la decisión de mi hermano

La cena que preparó Ma, estuvo rica además que le agrega cúrcuma y eso le da un toque delicioso a todo.

Ya estoy acostada en la cama y aprovecho para leer un capítulo de bestia sigilosa, me encanta la parte donde Lara le dice a Milton que lo ama, ojalá tuviera un novio así, pero que no sea traficante de órganos.

Ya el capítulo llegó a su fin y como siempre me toca esperar a que la autora actualicé, odio esperar... pero sus razones tendrá hay que entender también.

Mís ojos empiezan a cerrarse de apoco y el sueño ataca en dormirme, no quiero dormir tengo que ver a qué horas llegará el vergajo de Thiago, tengo que dejarle las cartas claras, el apenas es un niño y merece unas buenas nalgadas.

Miro hacia el techo y el ventilador solo da vueltas y vueltas y eso me causa más sueño.

Ya no aguanto más, mis ojos ya están a una pizca de ser cerrados cuando escucho la risa de mi hermano y eso me despierta por completo, de inmediato me levanto de la cama y colocó mis zapatillas...ya verá ese niño lo voy a corregir no me gusta que haga esperar a mamá hasta tarde.

Me asomo en la ventana y veo a Thiago tomado de las manos con un chico más alto que el y detrás suyo está un auto blanco.

¿Que es todo este espectáculo? y en plena calle, no mijo, mi madre aún no acepta tu destape pero tampoco tienes que ser tan frentero y descarado.

Enroscó mis puños voy a darle sus buenos madrasos a Thiago para que respete qué tal si mamá ve esto, se va a morir de un paro.

Salgo de mi cuarto escaleras a bajo y noto que mamá ya se me adelantó, la pobre está asomada a la ventana llorando en silencio al ver a su hijo menor besando a otro chico.

Me siento a su lado y le doy un abrazo.

–Miralo hija–los señala–esta besando a ese chico, ¿no se que hice para merecer este castigo?

–No mami, no es castigo son cosas de la vida que hay que aceptar.

–Pero no es fácil, pensé que tenía un hijo varón pero resultó ser una más como nosotras.

–Asi es, pero no deja ser un humano y hay que respetar su decisión.

–Es cierto, de igual su Felicidad también es la mía, ahora solo me toca aceptar a mi hijo, a mi querido y pequeño hijo.

Por otro lado

–Señor lember me dio mucho gusto que aceptara mi oferta–dice el CEO de la compañía Lollipop, su empresa se encarga de impulsar la moda para las  personas LGBT ahora seremos socios del mismo negocio el contrato se firmó por dos años.

–Pues claro de igual nos beneficia a ambas empresas, ahora solo toca esperar que lo que hablamos se lleve a cabo.

–Por supuesto señor lember–se echa a reír, la mesera del bar nos interrumpe ya que nos avisa si vamos a pedir otro Tequila amargo.

–Sirva otro–dice el CEO, cuyo nombre es Sam.

–Yo paso señorita–digo terminando de un sorbo mi vaso, últimamente no me sienta tan bien el alcohol, antes lo bebía como agua.

.

– Ma, solo déjalo más tarde o mañana hablaré con el...

– No hija, ya entendí que él es mayor de edad y puede hacer lo que quiera.

– Ma, ve y acuéstate debes estar cansada, además son las dos de la madrugada.

Antes de que mi hermano entrara a casa ya mi madre y yo estamos en nuestras habitaciones realmente me da lo mismo si mi hermano es gay o no.

Ya este día y me levanto debido a Los Fuertes ruidos de mi vecina de al lado quién todas las mañanas empieza a pelear con su esposo.

Así son todas las mañanas.

Me levanto de la cama un poco cansada, pero con la mentalidad positiva lista para trabajar y llevar el pan de cada día a mi casa escaleras abajo veo a mi madre sentada dormida en la mesa claro la pobre anoche ni durmió.parece que Thiago ya se ha ido ya que el olor de su perfume deambula por toda la sala.

No sé exactamente a dónde se dirige tan temprano de igual no me importa saber.

Hago mis necesidades y luego me visto me pongo lo más cómodo que veo y es este conjunto azul es mi favorito.

