las maletas

–Vamos Anastasia

–Vamos Will – abriendo su abanico mientras mira al hombre con ojos coquetos

Todos se dirigen hacia la mesa, Anastasia puede ver la exquisita cena que fue servida, además de que tiene el lugar junto a William, así que todos toman asiento y empiezan a cenar, y mientras cenan William decide preguntar a la joven por su gemelo.

–Anastasia – recibiendo la mirada del joven – ¿Cómo está mi hermano?

–Lois, está bien…terminamos hace unos meses…resultó que no congeniábamos del todo – sonriendo

–Lamento escuchar eso, ustedes parecían llevarse bastante bien

–Bueno, él se lo pierde, pero yo no lo extrañaré – mirando a William

Tanto Janna como Helmut se miran en el acto, y se dan cuenta de que Anastasia está tramando algo.

–Después de tomar el almuerzo iremos a los establos ¿Qué te parece?

–Me encanta la idea Will – dando una sonrisa mientras bebe un poco de vino – que rico…

–Es un Châteaux Margaux

–Tienes buenos gustos Will – abriendo su abanico para darse un poco de aire – hace bastante calor

–Si gustas puedes refrescarte antes de ir a los establos

–Te lo agradezco Will, en verdad no sabía que acá podría hacer tanto calor, además de que necesito un vestido más delicado para montar

Al terminar el almuerzo, Anastasia es llevada a la habitación y la joven queda encantada por ver el lugar, tan enorme, ten bien decorado y sobre la tan bella y enorme vista del lago y de los campos de manzanas, así que después de buscar entre el armario dado que su ropa ya ha estado acomodada allá opta por un vestido azul claro, y se dirige al baño donde se da una ducha a conciencia al salir seca su cuerpo se aplica una fragancia que haga que su aroma natural sea más embriagador una delicada joya para adornar su cuello y su largo cabello es peinado y dejado suelto.

Al salir ve a William de pie esperando por ella, así que abre su abanico y de forma tímida cubre parte de su rostro con él, el hombre la conduce hacia los establos donde ve un par de bellos caballos uno color azabache y otro palomino, Anastasia da una sonrisa y en el acto se acerca al caballo palomino y lo acaricia totalmente emocionada.

–Eres tan hermoso – viendo como el animal coloca su hocico entre sus manos – ¿Cómo se llama?

–Su nombre es Long – acercándose a su caballo – es tuyo…

– ¿De verdad me lo regalas?

–Sí…¿te gusta?

–Me encanta, gracias Will – acercándose al caballo

Anastasia sin nada de esfuerzo se dispone a montar al animal, siendo seguida por William, ambos salen y toman rumbo hacia las plantaciones de manzanas, que en ese momento están a punto para ser cosechadas y empezar la fabricación de vino de sidra, durante el trayecto William le muestra toda su hacienda a la joven y de paso le muestra el pequeño ganado del cual es dueño.

–¿Y ese ganado?

–Es mío, antes de comprar la hacienda, este lugar se dedicaba a la crianza de ganado, pero tomé la mayoría de los terrenos para las plantaciones dejé unas hectáreas para el ganado estoy pensando en venderlo

–Me gusta Will – dando una sonrisa – tienes una enorme hacienda

–Gracias ¿quieres ir al lago?

–Claro, guíame al lago Will

Al llegar al lago Anastasia se queda pasmada observando el bello lugar, ve el pequeño quiosco que hay en el lugar donde reposa un bote, luego la joven se dirige a ver a William y se sonroja tanto que debe abrir su abanico para darse un poco de aire.

–¿Qué te parece el lugar?

–Me encanta Will, eh…Will…

– ¿Qué pasa?

–Quiero comprar un vestido que vi en la ciudad cercana pero es costoso y no tengo mucho dinero – mirando con ojitos de cachorro al alfa

–Te llevaré mañana a la ciudad ¿te parece?

–Me parece, te lo agradezco Will – dando una enorme sonrisa

–Puedes pedirme lo que sea, siempre concederé todo lo que desees

– ¿De verdad? – viendo como el hombre asienta – ¡gracias Will!

Esa noche, Anastasia se encuentra hablando con Janna, diciendo que le encanta la atención que recibe del dueño de la hacienda, y sobre todo le dice que si William le pidiera iniciar una relación aceptaría encantada, pero no porque el hombre le importe, sino porque este le dará todo lo que pida sin chistar o protestar.

–Entonces te gusta la atención que te da William…

–Desde niños siempre quiso mi atención Jan – mientras abanica su rostro – así que ahora tendrá toda mi atención, pero le costará…

–Anastasia ¿de qué hablas?

–Si William quiere algo de mi debe darme atención, dinero y sobre todo vestidos y abanicos – dando una sonrisa

–Eso suena cruel, si William te quiere sinceramente, no deberías aprovecharte de eso

–Jan, yo siempre he obtenido lo que quiero, desde que mis padres estaban vivos…Marcus me consentía pero ahora no puede porque tiene que salvar la empresa, si William se ha ofrecido a salvar a mi familia de la ruina y de ser mi banco personal – mirando a Janna con ojitos de cachorro

–Anastasia tú no eras así ¿Qué cambió en ti?

–Bueno, la ruina de mi familia, el que Lois me haya dejado de lado por la engreída de Leonela – formando un puchero

–Anastasia…

–Jan no tiene por qué pensar mal, solo quiero las atenciones que recibía antes ¿Qué tiene de malo eso?

–Que estás usando el afecto que William ha sentido por ti desde niños…

–Solo es un cariño infantil – girando sus ojos claramente molesta – ya se le pasará, conseguirá una joven de su nivel social y listo…pero que mientras tanto me complazca con todo lo que quiero

Anastasia dedica una sonrisa a Janna quien apenas la observa y no entiende en qué momento la joven cambió, desde niños la joven se veía dulce y de buen corazón, siempre hablaba bien de William, diciendo que es su amigo y que disfrutaba de su compañía, Janna quisiera saber en qué momento la forma de ser de la joven cambió, y solo piensa en que en el momento en que William vea la verdadera forma de ser de la joven este sufrirá…y no está equivocada…

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