.Regla número tres: te tienes que levantar a las cuatro a preparar mi ducha caliente, luego de eso salgo a trotar y vengo a las seis, como de costumbre bebo un café y a las siete desayuno–lo interrumpo un momento y el chasquea sus labios.

–Perdón señor ¿que desayuna?

–Mira dila cuando yo hablé usted tiene que guardar silencio, ¿me oyó? –ay caramba esta molestó–prosigo, de desayuno solo tomo un vaso de avena y una picada de frutas, como ya verás no almuerzo aquí, y de cena, me gusta mucho el arroz de camarón–¿que? ¿todos los días come arroz de camarón? ¿esto es una locura? ¿creo que me está tomando del cabello? –¿te han quedado claras las reglas? se que sonarán estúpidas pero...ojo en no cumplir, la verdad no entiendo porque algo tan sencillo no lo han cumplido las nueve ex empleadas que he tenido–murmura mirando para el suelo–por cierto tu contrato será de dos años, si no cumples esos dos años tendrás que pagar una gran suma de dinero por no cumplir dicho contrato–hay dios mío, está haciendo todo legalmente, no se de dónde le voy a devolver dinero en caso de que falle, si yo soy tres mil veces más pobre que el.

–¿Entonces señorita dila? ¿acepta este trabajo?–hasta ahora todo pinta bien, menos lo de ser interna.

–Señor todo está bien, pero tengo un problemita–mi universidad, tengo que decirle que ese es mi problema.

–No me interesan tus problemas solo lo aceptas o lo dejas, ¡rápido!

–Esta bien señor acepto–tengo que aceptar, no puedo dejar pasar esta oportunidad, más tarde retomaré mi carrera, primero quiero comprarle una mejor casa a mamá ya que la nuestra está casi para caerse y colocarle su negocio, mi madre sueña con tener un negocio en casa en este caso vender pizza, perros calientes, hamburguesas.

y para ello necesito materiales como: sillas, mesas, horno, estufas, que vendiendo galletas jamás lo podría comprar las ventas de galletas solo dan para el sustento diario.

–¿Tiene alguna pregunta o inquietud?

–No señor hasta ahora todo bien.

–Muy bien entonces firme aquí.

–Toma su libreta la cual traía si no estoy mal, tomo el bolígrafo y firmo con mucho cuidado, luego pongo mi número de identificación y para terminar pongo mi huella.

–Eso es todo, a partir de hoy eres mi empleada doméstica –sonríe mientras pone su firma, esa sonrisa de angel cuando es el mismísimo Caín en persona, lo digo por los chismes que se escuchan por hay, se dice que hace dos meses mando a callar al presidente por i*******m, ese acto dejo a medio mundo con la boca abierta, la razón fue porque el presidente saco una nueva ley y al parecer a él no le agrado.

Ahora toca ver qué tipo de persona es realmente Tayyar.

–M-muchas gracias ☺️–sonrío porque me toca, o de no, ni lo hiciera.

¿No se qué le pasa? de momento me queda viendo mi vestido, no quiero imaginar que estará pensando

–ven–se pone de pie–vamos a tu habitación–lo sigo hasta dónde me va a mostrar lo que sería mi habitación, que enorme casa dios mío, en cuanto vea a Thiago lo voy a bombardear a preguntas.

Ni yo misma me las creo, una chica tan simple y sin modales al lado del famoso empresario Tayyar Lember.

Los pasos de el son rápidos para poder ir a su ritmo tengo que trotar, oye espera no ves que soy una chica, no un avión que vuela.

poco después llegamos.

–Listo llegamos–dice el volteando hacia mi dirección, el entra a la habitación y yo me quedo pasmada como un palo de coco, luego asoma su cabeza y dice–entra, ¿que haces allí parada?–entro y lo primero que veo es una colección de mi anime favorito dragón ball, wow esto es extraordinario, en una repisa están todos los personajes, Bulma, Vegeta, Goku, Gohan, pan, mejor dicho todos .

–¿Que es esta m****a?–murmura en enojo, pero luego me pregunta–¿te gusta?–el mira la habitación con desagrado, no se porque mira la habitación con desaprobación, está muy linda, de paso tomo algunos personajes del anime con sus grandes manos y los examinó, por un momento pensé que le gustaban pero no...los arrojó a la basura, sin más ni menos.

¡Noooo! ¿que estas haciendo? ¿estás loco? como vas a arrojarlos, ¿sabes cuánto vale uno? valen mucho y más si son de colección.

No puedo con esto, tengo que deneterlo a este paso los va a arrojar a todos.

–Señor–digo indignada, el me mira enojado y vuelve a lo que está: terminando de arrojar a todos los pobres personajes que no tienen la culpa de su amargura, luego de que los arroja a todos me vuelve a preguntar.

–¿Te gusta tu habitación?

–S-si está divina–por la cara que tiene parece que el no fue el de la decoración, ¡claro! si no fue el, fue Thiago, hay está pintado ese Thiago me imagino que el lo decoro, claro y como sabe que soy aficionada de este anime, ese bastardo estaba seguro que yo iba a aceptar este trabajo, pero sin lugar a dudas se acordó de mí, ese hermanito mío es un amor.

–Me alegra que te halla gustado.

–Si claro–la parte que más odie fue cuando arrojaste todo a la basura estúpido loco, te has metido con algo sagrado para mi, mi anime favorito.

–Bien no se diga más, empieza a lo que viniste–sin más sale de la habitación.

Me tiró a la cama y suspiro, esto será un viaje muy largo y una tarea difícil, lo digo por el carácter que tiene este tipo.

Salgo de mis pensamientos de manera rápida tras escuchar el crujir de la puerta.

–¡Que haces allí? ¿ponte a trabajar? no es hora de dormir

–me regaña en un tono no tan agradable.

–Si señor, discúlpeme–de un brinco me levanto.

–Por cierto en media hora llegará una modista a tomar las medidas de tu uniforme.

–Esta bien señor–cierra la puerta de un clip, hay Jehová esto será duro realmente, suspiro y dejo mi bolso encima de la cama.