Ya en el estante no hay harinas ni levadura para preparar las galletas, anoche no pudimos hacer ya que todo se acabó, ojalá Dios quiera y con los seis paquetes que tengo alcancen para otra vez comprar más productos.

-¡Mamá!voy de salida, échame la bendición.

– Si hija espérame–dice ella despertando de ese sueño tan delicioso que tenía, no puedo irme sin su bendición.

Con la bendición echada salgo con todas las de la ley a vender mis galletas, ahora que lo recuerdo la profesora Hirman me dijo que mi examen era el único que había salido bien, bueno no es que sea la mejor de la clase es solo que tengo memoria fotográfica y esa es una de mis cualidades...oa lo mejor es lo que me identifica como la mejor según yo.

Saludo a varios vecinos del barrio y sigo mi camino hacia los semáforos ya llevo un par de años trabajando en esto, y creo que me va super bien.

Hasta ahora no he tenido problemas ni peleas con los otros vendedores ambulantes al contrario nos ayudamos entre todos.

Llegó a la calle Bolívar y veo yigir.

Él es un completo amor es muy educado y amable de hecho me regala almuerzo ?

El cual lo prepara su querida esposa...él tiene 38 años y vende productos de aseó y dulces.

– Hola pequeña dilara–dice emocionada.

– Hola yigir

– El día de hoy está perfecto para las ventas ¿no crees amiga?–no sé porque, pero hoy hay más autos que de costumbre.

– Si está perfecto–dicho esto ambos reímos ya trabajar se dijo, me acerco a varios autos y ofrezco mis galletas, bueno hay que aclarar que no todo el mundo baja sus vidrios para comprar y eso es válido.

Hasta ahora vendio solo una galleta, pese a que hay muchos autos.

Ya son las doce del día y el sol está súper caliente, mi rostro arde y mis pies duelen...tengo que comprar nuevamente el bloqueador solar el cual ya se me acabó.

Espero que el semáforo cambie nuevamente para otra vez ofrecer mis productos cuando se arrepientan de escuchar las bocinas de los autos de policía, ¿qué está pasando?todos los autos dan permiso para que las patrullas entren, miro a mi izquierda y veo a los vendedores correr a toda marcha, yigir recoge todos sus productos hasta deja varios en el piso y sale corriendo mientras me grita.

–¡Corre dilara!¡nos echan la policía!–mierda esto es malo, empiezo a correr como puedo, aquí en Estambul no aceptan que los vendedores ambulantes vendan en las calles, eso es como si fuera un delito ya que estos negocios se prestan para malos entendidos como: robar a los conductores, vender sustancias entre otras, pero obviamente yo no soy así soy una chica pura y limpia ante eso.pero bueno la ley es para todos, sean malos o buenos.

Luego de correr y correrme oculto en una esquina donde está barriendo una anciana en su terraza.

Salgo de la esquina, disimuló y camino como si nada, a lo lejos puedo escuchar las bocinas creo que estoy a salvó.

¿Y ahora qué?es la pregunta que rodea mi mente, sé que lo que hago va en contra de la ley, pero es mi mecanismo para sobrevivir ante la pobreza extrema que tiene mi familia.

–¡Dilara!¿estás bien?–me pregunta yigir, el luce asustado y su boca es pálida.

– Si, estoy bien, sabes...nunca antes me había pasado está situación.

– Hay amiga siempre hay una primera vez, de hecho, yo estoy acostumbrado.

– ¿Se nota?

–¿Por qué lo dices?

– Por la forma en la que corrías pareces una liebre–el me mira con lastima–¿Te pasa algo?–me pregunta mientras yo miraba mis galletas las cuales están destrozadas luego de haber corrido como loca, me siento triste esto era lo único que sobra para comprar las harinas.

– Bueno en realidad no me pasa nada estoy bien–le digo para tratar de no verme débil, aunque por dentro quiero gritar de la tristeza.

– Eso espero, por cierto, me temo que hoy no almorzaremos, la comida quedó en la calle Bolívar me imagino que los policías están destrozando con lo que quedó.

– Sí, esos malditos policías.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo